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Kiev considera un montaje la acusación rusa de que una militar ucrania asesinó a la hija de Dugin

La versión del Kremlin que relaciona a la supuesta autora de la muerte de Dugina con el batallón de Azov despierta las sospechas en Ucrania

Miembros del equipo de investigación ruso recogían muestras el domingo en el lugar donde el coche que conducía Daria Dugina explotó en Moscú, en una imagen facilitada por las autoridades rusas.
Cristian Segura

Los servicios secretos rusos no han dudado en señalar a las autoridades ucranias de estar detrás del asesinato en Moscú de la politóloga ultranacionalista Daria Dugina. La persona acusada por el Kremlin de haber cometido el atentado con bomba en el coche en el que viajaba la víctima es una mujer ucrania de 43 años. En medios de comunicación y cuentas sociales rusas fueron difundidas este lunes varias fotografías de esta persona, Natalia Vovk, y también un supuesto documento suyo identificativo como miembro de la Guardia Nacional ucrania, la división militar del Ministerio del Interior, y del regimiento Azov. La versión de los hechos que ha trazado el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) siembra múltiples sospechas acompañadas por un alud de propaganda. Para el Ministerio del Interior ucranio, el Kremlin busca exacerbar los ánimos rusos con falsas informaciones sobre una Ucrania en manos de extremistas y terroristas.

Los datos personales de Vovk fueron hechos públicos por primera vez en una web anónima, Némesis, dedicada a filtrar información de militares ucranios. Némesis señalaba a Vovk como componente del Regimiento Azov, grupo de origen paramilitar de ultraderecha, actualmente bajo las órdenes de la Guardia Nacional. Tanto representantes de Azov como de la Guardia Nacional han negado que esta persona haya formado parte del regimiento. El regimiento Azov, fundacionalmente ultranacionalista, es uno de los principales recursos de la propaganda rusa para dibujar a Ucrania como un país dominado por hordas fascistas. Un portavoz de la Guardia Nacional afirmó a EL PAÍS que comprobarán si el documento de identidad es auténtico. Desde la fiscalía general del Estado aseguraron al diario Pravda que podría ser que este documento fuera sustraído por los invasores en Mariupol, ciudad ocupada por Rusia y de donde supuestamente procedería la militar Vovk.

La fiscalía general también indicó que en el documento se había añadido en lápiz la palabra “casada”, algo inusual en la burocracia ucrania, según estas fuentes, para especificar que el apellido con el que aparece Vovk en el carné, Shaban, es el de nacimiento. En otro comunicado, la Guardia Nacional añadió que solo tenían constancia de una Natalia Shaban ciudadana ucrania, sin precisar más.

La Guardia Nacional ha descartado que esta persona fuera miembro del regimiento Azov. Según el carné, Vovk habría servido en la unidad militar 3057, que es el número identificativo de este regimiento. En una conferencia de prensa de este lunes, un soldado de Azov bajo el pseudónimo Wikipedia aseguró que esta persona no ha combatido en su unidad. Este militar sí concedió que puede ser que esta persona fuera parte del equipo de la Guardia Nacional que tiene su regimiento, pero en tareas administrativas. Wikipedia destacó que en la foto carné del documento, Vovk aparecería con el uniforme de la Guardia Nacional, una ropa que Azov no usa.

La página de internet Némesis difundió los números de contactos personales de Vovk. EL PAÍS ha confirmado que estos datos existen y coinciden con los de la persona a quien Moscú acusa de estar detrás de la muerte de Dugina. La oficina de Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, negó el lunes cualquier vínculo con la muerte de Dugina. “No somos un Estado criminal, como sí lo es Rusia, y definitivamente no somos un Estado terrorista”, afirmó el asesor de Zelenski Mijailo Podoliak. Dugina es hija de Alexánder Dugin, filósofo de ultraderecha y uno de los principales ideólogos del imperialismo ruso que ha defendido la anexión de Ucrania por vías violentas. No está claro si el atentado iba a dirigido a Dugina o a su padre.

La versión de los hechos del FSB detalla que Vovk llegó a Rusia en julio acompañada de su hija de 12 años. Alquiló un apartamento en el mismo edificio de Dugina y, tras asesinarla, salió del país con su vehículo hacia Estonia, cambiando antes la matrícula del coche. La agencia estatal rusa Ria Novosti publicó un vídeo en el que se identificaría a Vovk en su vehículo en la frontera, también en la portería del edificio.

Varias fotografías de Vovk extraídas de Instagram por cuentas prorrusas la muestran con su hija pero también con quien sería su marido. La imagen de este hombre coincide con la de una persona incluida en la página de internet Myrotvorets, un proyecto ucranio de filtración de datos personales de miles de militares rusos y personas acusadas de formar parte de la propaganda rusa. La ficha de Myrotvorets fue difundida en internet por cuentas propagandistas de Ucrania. Este hombre sería un ciudadano ucranio que Myrotvorets señala como un agente prorruso y organizador del referéndum de separación de la región de Donetsk en 2014. Anton Gerashchenko, cofundador de Myrotvorets y asesor del Ministerio del Interior, comentó a EL PAÍS que desconoce si este hombre es el marido de Vovk.

Vovk sería oriunda de Mariupol, municipio costero del mar de Azov que quedó arrasada tras tres meses de asedio ruso. El regimiento Azov protagonizó la resistencia numantina ucrania en esta ciudad, hasta que los últimos defensores se rindieron el pasado mayo. Rusia ultima para los próximos días un juicio propagandístico en Mariupol contra los presos de guerra de Azov y de la 36ª Brigada de Infantería Naval todavía en cautiverio. Más de 50 prisioneros de guerra de Mariupol fallecieron el pasado 28 de julio en un centro de internamiento ruso en la provincia de Donetsk. Parte de ellos eran soldados de Azov. El Gobierno ucranio acusa a Moscú de su asesinato y Naciones Unidas prepara una misión de observadores para dilucidar lo sucedido.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania como enviado especial. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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