Indignación e ira entre la prensa mexicana por el asesinato de periodistas
Decenas de informadores protestaron en la capital tras el mes más mortífero para los comunicadores.
Decenas de periodistas protestaron el sábado por la violencia contra los periodistas que ha dejado 123 informadores asesinados desde el año 2000.
El mes de marzo de 2017 ha sido especialmente sangriento con el asesinato de tres periodistas en pocas semanas. La última víctima, Miroslava Breach, corresponsal del diario La Jornada en Chihuahua, fue asesinada el jueves de ocho balazos cuando salía de su casa.
"Los colegas que están en riesgo son los que trabajan en los estados, en las provincias, explica Arturo Cano, periodista del diario La Jornada, en el que trabajaba Breach. "En la trágica lista de 123 periodistas asesinados en los últimos años no hay ni uno solo que trabaje en un medio nacional y fuera asesinado durante una cobertura. Los frágiles y vulnerables son los compañeros en los estados que están en primera línea de batalla", añade Cano.
Arropados por decenas de personas, la prensa se concentró en el Ángel de la Independencia de la Avenida Reforma y caminó posteriormente hasta la sede de la Procuraduría General de la República (PGR) en protesta por el fracaso de las instituciones y mecanismos creados, que no han servido para detener las agresiones en México, uno de los países más peligrosos del mundo para la prensa.
"Los periodistas no somos ciudadanos de primera pero cuando se asesina a un periodista se agrede simultáneamente la libertad de expresión y eso pone en riesgo una sociedad democrática", añade Cano. "El Estado mexicano ha sido incapaz de responder a todo ello" .
Para la periodista Sandra Rodríguez, con el asesinato de Miroslava "se manda un mensaje muy claro para los periodistas de Chihuahua; se les dice de forma muy clara que hay temas en la Sierra Tarahumara- conocida por ser una importante zona de paso para las redes del narcotráfico-que no se pueden tocar", dice la reportera de Sinembargo.
Precisamente uno de los últimos reportajes de Miroslava tenía que ver con los campesinos desplazados de la sierra, obligados a sembrar amapola para el 'narco'. "Con estas muertes están imponiendo amplias zonas de silencio en todo el país. No sabemos nada de Tamaulipas, La Laguna, Allende, zonas de Veracruz...", añade.
La clave es la palabra "impunidad" en el marco de una violencia desbordada hacia la población en general. "Estamos hablamos de una nueva forma jurídica llamada impunidad consistente en no castigar nada", explica John Gibler, periodista y escritor estadounidense con más de una década viviendo en México. "La impunidad es la libertad de expresión de los asesinos", dice.
El asesinato de Miroslava, una de las periodistas más reconocidas en el norte del país, se dio cuatro días después del asesinato de otro reportero, Ricardo Monluí, quien escribía sobre los conflictos del sector azucarero del estado de Veracruz y Cecilio Pineda en el estado de Guerrero, ocurrido el 3 de marzo. "Justicia para ellos" fue el grito más coreado durante la protesta.
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