Maduro, acusado de pagar 11 millones de dólares en negro para la campaña de Chávez
Además del actual mandatario venezolano, la pareja de publicistas brasileños formada por Monica Moura y Joao Santana acusan también al ex presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, de abonar 500.000 dólares
Nicolás Maduro pagó 11 millones de dólares en negro por servicios prestados para la campaña de reelección en 2012 de Hugo Chávez, del que entonces era su hombre de confianza y canciller, a la famosa pareja de publicistas brasileños Mônica Moura y João Santana. La acusación, formulada por Moura, forma parte del acuerdo de colaboración que el matrimonio firmó con la justicia brasileña en el caso Odebrecht para rebajar su condena de ocho años de prisión.
"Maduro recibía a Mônica en su despacho, le entregaba maletines de dinero y le proporcionaba una escolta para brindarle seguridad durante el recorrido de la cancillería a la productora", dice la declaración de Moura hecha pública por la Suprema Corte de Brasil este jueves.
Como ocurre en la trama corrupta destapada en Brasil, el dinero, según Moura, venía de dos constructoras con negocios públicos en Venezuela: Odebrecht y la también brasileña Andrade Gutiérrez. Maduro fue, según ella, quién exigió el pago no contabilizado. La mujer de Santana dice que las dos empresas abonaron 9 millones de dólares en una cuenta de Suíza para la campaña, mas allá de los 11 millones de dólares en efectivo entregados por Maduro en Caracas.
Moura dice, en el documento, que la campaña de Chávez no ha pagado otros 15 millones de dólares acordados por los servicios prestados. Describe también que fue el ex embajador de Venezuela en Brasil, Maximilien Arvelaiz, el intermediario entre las constructoras brasileñas y la campaña de Chávez. Según Moura, el ahora presidente de Venezuela pidió que "casi todos los valores" fueran remitidos a su empresa a través de la llamada caja 2 (no declarada).
Acusación contra Martinelli
La confesión de la pareja de publicistas, que hizo fama y carrera internacional tras manejar las exitosas campañas de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, es otro capítulo del caso Odebrecht que salpica a los Gobiernos vecinos. Cuando Santana y su esposa-socia fueron detenidos hace más de un año y condenados a ocho años por lavado de dinero, se disparó la tensión en varios países donde trabajaron, de Venezuela hasta la República Dominicana, El Salvador y Panamá.
Ahora el temor empieza a transformarse en amenaza real con el relato detallado de la trama que involucra cuentas secretas y maletines de dinero en varios países. En el documento suscrito con la justicia brasileña, Mônica Moura dice que el expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, también entregó 500.000 dólares en negro para la campaña derrotada de José Domingo Arias en 2014.
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