Viaje a los grandes escenarios de la Italia que vota

Italia celebra el 4 de marzo las elecciones más inciertas de las últimas décadas. Vuelve Silvio Berlusconi y repite Matteo Renzi. Aflora el recelo a las políticas de la Unión Europea, alimentado por el Movimiento 5 Estrellas y La Liga, en un país que ha tenido 64 ejecutivos en 70 años y ha convertido la crisis en un sistema de gobierno. Faltan respuestas claras para la llegada de más de 600.000 migrantes, soluciones para una inestabilidad económica interminable o para los problemas de salvaje desigualdad entre norte y sur. Un viaje a la grieta italiana, la última frontera de la transformación europea.

EL PAÍS reúne, a partir del domingo 18, una serie de reportajes sobre la situación económica, social y política de un país que acogerá los "comicios más confusos de su historia", en palabras del ex primer ministro Massimo D'Alema. Un viaje a los escenarios -Lampedusa, Calabria, Roma, Prato o Bolzano- que explican algunas de las últimas grandes crisis y los desafíos de Italia a partir del próximo 5 de marzo. La fallida del Made in Italy, la insalvable brecha entre norte y sur o el imparable fenómeno político del Movimiento 5 Estrellas. Pero la inmigración es el asunto que ha monopolizado la agenda de todos los partidos y también una preocupación al alza entre la población ya que, según recoge un reciente sondeo de La Repubblica, el 71% de los italianos cree que la presencia de extranjeros es demasiado elevada. Lampedusa, convertida en símbolo de la acogida en 2013, marca el paso de un cambio de percepción del fenómeno.

En la actualidad, existen tres grupos que dominan la escena política con idéntico peso: el polo de centro-derecha, el de centro-izquierda y el del "populismo" puro, encarnado por el Movimiento 5 Estrellas. De esta forma, las elecciones del 4 de marzo confirmarán la quiebra de la dinámica política bipolar que venía dándose en Italia durante más de dos décadas.