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La haka de Theresa May

Lluís Bassets


La campaña del Brexit fue un saco de mentiras, pero la negociación no le va a la zaga. La mayor de todas, que Reino Unido no fuera hasta ahora un país soberano e independiente. Y la segunda, que se pueda desconectar sin más de Europa y reconectar libremente con el mundo, y todo ello sin apenas costes, por supuesto, o incluso con ganancias inmediatas. Esta es una música conocida en España.

Bajo el liderazgo de los conservadores, aparecerá ahora un país nuevo, una Unión Británica Global, en sustitución de la vieja Unión Británica europea, que recuperará el prestigio y la proyección del imperio victoriano. Es evidente que mantendrá todo lo bueno que pudiera haber en Europa —el mercado único de capitales, bienes y servicios— y se desprenderá de todo lo malo, y entre lo más notable la llegada de inmigrantes europeos. De cara a los impacientes, ya ha empezado a adelantar los deberes, aunque nada tendrá vigencia hasta consumarse la separación: una ley derogatoria de la legislación europea, medidas de control y limitación de trabajadores extranjeros y el anuncio de activar el artículo 50 con el que se pide el divorcio lo más tarde en marzo.

La señora May era una moderada partidaria del Remain, pero ahora se ha convertido en una feroz impulsora del Brexit duro, hasta el punto de recuperar el lenguaje y los argumentos de los más extremistas brexiters. No es extraño que el partido de la independencia (UKIP) esté en crisis. Del Labour, en cambio, quiere a sus votantes trabajadores, a los que pretende seducir con políticas de estímulo de la demanda que hubieran recibido la aprobación de Keynes y con su proteccionismo de los puestos de trabajo británicos frente a los inmigrantes. Este es el nuevo centrismo conservador, que compite con el antieuropeísmo de Farage y con la antiglobalización de Corbyn.

La conferencia conservadora es el anuncio de que vamos a una pelea a cara de perro, con más amenazas y decisiones destinadas a dañar al vecino, propias de las épocas proteccionistas, que negociaciones sinceras y pactos leales entre Londres y Bruselas. Tal como lo ha planteado Theresa May, el Brexit es un juego de suma cero, en el que lo que gana uno lo pierde el otro, e incluso de suma negativa, en el que nadie gana y pierden todos.

Comentarios

"La campaña del Brexit fue un saco de mentiras" ¿Mentiras? Nos podría explicar cuáles fueron esas horribles mentiras? Para quienes seguimos la maniobra de cerca habrían muchas cosas, pero "mentiras" pues no detecté ninguna. Lo que sí detecté fue el deseo de los británicos de no ser esclavos de los alemanes y franceses. Le recuerdo dos versos del Rule Britannia: "Rule, Britannia! rule the waves: "Britons never will be slaves." Y como españoles, por lo menos deberíamos comprender que los británicos no se dejan por mucho tiempo, y ese tiempo se acabó.
Nadie medianamente serio discute que hubo mentiras ya que uno de los mentirosos lo admitió nada más ganar el referendumhttp://www.abc.es/internacional/abci-farage-admite-campana-leave-mintio-sobre-dinero-pagan-union-europea-201606241339_noticia.htmlLo único que está claro es que el Brexit economicamente no sera bueno ni para unos ni para otros pero políticamente es una oportunidad para la UE de cambiar el rumbo e ir a una integración reforzada entre aquellos que estén por la labor.Los británicos han tomado su decisión y a partir de ahora tendrán que hacerse cargo de sus consecuencias. Ayer tuvimos un pequeño adelanto en el parlamento de Estrasburgo.
Entiendo, comparto y me parece totalmente acertada la posición adoptada por el actual Gobierno británico respecto a la inmigración. El fenómeno de la globalización genera efectos muy perjudícales para las poblaciones locales. La inmigración no solo es un concepto, son personas, son mano de obra, son trabajadores que compiten con los trabajadores oriundos dificultando su incorporación al mercado laboral. La inmigración descontrolada, masiva, y planificada por las elites dirigentes de los países de origen perjudica de forma importante el interés de las poblaciones de los países de destino.En mi opinión, hay que poner limitaciones a lo que se conoce como competitividad global. El número de personas, trabajadores, que están capacitadas para competir en un contexto internacional es muy reducido. Los inmigrantes pueden venir a nuestro entorno local, a quitarnos nuestros puestos de trabajo, pero el fenómeno contrario no es posible. La gran mayoría de los países de origen de la inmigración, curiosamente, son cerrados a la entrada de inmigración. Ya no hablemos de las elevadas ayudas económicas que reciben, por ejemplo, en países como Reino Unido, pagadas con los impuestos de los ciudadanos nacionales, a los que, por otra parte se les niega el mismo tipo de ayudas. Hay que poner limitaciones a lo que se conoce como competitividad global, no solo a la entrada de inmigración sino también a la entrada de productos, fabricados en países cuyos costes de producción son más bajos únicamente gracias a la explotación que sufren sus trabajadores.Una de las principales causas de la crisis que sufre la socialdemocracia europea, incluido el PSOE, es debido a su posicionamiento a favor de la competitividad global, a favor de la libre circulación de bienes y personas, trabajadores. La socialdemocracia lleva no años, sino décadas, defendiendo políticas que perjudican los intereses de los sectores sociales cuyos derechos dicen defender, los trabajadores.
Ah, una mentira de 350 millones a la UE... ¿Y cuántos votos produjo tal mentira? Los británicos decidieron salir de la EU, no por 350 millones de libras, sino que por 350 millones de abusos de la tiránica y criptócrata Bruselas. Basta caminar por cualquier ciudad británica y hay 1000 razones por hora para cerrar fronteras y abandonar a la enferma europa. Y si a eso se le añaden los miles de millones que cuesta acoger a cuanta persona que se siente en derecho de mudarse a Londres, no es de extrañar que votaran Brexit. Ahora, es indudable que los países que reciben dinero europeo estén molestos y se sientan "traicionados." Pues los donantes se han hartado de donar, señores, a trabajarnse andicho que no hay más regalitos. Pero de allí a clamar que se fueron engañados hay un trecho triste y agitprop podemitico. Pero con insultos no se convence a nadie, especialmete cuando lo que se busca es extorsionar dinero. En cuanto a que GB pierde, le recuerdo que la EU es un blip en la historia del Reino Unido. Una idea para ponerle el bozal a los alemanes y los franceses para que dejaran de pelear cada 25 años. Idea Americana igual que la fracasada ONU.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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