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La editorial que impulsa el diálogo entre la literatura mexicana y la estadounidense

Argonáutica pretende tender puentes literarios entre autores y traductores de ambos países

Autores, traductores y editores de Argonáutica en la presentación de la editorial en Houston, Texas. De izquierda a derecha: Veronica Scott Esposito, Mark Haber, Efrén Ordóñez y Marco Alcalá.
Autores, traductores y editores de Argonáutica en la presentación de la editorial en Houston, Texas. De izquierda a derecha: Veronica Scott Esposito, Mark Haber, Efrén Ordóñez y Marco Alcalá.

Efrén Ordóñez y Marco Alcalá son una suerte de argonautas que en cada libro que publican navegan por los mares del idioma español y los del inglés. Argonáutica es el sello editorial independiente que crearon en 2017 con el propósito de reflexionar en torno al proceso de la traducción, impulsar el diálogo entre las literaturas del mundo y promover autores para que crucen sus fronteras. Oriundos de Monterrey (Nuevo León), una ciudad industrial ubicada a 225 kilómetros de la frontera sur de Estados Unidos, no es de extrañar que su primera colección bilingüe llamada Polifemo se enfocara en tender puentes literarios entre autores y traductores de los dos países.

“La gente de Monterrey vive con la mirada puesta del otro lado de la frontera. Ir y venir entre Texas y Nuevo León es una forma de vida, algo así como lo que proponemos al publicar libros bilingües: un ir y venir entre idiomas”, explica Efrén Ordóñez sobre la conceptualización original de la editorial, que era publicar autores que vivieran cerca de la frontera, tanto mexicanos como estadounidenses. En el primer año y medio desde su creación, esta idea ha evolucionado a publicar autores que nunca hayan sido traducidos a la otra lengua, entre los que pueden contar a Veronica Esposito (California), Bernardo Esquinca (Jalisco), Mark Haber (Washington, DC), Aurelia Cortés Peyron (Ciudad de México) y David Miklos (Texas).

Argonáutica surgió en medio de todo el ruido mediático causado por la insistencia del ya presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de construir un muro en la frontera con México, y previendo “que la segregación de culturas [debido al muro] permearía al otro lado de la frontera pensamos en construir un puente literario entre las dos”, dice el escritor ganador del Premio Nuevo León de Literatura 2014. “Para hacer las cosas más interesantes, optamos por darle a la voz del traductor la misma importancia que al autor”. Y es esta iniciativa la que ha contribuido a crear un diálogo entre ambas literaturas, una conversación que empieza desde la portada de cada libro de la colección Polifemo, donde se puede apreciar el nombre del traductor del mismo tamaño que el de su autor, o donde el lector puede comparar página por página, oración por oración el texto original y su traducción.

“Pensamos siempre en autores que de alguna forma lleven en su escritura un diálogo con otra cultura, ya sea por circunstancias de vida, estudio, influencias…”, explica Efrén sobre la forma de elegir a los escritores y traductores con los que colaboran. Como David Miklos, autor de No tendrás rostro / Countenance, el libro más reciente que acaban de publicar con traducción de Tanya Huntington. Miklos nació en San Antonio, Texas, fue adoptado por una francesa de padres alemanes y un mexicano de padres húngaros que lo trajeron a vivir a México cuando tenía dos meses. O Robin Myers, nacida en Nueva York con antepasados mexicanos que llegaron a Estados Unidos durante la revolución y cuyo primer contacto con el idioma español fue a los nueve años en una visita a Guanajuato.

A pesar de su origen diverso y de la afinidad que sienten por el lenguaje contrario, Miklos y Myers coinciden en que no podrían escribir en un idioma que no fuera el suyo. “Mi origen es, sin más, mi escritura. El llamado de mi origen, doble y diverso. Escribir en inglés no me interesa, decidí domeñar el español, luego de ser un lector ávido de anglosajones en su propia lengua. Sigue siendo mi reto. Mi voz literaria se dice y me llama en español”, afirma Miklos.

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“Vivo en español la mayor parte de mis días, conversaciones y convivencias. Pero la voz más interior que tengo sigue hablando más que nada en inglés, y es a partir de ahí que escribo. Y es ahí donde aún me siento más capaz no solo de decir sino de hacer cosas con el lenguaje, de estirarlo y encarnarlo y errar, en ambos sentidos de la palabra, por ahí. No es que quiera que así sea, simplemente es que así se siente”, complementa Robin, quien desde hace siete años vive en la Ciudad de México.

El futuro de Argonáutica seguirá siendo bilingüe, pero les gustaría colaborar con el diálogo entre otras culturas y moverse entre más idiomas. Por lo pronto, en unas semanas publicarán un libro de poesía del autor eslovaco Michal Habaj, con la traducción de Lucía Duero. “No hay restricción de nacionalidad, queremos movernos entre otras fronteras”, sentencia Ordóñez.

La colección Polifemo

Argonáutica ha llevado y traído su primera colección, a sus autores y traductores a lugares como Ciudad de México, Monterrey y Houston. Estas son las obras que la integran:

  • No tendrás rostro/Countenance de David Miklos con traducción de Tanya Huntington
  • Los búhos no son lo que parecen/The Owls Are Not What They Seem de Bernardo Esquinca con traducción de Tanya Huntington
  • Alguien vivió aquí/Someone Lived Here de Aurelia Cortés Peyron con traducción de Robin Myers
  • The Latin American Mixtape/Mixtape latinoamericano de Veronica Scott Esposito con traducción de Marco Antonio Alcalá
  • Melville's Beard/Las barbas de Melville de Mark Haber con traducción de Efrén Ordóñez.

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