El supertifón Mangkhut golpea las costas del sur de China
El sur de China sufre la embestida del supertifón Mangkhut responsable de la muerte de al menos 59 personas a su paso por Filipinas. Alrededor de 20.000 hogares se quedan sin electricidad en Hong Kong.
"La casa no ha parado de moverse desde las ocho de la mañana y estoy muy mareada”, relata a EL PAÍS desde su domicilio Cristina Moroño, una española afincada en Hong Kong desde hace tres años. Los primeros en recibir el golpe fueron los habitantes del norte de la isla filipina de Luzón, donde Mangkhut dejó un rastro de destrucción por una zona mayoritariamente agrícola y causó inundaciones y corrimientos de tierra que anegaron las cosechas. Al menos 59 personas perdieron la vida y más de 150.000 tuvieron que abandonar sus hogares en una región de unos cinco millones de habitantes.
Por el momento no se han reportado víctimas mortales por el paso del Mangkhut por Hong Kong, aunque sí heridas a 111 personas. Pasada la medianoche del sábado, las autoridades de la ciudad han elevado a su nivel máximo la alerta por el paso del tifón. El Gobierno ha suspendido las clases para mañana en guarderías y colegios para no entorpecer y agilizar las labores de limpieza en una ciudad que, pese a estar preparada para este tipo de tormentas, quedó repleta de destrozos de todo tipo. Alrededor de un millar de vuelos fueron cancelados o sufrieron retrasos afectando a cerca de 100.000 pasajeros. Las calles de una de las ciudades con mayor densidad de población del planeta quedaron casi desiertas. Suspendidos los servicios de metro ligero y autobuses, el único medio de transporte que funcionó con más o menos normalidad fue el metro, aunque con muy poca frecuencia.
El nivel del mar subió más de tres metros dejando peces en el asfalto, mientras se alcanzaban vientos máximos sostenidos de 180 kilómetros por hora y ráfagas máximas de 242 kilómetros por hora. En Macao, donde por primera vez en su historia han cerrados sus 42 casinos, las autoridades informan de que 15 personas habían resultado heridas y las carreteras principales cercanas al puerto interior de la ciudad habían quedado inundadas. Las autoridades confirman que 20.000 hogares se han quedado sin electricidad y que las graves inundaciones obligan a 1.186 ciudadanos a huir a refugios de emergencia, unos datos que pese a su gravedad se alejaban de las ocho muertes que el año pasado dejó el tifón Hato a su paso por Macao.
La tormenta sigue ayer su avance desde la costa sur china hacia el interior del país, empezando por Jiangmen, en la provincia china de Guangdong, donde las autoridades ordenaron la evacuación de 2,37 millones de personas y el regreso de los pesqueros a puerto. Los medios chinos informaron de que se habían abierto más de 1.500 refugios temporales en las ciudades de Guangzhou y Shenzhen para albergar a más de 51.000 personas.
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