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Tribuna
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Las personas al Congreso

Wikipolítica son miles de personas que día con día se unen y estamos logrando que esta fuerza política crezca exponencialmente

Cuando todo esto empezó, sinceramente veíamos lejanas las posibilidades de que nuestros anhelos se convirtieran en realidad pero eso no impedía que dejáramos de sentirlos y de buscar las formas de acercarnos un poco a ellos. Un grupo pequeño de personas, muy joven y muy plural, conversábamos en plazas públicas sobre cuál era el mejor camino para lograr recuperar eso que la clase política nos había quitado: el futuro, la política, la paz.

Inspirados por #YoSoy132, la lucha porque el transporte público no subiera de tarifa y los lamentables sucesos de Ayotzinapa, entre muchas otras cosas, comenzamos a darle forma a una fuerza política pequeña, pero distinta, cercana, austera, incluyente, diversa. Las primeras conversaciones, quizás ingenuas, giraban en torno a ser un partido que utilizara la tecnología para romper con todos los vicios del sistema de partidos vigente, hasta que llegó la aprobación de la última gran reforma política que le dio paso a las candidaturas independientes. Ese iba a ser el camino para incidir y demostrar que la política no tenía razones para seguir siendo de acarreo, percepción y espectaculares. La política debía estar en las calles, en los tianguis, en las conversaciones más íntimas.

Y todo pasó de las formas más inesperadas posibles. Conseguimos las firmas, 7.500; luego, ganamos con más de 57.000 votos la elección a la diputación local. Íbamos a trabajar puerta a puerta con esos políticos que nos habían motivado a hacerlo distinto. La incertidumbre de lo que pasaría y el gran compromiso con cada persona que confió en nosotros nos puso un tanto nerviosos y al mismo tiempo nos llenó el pecho de ilusión por lograr pequeños cambios que fueran significativos en la vida política del país.

Creemos que la política puede ser un ente vivo, orgánico, donde corran las ideas como el viento que mueve las hojas

El fuero fue el primer logro que se obtuvo en la legislatura. La presión social logró una disposición al diálogo inesperada en las fuerzas políticas que conformamos la última legislatura del Congreso del Estado de Jalisco. Entre todos lo logramos. Y así también la ley de participación social más vinculante del país, la reducción del dinero de los partidos y su vinculación al voto con #SinVotoNoHayDinero, quizás el logro más conocido de este esfuerzo. Pero también logramos cosas que pueden parecer menores, pero son importantes: en las oficinas del congreso ya no se usan botellas de plástico, un grupo de niños de secundaria pudieron usar la diputación como herramienta para ingresar una iniciativa contra el uso del plástico que trabajaron en sus aulas, las personas ya saben cuánto gana un diputado, muchos proyectos y emprendedores sociales pudieron nacer y crecer gracias al fondo Germina, que nació con la renuncia a un porcentaje del sueldo de cada quincena. Esa incertidumbre de saber si valdría la pena el empeño tuvo una respuesta práctica porque ¡claro que vale la pena!

Hace nueve meses decidimos en colectivo impulsar un proyecto electoral al que le hemos puesto el corazón, buscando ampliar nuestras posibilidades de incidencia y abrir más espacios para personas comunes en el Congreso Local del Estado de Jalisco, y el Congreso de la Unión. Se llama #VamosAReemplazarles y nace de la esperanza, del cariño y de la necesidad de hacer una política que sí nos represente. Logramos impulsar 14 candidaturas independientes de personas que vamos por puestos de representación popular aquí en Jalisco; 9 personas a diputaciones locales, 3 a diputaciones Federales y Juanita Delgado y yo para el Senado de la República, y lo más bonito de todo esto es que no vamos solo nosotros, son miles de personas que día con día se unen y estamos logrando que esta fuerza política crezca exponencialmente. Durante la campaña hemos dicho cientos de veces que #SeremosUnBosque, creemos que la política puede ser y será eso, un ente vivo, orgánico, donde corran las ideas como el viento que mueve las hojas y donde, entre todos y todas, podamos hacerle frente a cualquier inclemencia del tiempo, para lograr recuperar lo que nos propusimos desde un principio.

Estamos muy felices de saber que hay cientos de miles, quizás millones de personas que estamos logrando, una vez más, algo que se pensaba imposible. Llega el final de una campaña que estuvo por todo Jalisco, en la que demostramos que no se necesita derrochar dinero en espectaculares o en propaganda que al final solo se convierte en basura, no se necesitan los ataques verbales, ni la condescendencia; una campaña que ha sido austera, incluyente, cercana, honesta. Ni los golpes de la clase política, ni los rumores, ni mucho menos la guerra sucia pueden con la voluntad de miles de personas que vamos a cambiar nuestro país, porque la lógica del cariño y la vocación de servicio está logrando que la política del sentido común no sea nunca más una flor de pavimento excepcional y comience a ser el estado de las cosas.

Pedro Kumamoto es candidato independiente al Senado por el Estado de Jalisco y pertenece a la plataforma Wikipolítica.

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