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Faltan mujeres al mando en Europa

Las mujeres siguen infrarrepresentadas en las instituciones europeas, pese a los buenos propósitos de la UE

Cristina Galindo
Federica Mogherini, durante una reunión en Bruselas en mayo.
Federica Mogherini, durante una reunión en Bruselas en mayo.Thierry Monasse (Getty )

Una mujer ocupó la presidencia del Parlamento Europeo la primera vez que este puesto fue elegido de forma directa. Simone Veil, gran figura política de la UE y superviviente de Auschwitz, llegó al hemiciclo en 1979. Antes como ministra de Francia promovió la ley que legalizó el aborto y dio un discurso que hoy vale la pena recordar: “Me gustaría antes que nada compartirles una convicción de mujer —disculpen si lo hago frente a esta Asamblea casi exclusivamente compuesta por hombres—: ninguna mujer recurre gustosamente al aborto. Basta con escucharlas”. Los varones dominaban también la Eurocámara que Veil presidió y en la que solo un 16% eran diputadas. Cuatro décadas después, la situación ha mejorado, pero basta echar un vistazo para comprobar que las mujeres siguen infrarrepresentadas en las instituciones europeas.

Solo una ocupa en la actualidad un alto cargo en la UE: Federica Mogherini, alta representante de Política Exterior. Los presidentes de la Comisión, el Consejo, el Parlamento y el Banco Central Europeo (BCE) son hombres. Estos puestos se renuevan a lo largo de este año y en las quinielas suenan pocas mujeres como aspirantes con posibilidades reales, pese a que los líderes europeos se han comprometido a tener en cuenta el equilibrio de género en los nuevos nombramientos. Hasta ahora ese objetivo declarado de la UE no ha acabado de materializarse.

En el Parlamento Europeo se ha pasado de tener un 16% de mujeres en 1979 al 37% actual, pero el ritmo de avance se ha ido desacelerando desde 1999, según un reciente informe de esa misma Cámara. En cuanto a la presidencia, solo ha estado en mano de mujeres dos veces: con Veil y con Nicole Fontaine (1999-2002).

En la Comisión, la presencia de las mujeres es inferior en número: en la actualidad hay 19 hombres y 9 mujeres. Margrethe Vestager, una de las cabezas de cartel en las elecciones europeas de la Alianza de Liberales y los Demócratas, ha pedido que haya paridad en el próximo Ejecutivo comunitario y ella misma parece estar dispuesta a liderar la Comisión.

Quizás donde la situación es más llamativa es en el BCE. Los Estados miebros no han propuesto a una mujer para el Consejo de Gobierno (su máximo órgano) en cinco años. Entre sus 25 miembros hay una mujer: la alemana Sabine Lautenschläger. De momento no parece que vaya a haber propuestas de candidatas para suceder a Mario Draghi, que deja la presidencia de la institución en octubre.

El Instituto Europeo de Igualdad de Género recomienda que la representación femenina sea al menos de un 40%. Las mujeres no tienen por qué ser mejores líderes, pero los estudios demuestran que los equipos más equilibrados logran políticas más equilibradas e inclusivas. Además de reflejar con más exactitud la composición de la población, incluir a más mujeres acerca las instituciones a los ciudadanos, porque permite conectar mejor con todos. Sería injusto, como dijo Veil, no escucharlas.

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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