Francia toma medidas para frenar el avance del islam radical
París ordena el cierre de 20 mezquitas y vigilará mejor la formación de los imanes
Desde el pasado mes de diciembre, Francia ha ordenado el cierre de una veintena de mezquitas radicales, según anunció este lunes el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve. Desde 2012, 80 imanes han sido expulsados del país por su discurso contrario a los valores de la República. El Gobierno y el Consejo Francés del Culto Musulmán crearán antes de finales de año una Fundación con el objetivo de “garantizar la transparencia” en la financiación de mezquitas. La relación de la segunda religión del país con la República está en el centro del debate político desde el último atentado yihadista en una iglesia de Normandía.
“En Francia no hay lugar para aquellos que (…) llaman al odio”, recordó el ministro tras reunirse durante la mañana con los representantes del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM). Desde el pasado diciembre, el Ministerio ha ordenado el cierre de una veintena de mezquitas o salas de rezo consideradas radicales y “habrá más [clausuras], dadas las informaciones de las que disponemos”, advirtió. Se estima que hay unos 120 templos de influencia salafista, sobre un total de 2.500 lugares de culto musulmanes. El Gobierno ha ordenado la expulsión de unos 80 imanes desde 2012 y decenas están siendo examinadas.
La organización del Islam en Francia, país con mayor número de musulmanes de Europa, y sus fuentes de financiación están en el centro de la reflexión desde el último atentado. Una de las grandes cuestiones corresponde a la formación de los imanes, para los cuales se estudia una base de enseñanza común. El CFCM ha creado también un consejo teológico que trabaja desde mayo en las formas de “desmontar la argumentación yihadista”. Después del verano iniciará también la redacción de una convención que se distribuirá a los imanes de todo el país. El Gobierno por su parte recuerda que existen ya en el país 13 títulos universitarios para formar a los imanes dentro del “respeto de los principios republicanos”.
El Gobierno y el CFCM crearán también antes de finales de año una Fundación que participará en la financiación de instalaciones y actividades culturales de todo tipo, como coloquios y “estudios laicos” relacionados con el Islam. El Gobierno busca todavía las formas en las que podría acompañar la formación teórica de los imanes y de garantizar la transparencia en la financiación de las mezquitas “dentro del respeto riguroso de los principios de laicidad”. Cazeneuve fue especialmente cauto al referirse a los contornos de esta Fundación, ya que la ley de separación entre Estado e Iglesia prohíbe toda financiación pública de actividades o lugares religiosos. Tras un “trabajo técnico que es difícil”, Interior someterá sus propuestas al jefe del Gobierno durante el verano y comunicará los detalles en octubre.
El primer ministro, Manuel Valls, ya había anunciado durante el fin de semana su intención de prohibir temporalmente toda financiación extranjera en la construcción de mezquitas para evitar cualquier posible vínculo de subordinación con un tercer país. En torno al 20% de la financiación de las mezquitas corresponde a aportaciones extranjeras, en particular de Marruecos, Argelia y los países del Golfo, y se concentra en las grandes mezquitas. El debate no es nuevo y en 2005 ya se creó una Fundación con el principal objetivo de controlar los fondos destinados a estos lugares de culto. Pero las divisiones internas han impedido su puesta en marcha efectiva.
Una tasa sobre la carne halal
En su búsqueda por garantizar una financiación independiente de países extranjero del Islam en Francia, el Consejo Francés del Culto Musulmán estudia varias pistas, como la creación de una tasa sobre los productos alimentarios halal. También contempla pedir una contribución de entre diez y 20 euros a los peregrinos que viajan a la Meca —Francia cuenta cada año con unos 30.000 peregrinos—, según indicó Anouar Kbibech, presidente de la institución a la radio France Info.
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