La atleta bielorrusa Tsimanuskaia aterriza en Varsovia tras modificar su ruta por cuestiones de seguridad
La deportista ha obtenido un visado de las autoridades polacas por razones humanitarias
Kristsina Tsimanuskaia llegó este miércoles a Polonia tras jugar al despiste con un cambio de aviones. La velocista bielorrusa viajó primero a Viena desde Tokio y, de ahí, a su destino final: Varsovia. La modificación se realizó en el último momento y, según indicó el Gobierno polaco, se debió a motivos de seguridad porque su itinerario inicial se había difundido días antes. El temor a cualquier incidente durante el traslado era elevado después de que en mayo un avión de Ryanair fuera obligado de aterrizar en el aeropuerto de Minsk para detener al periodista opositor Roman Protasevich. “Hay que tener un cuidado extra”, dijo a Reuters una fuente polaca.
El viaje se produce menos de 72 horas después de que el Comité Olímpico de Bielorrusia acortara su estancia en los Juegos e intentara que volviera a su país contra su voluntad. La huida de la atleta de 24 años, que recuerda a las deserciones de deportistas olímpicos que se vivieron durante la Guerra Fría, aísla aún más al presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, que ha intensificado la represión de cualquier disidencia en el último año tras las protestas por su fraudulenta reelección, de la que ahora se cumplen 12 meses.
Tras pasar dos noches en la Embajada de Polonia en Tokio, donde se refugió tras buscar la protección de la policía japonesa en el aeropuerto, la deportista subió la noche del miércoles a un avión vestida con pantalones vaqueros, una blusa azul y unas gafas de sol. El aparato de Austrian Airlines aterrizó horas más tarde en Viena, donde fue recogida por un autobús negro escoltado por la policía. Fue recibida por el secretario de Estado austriaco Magnus Brunner: “Está a salvo y bien, dadas las circunstancias”, dijo el ministro. “Está preocupada, claro, y nerviosa, esperando a ver qué sucede”, añadió.
Horas después subió a otro avión hasta Varsovia, donde llegó poco después de las ocho de la tarde tras un largo viaje desde Tokio. En un vídeo publicado por Tsimanuskaia la atleta recalcó que le gustaría “volver al hogar cuando sea seguro”. Varsovia le ha concedido un visado por razones humanitarias.
Polonia, que apoya a refugiados políticos bielorrusos y a la oposición democrática contra el régimen de Aleksandr Lukashenko, fue el primero en ofrecerse a recibir a la atleta olímpica, mientras que el Comité Olímpico Internacional ha abierto una investigación para esclarecer el caso.
Tsimanuskaia, que se ha distinguido por apoyar las protestas contra el régimen de Lukashenko y estar en contacto con la disidencia democrática de su país, temía sufrir represalias al regresar a Bielorrusia, según explicó en vídeos y mensajes difundidos por las redes sociales. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha imputado a Bielorrusia un “intento criminal de secuestro” de la velocista.
La atleta tenía previsto participar en la carrera de 200 metros del pasado lunes, pero tras quejarse de haber sido obligada por Minsk a competir en otra carrera, el pasado jueves fue acusada de carecer de “espíritu de equipo” y de haber perdido el “equilibrio psicológico y emocional”, en la televisión pública de su país. Ese fue el motivo, según la deportista, de que intentaran que volviera a su país por la fuerza.
El incidente sucede cuando el presidente Lukashenko, en el poder desde 1994, se enfrenta a una gran contestación social en el país, con huelgas y manifestaciones. Desde el inicio de las protestas por la democracia en la antigua república soviética el pasado agosto, más de 33.000 personas han sido detenidas y miles de ellas represaliadas. También deportistas de primer nivel, como la baloncestista olímpica Yelena Leuchanka o el decatleta Andréi Krauchanka, medallista de plata olímpico de 2008, fueron arrestados tras criticar la violencia policial contra los manifestantes pacíficos.
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