Al incremento de la radiación que han generado excavando trincheras y levantando campamentos se une el sembrado de minas en la zona de exclusión que rodea la central nuclear ucrania
El sarcófaco metálico que cubre el lugar en el que estaba el reactor que sufrió el accidente en 1986 es la mayor estructura móvil jamás construida.EL PAÍS Esvástica dejada por los rusos en uno de los edificios que ocuparon en Chernóbil.Luis De Vega Hernández (EL PAÍS)Evgeniy Markevich, de 85 años, uno de los más viejos del lugar y de los escasísimos vecinos que residen en torno a la central nuclear. Durante la ocupación recibió algunos días comida de los rusos.EL PAÍSEvgeniy Markevich, de 85 años, lleva viviendo en Chernóbil desde 1945 y solo se fue unos cuantos meses tras el desastre nuclear de 1986. EL PAÍSOleksandr Skita, un ingeniero de 47 años que pasó la ocupación rusa en Chernóbil, delante de una Z que representa al Ejército del Kremlin.EL PAÍSControl militar en la carretera que lleva a la central nuclear de Chernóbil.EL PAÍS Interior de la Casa de la Cultura de Prípiat, la ciudad más próxima a la central nuclear y que permanece abandonada desde el accidente en 1986.EL PAÍSNuevo cartel que advierte en la zona de exclusión alrededor de la central nuclear de la presencia de zonas minadas tras la salida de los rusos.EL PAÍSPuesto de control de las tropas rusas en una carretera de Chernóbil.EL PAÍSOrdenadores abandonados en un arcén tras el repliegue de las tropas rusas del Chernóbil, donde estuvieron aproximadamente un mes.EL PAÍSLa naturaleza se ha hecho fuerte en la ciudad de Prípiat, abandonada desde el desastre nuclear de 1986.EL PAÍSTrincheras y zona de acampada levantada por los militares del Kremlin en las inmediaciones del bosque rojo, cerca de la central nuclear y una de las zonas más contaminadas del mundo.EL PAÍS
