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Di Maio da un paso atrás y allana el camino para formar un nuevo Gobierno con el PD

Las refriegas dentro de la formación antisistema, cuyas bases no ven clara la nueva alianza, hacen peligrar el nacimiento del nuevo Ejecutivo

Daniel Verdú

El acuerdo entre el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y el Partido Democrático (PD) para formar un nuevo Gobierno en Italia está casi listo. El líder del M5S, Luigi di Maio, allanó este lunes el camino al renunciar a ser vice primer ministro y, mañana, el primer ministro en funciones, Giuseppe Conte, debería aceptar el encargo del presidente de la República, Sergio Mattarella, de construir un Ejecutivo. Queda un último e incómodo escollo: la votación en Internet de las bases del M5S, muy divididas ante la posibilidad de compartir Gobierno con su enemigo histórico.

El primer ministro en funciones, Giuseppe Conte, este lunes en el Palacio Chigi.
El primer ministro en funciones, Giuseppe Conte, este lunes en el Palacio Chigi.FILIPPO ATTILI/CHIGI PALACE HAND (EFE)

El M5S someterá a votación este martes (desde las nueve de la mañana a las seis de la tarde) la posibilidad de formar una alianza con el PD. La decisión que tomen sus bases no será vinculante, pero pesará notablemente en la esperanza de vida del acuerdo. “Es un principio fundamental de nuestra manera de funcionar. No se podrá ignorar lo que salga”, señalan fuentes del partido. La pregunta que propondrán será muy clara: “¿Estás de acuerdo con que el M5S forme un Gobierno con el PD guiado por Giuseppe Conte?”.

 Una formulación sencilla que, sin embargo, esconde también el otro elemento de tensión surgido en las últimas horas. La figura del primer ministro, un hombre que pasó 14 meses arrastrando la imagen de mero notario del acuerdo de Gobierno alcanzado con la Liga, ha emergido notablemente como punto de referencia. Este lunes, de hecho, pidió unidad y responsabilidad a ambas formaciones para llevar a buen puerto la alianza, en un vídeo poco usual en su manera de comunicar. El líder político de los grillinos, Luigi di Maio, apartado del foco principal de la decisión, ha reaccionado estos días al fenómeno Conte torpedeando en distintas fases el acercamiento a los socialdemócratas. Pero la decisión ya había sido tomada desde más arriba.

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Beppe Grillo, fundador del M5S, y Davide Casaleggio, hijo del otro creador de Cinco Estrellas y propietario de la empresa que gestiona los mecanismos de participación directa de los grillinos, han dado su visto bueno al acuerdo. Grillo, que había dado un paso al lado cuando Di Maio fue nombrado jefe político del M5S, volvió a la primera línea con la ruptura del Ejecutivo por Salvini y proclamó que había que “frenar a los bárbaros”, en referencia a la Liga. Desde entonces, ha seguido realizando declaraciones en la misma línea.

Las conversaciones han avanzado considerablemente —este lunes Conte se reunió con los jefes de los grupos parlamentarios de ambos partidos— y ya se habla de los nombres de los ministros. Un complicado reparto en el que el PD accederá a carteras fundamentales como Economía o Interior. Di Maio hizo pública este lunes una declaración en la que renunciaba a ser vice primer ministro y allanaba el camino del “sí”.

El roce entre Di Maio y Conte ha sido estos días evidente y el propio primer ministro le reprendió públicamente la semana pasada por lanzar un ultimátum al PD. Una situación insólita que preocupaba en algunos estamentos de decisión del partido, que veían en esa posible refriega una fuente de inestabilidad. Especialmente en el Parlamento. En caso de superarse la votación en la Red, los diputados y senadores grillinos deberán votar a favor del nuevo primer ministro en ambas Cámaras. Y algunos medios en Italia ya publican cifras de cuántos francotiradores estarían dispuestos a hacerlo en contra.

Enemigo histórico

La realidad es que una parte importante del M5S, que ha subido casi siete puntos en las encuestas desde que rompió con la Liga, preferiría volver con el partido de Matteo Salvini, que había ofrecido a Di Maio ser primer ministro si daba marcha atrás. El PD ha sido el enemigo histórico de los grillinos, al que han llegado a acusar de robar niños para entregarlos a familias ricas y de ser cómplices de los bancos, rescatados con dinero público cuando tantos ahorradores se arruinaron durante los años de la crisis económica. El insistente relato público del Cinco Estrellas vuelve recurrentemente sobre la idea de que los socialdemócratas representan el verdadero establishment que debe combatirse en Italia. Hoy, sin embargo, el partido más antiguo del país, el que ha estado en un mayor número de Gobiernos y ha participado de grandes tomas de decisión en los últimos años, es la Liga, con quien el M5S ha mantenido una alianza de 14 meses.

La votación se realizará a través de la plataforma informática Rousseau, un software en el que están autorizados a participar alrededor de 115.000 militantes, una pequeñísima parte de los electores del partido. La última vez, de hecho, cuando se debía decidir si se retiraba el apoyo a Salvini para que fuera procesado, lo hicieron 52.417 inscritos de sus 10,7 millones de votantes en las últimas elecciones legislativas. Hasta la fecha, todas las votaciones han resultado abrumadoramente favorables al criterio del aparato del partido. Esta vez, no obstante, cunde cierto nerviosísimo en el entorno de la formación.

El resultado determinará el mensaje que Conte transmita mañana a Mattarella. En caso de ser negativo, se podría abrir una nueva crisis que dejaría muy tocados a ambos partidos y obligaría a convocar elecciones, resucitando por completo a Matteo Salvini. El líder de la Liga, que continúa siendo ministro del Interior, prosigue con el cortejo a la parte de los grillinos incómoda con el acuerdo con la intención de sembrar dudas en el partido. Salvini ha tenido también buenas palabras para Di Maio, de quien ha dicho que es una persona “honesta”. Su ira está dirigida estos días hacia Conte, a quien acusa de liderar un complot para apartarlo del poder y en quien identifica ahora a su enemigo real.

Las 115.000 personas que deciden el futuro de Italia

La plataforma digital Rousseau es el corazón tecnológico del proyecto de democracia directa del Movimiento 5 Estrellas. La dirección del partido elige arbitrariamente qué decisiones deben consultarse a los “inscritos”, una conjunto de militantes que formaban parte del núcleo original del blog dónde se fundó el partido.

El número de inscritos con capacidad de voto suele ser muy limitado. En las primarias donde se eligió al propio Luigi Di Maio como candidato y líder político del partido participaron unas 37.000 personas. Una cifra demasiado reducida para sostener el relato de la participación directa (en las últimas primarias que ganó Matteo Renzi participaron dos millones de personas).

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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