“Tío, céntrate. Estás representando a Estados Unidos en el G20”

Amaneció en Hamburgo (Alemania). Por delante, un largo día de reuniones diplomáticas, cenas y entretenimiento. Todo ello parte de la intensa agenda del G20. Para Donald Trump, que aún es un principiante en política internacional, la cita era todavía más importante por su encuentro bilateral con Vladimir Putin. Pero en la mañana de este viernes, el presidente estadounidense supo aislarse de dicho ambiente y refugiarse en su iPhone para recurrir a su gran vicio: Twitter. En un escueto mensaje, Trump acusó sin motivo aparente a John Podesta, el que fuera jefe de campaña de Hillary Clinton, de no colaborar con las autoridades durante las elecciones tras la interferencia rusa a los correos del Partido Demócrata.

“Todo el mundo aquí está hablando de por qué John Podesta rechazó dar el servidor del Comité Nacional Demócrata al FBI y la CIA. ¡Una desgracia!”, disparó el presidente de EE UU en la red social. Las alegaciones, falsas, pillaron desprevenido a Podesta, que desde las elecciones ha permanecido alejado de la atención mediática y en esos momentos se encontraba de viaje con su mujer.

La primera respuesta del demócrata llegó por un largo hilo de tuits. “A ver si lo entiendes, los rusos cometieron un delito cuando me robaron mis emails para ayudarte en las elecciones”, escribió en uno de los siete mensajes. “Quizás podrías intentar mencionarle eso a Putin”, continuó. “Tío, céntrate. Estás representando a Estados Unidos en el G20”, concluyó. Podesta también cuestionó que los líderes de los países más importantes del mundo estuvieran hablando sobre él ya que el objetivo de la cumbre es tratar los principales retos globales como el cambio climático o el comercio.

El día transcurrió. Trump se reunió con el presidente ruso bajo la sombra de las hipótesis que flotan por Washington y según las cuales el equipo del republicano podría haberse coordinado con el Kremlin para interferir en el proceso electoral estadounidense. Esa posibilidad la investigan las agencias de inteligencia americanas, dos comités del Congreso y Senado, y un fiscal especial.

Entrada ya la tarde en Washington, Podesta publicó un artículo de opinión: ¿Por qué está tuiteando Trump sobre mí cuando debería estar haciendo su trabajo? El exasesor de Clinton volvió a cargar contra el presidente, criticando su cercanía con Putin durante su largo encuentro así como la falta de mano dura contra el Kremlin por haber robado información de los demócratas durante la campaña. Podesta también incidió en la falsedad del mensaje de Trump: “Yo no tenía nada que ver con el Comité Nacional Demócrata (DNC) —yo era jefe de la campaña de Clinton. No hubo ningún servidor del DNC que yo pudiera proveer y nunca me preguntaron por ninguno. Segundo, la CIA no juega un papel en la inteligencia doméstica —de hecho, está prohibido. La CIA nunca pediría un servidor a nadie del DNC. Si el FBI lo hizo, no lo sé más allá de lo que he leído”.

El demócrata, a quién la polémica sorprendió durante un viaje en coche por EE UU, concluyó sus palabras de esta manera: “Solo Dios sabe qué estará tuiteando nuestro presidente para cuando mi mujer y yo estemos llegando a Utah”.