El sobrino de Sadat tampoco concurrirá a las elecciones egipcias
Al Sisi todavía no ha desvelado si se presentará a la reelección, pero se espera que lo haga durante los próximos días
El exdiputado Mohamed Anuar Sadat anunció este lunes su renuncia a presentar candidatura a las elecciones presidenciales egipcias del próximo mes de marzo al considerar que no dan las garantías mínimas de seguridad y transparencia. Otros posibles aspirantes tomaron la misma decisión ante la naturaleza represiva del régimen actual. A falta de dos semanas para el cierre del plazo de presentación de candidaturas, aún no está nada claro quiénes serán los contendientes. El presidente Abdelfatá Al Sisi todavía no ha manifestado su intención de buscar la reelección, pero todo apunta a que lo hará de forma inminente.
En una rueda de prensa convocada para hacer pública su decisión, Sadat ha denunciado la parcialidad de algunas instituciones del Estado, que impiden la celebración de unos comicios justos y equilibrados. Además, ha señalado el clima de terror que reina en el país. “Las personas que se ofrecieron como voluntarias para recoger firmas tienen miedo … Y yo tengo miedo por los chicos y chicas jóvenes, no quiero exponerles, porque no podría hacer nada por ellos”, agregó este político, conocido por ser el sobrino del presidente que firmó la paz con Israel y fue asesinado en 1981.
Aunque Sadat apoyó en 2013 la instauración del régimen actual, al irse endureciendo la represión pasó a convertirse en uno de sus más prominentes críticos en el Parlamento, una institución dominada forma abrumadora por los acólitos de Al Sisi. Durante la última legislatura, hizo de la defensa de los derechos humanos su principal causa. De ideología liberal, fue expulsado del Parlamento el pasado mes de febrero acusado de haber filtrado el borrador de la controvertida ley de las ONGs a diplomáticos extranjeros, un hecho que siempre ha negado.
Tras los abandonos de Sadat y de Ahmed Shafiq, y el encarcelamiento del oficial Ahmed Konsowa, la lista de posibles rivales de Al Sisi se ve reducida a tan solo tres: el general retirado Sami Anan, el inefable diputado y presidente del club de fútbol Zamalek Mortada Mansur, y el abogado progresista Jaled Alí. Sin embargo, la candidatura de este último pende de un hilo. Alí fue condenado a tres meses de cárcel por haber realizado un gesto obsceno en un proceso que él califica de “fabricado”. Habida cuenta de que la ley prohíbe concurrir a toda persona convicta, y que su recurso de apelación no será estudiado hasta el próximo 3 de marzo, la Junta Electoral podría invalidar su candidatura.
De acuerdo con la normativa electoral, para poder ver sus nombres impresos en las papeletas el día 26 de marzo, los aspirantes deberán entregar a la Junta Electoral antes del 29 de enero las firmas de apoyo de al menos 20 diputados o bien de 25.000 ciudadanos. Al Sisi no tendrá ninguna dificultad para cumplir cualquiera de estos requisitos, pues cerca de 500 diputados ya le han otorgado de forma expresa su respaldo. Además, una campaña lanzada por un grupo de seguidores suyos asegura haber recogido las firmas de más de diez millones de ciudadanos.
En cambio, la empresa se antoja más difícil para Mansur y Anan, que no disponen de un amplio margen de tiempo. El veterano general, de 69 años, fue nombrado Jefe del Estado Mayor por Mubarak en 2005, y desempeño un papel importante en la Junta Militar que pilotó la transición durante los meses que siguieron a la Revolución de 2011. Sus ambiciones políticas son públicas y notorias desde hace tiempo, y se llegó a plantear concurrir a las presidenciales de 2014, que Al Sisi acabaría venciendo con cerca del 95% de los votos.
