Jeremy Corbyn: “Debe quedar claro que aceptamos el ‘Brexit”
El líder laborista defiende el "derecho incondicional" de los europeos a permanecer en Reino Unido y asegura que "el problema no es controlar la inmigración, sino la explotación"
Los británicos votaron por el Brexit y muchos acusan al líder laborista de no haberse implicado lo suficiente en la defensa del proyecto europeo. Los diputados británicos aprobaron hace dos semanas autorizar a Theresa May para iniciar la ruptura, sin que prosperara una sola enmienda a su proyecto. La primera ministra se dispone a iniciar el camino hacia una ruptura limpia y radical con la UE y, para Jeremy Corbyn, el controvertido líder de la izquierda, “la verdadera lucha empieza ahora”. En la víspera de que pronuncie su segundo discurso del año sobre el Brexit y de que se conozca el resultado de dos elecciones parciales que pueden ahondar aún más la crisis en su partido, el veterano socialista recibió ayer a tres periodistas de LENA para hablar de su postura ante un proceso que transformará su país.
Pregunta. ¿A qué se refiere con que “la verdadera lucha empieza ahora”?
Respuesta. La votación parlamentaria fue un procedimiento para empezar las negociaciones. La lucha empieza ahora sobre los derechos de los nacionales europeos, sobre nuestra relación comercial con Europa, sobre los derechos de los trabajadores, el medioambiente y el tipo de economía que queremos. May amenazó con convertirnos en una especie de paraíso fiscal en la orilla de Europa, una idea que me alarma. Yo quiero una buena y efectiva relación con Europa.
P. Ante una decisión que definirá una época, impuso usted la disciplina de voto para impedir a muchos de sus diputados votar en conciencia. ¿Por qué lo hizo?
R. El laborismo está en una posición única entre los partidos británicos. La gran mayoría de los diputados votó por permanecer, pero dos tercios de las circunscripciones que representan apoyaron el Brexit. Por eso creo que debemos hacer dos cosas. Primero, establecer cuál debe ser nuestra futura relación con Europa. Y segundo, dejar claro que aceptamos el resultado del referéndum. Fue el mayor proceso electoral de la historia británica y debe quedar claro que lo respetamos. Por eso lo hice. Cualquier otra alternativa habría sido peor.
P. Hay quien defiende que la lucha podía haber empezado en la campaña.
R. Hemos hecho campaña duramente por permanecer en la UE y reformarla. No está exenta de críticas, como la desregulación y la privatización de los servicios públicos. Mi mensaje era que debíamos permanecer y reformar.
P. Si la Cámara de los Lores, que debate estos días el proyecto de ley del Brexit, aprueba enmiendas, ¿qué harán cuando vuelva a la cámara baja?
R. Las apoyaremos. Creemos que pueden aprobar dos: la necesidad de que haya un verdadero voto al final del proceso y la garantía de los derechos de los europeos residentes en Reino Unido. Somos claros: todos los nacionales de la UE deben tener un derecho incondicional a permanecer en Reino Unido.
P. ¿Cree de verdad que a Reino Unido le puede ir mejor fuera de la UE?
R. Depende del comportamiento de nuestra economía. La industria británica comercia abrumadoramente con Europa, en bienes y servicios. Si no tenemos una relación comercial fluida es difícil que la industria británica mantenga su vigor. Los fondos regionales de la UE también son importantes. Si se van, deberán ser remplazados por el Gobierno británico. Pero también hay una oportunidad para nosotros de controlar esa inversión. El laborismo propone un banco nacional de inversiones con una base regional para sustituir los fondos europeos. El problema en Reino Unido es la desigualdad y el número de personas con empleo que viven en la pobreza.
P. ¿Es la inmigración demasiado alta en la actualidad?
R. Yo no pongo cifras a la inmigración. Reconozco que sin el trabajo de los nacionales europeos que trabajan en la sanidad y la educación, estarían en mucho peor estado del que están ahora.
P. ¿Por qué al laborismo le cuesta tanto ofrecer un discurso claro sobre la inmigración?
R. La manera en que grupos de trabajadores son reclutados en países centroeuropeos para trabajar en la construcción en Reino Unido es una explotación grotesca. Rebaja las condiciones laborales y crea tensiones enormes en las comunidades locales. La clave no es controlar la inmigración, sino la explotación.
P. Los delitos xenófobos se dispararon tras el referéndum. ¿Ha hecho el Gobierno lo suficiente para combatirlo?
R. Debe hacerse mucho más. Los crímenes de odio han subido, la xenofobia ha subido, no hay duda de eso. Debemos cohesionar las comunidades. Por eso el mensaje que he transmitido en las elecciones parciales de este jueves es que el UKIP no ofrece soluciones a nada, solo busca a alguien a quien culpar. Continuar con la cultura de la acusación no construye casas ni escuelas.
P. ¿Le preocupa el efecto del Brexit en el auge de la derecha nacionalista en Europa?
R. Me alarma. Europa se ha beneficiado enormemente de los trabajadores inmigrantes. Toda Europa es un producto de los flujos migratorios de diversos tipos. El populismo de derechas siempre es un peligro. Pero no es menos relevante el auge en todo el mundo de una izquierda que desafía la ortodoxia económica y las supuestas soluciones a la crisis de 2008, en la que el sistema bancario fue rescatado y a cambio se ahogo de fondos al sector publico. Hay una posición económica de izquierdas que es muy diferente y esa es la que fui elegido para representar, en las dos batallas por el liderazgo que he ganado.
P. Las encuestas no parecen arrojar esperanzas sobre su proyecto…
R. La militancia del partido ha crecido mucho. Sé que miembros y votantes no es lo mismo necesariamente, pero nunca hemos tenido tantos afiliados. La mayor parte de nuestro apoyo viene de gente que obtiene su información por sus propios medios en las redes sociales. No nos va tan bien entre quienes leen periódicos de derechas. Creo que nuestro apoyo crece a medida que difundimos nuestro mensaje sobre la sanidad, la educación, las oportunidades, la vivienda. Creo que podré ganar las elecciones.
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