El sueño de un niño palestino
El menor que perdió a su familia en un ataque de colonos judíos conoce a Ronaldo en Madrid
Ahmad Dawabsheh acaba de cumplir su mayor sueño: “Conocer al futbolista del Real Madrid Cristiano Ronaldo”. El niño palestino de cinco años pudo reunirse el pasado jueves en la capital española con todos los jugadores de su equipo preferido. Los había visto día tras día en las fotografías que adornaban su habitación, en la aldea palestina de Duma (Cisjordania), hasta que el pasado 31 de julio extremistas judíos de ultraderecha la quemaron con el resto de su casa. Su hermano Ali, de 18 meses, murió durante el incendio. Su padre, Said, de 32 años, sobrevivió ocho días en el hospital; su madre, Riham, de 27, luchó durante un mes más hasta que las heridas provocadas por el fuego le causaron la muerte.
El único superviviente del ataque es Ahmad, que sufrió quemaduras en el 80% de su cuerpo. “Ahora se siente como un pájaro en libertad que acaba de salir de su jaula”, explicaba ayer en la Embajada palestina en Madrid su abuelo materno, Husein, que lo ha acompañado en el viaje. La “jaula” es el hospital Tel Hasomer, cerca de Tel Aviv, en el que Ahmad ha vivido los últimos siete meses y medio y donde se ha sometido a tres operaciones. “Los médicos le han dado permiso para hacer el viaje, para que tenga una semana de descanso como parte de su terapia”, continúa Husein. Cuando regrese, Ahmad deberá someterse a “otras tres operaciones” y tendrá que permanecer ingresado al menos cuatro meses más. Aunque durante los próximos 10 años “sus médicos han dicho” que volverá a ser intervenido en más ocasiones.
El pequeño muestra como un trofeo el balón que le han firmado todos los jugadores. Fue este fervor por el equipo merengue el que hizo posible el viaje de Ahmad a Madrid. Fotografías del niño con el cuerpo completamente vendado pero vestido con una equipación del Real Madrid se convirtieron en virales en las redes sociales, y dos peñas madridistas, Merengue Palestine y Jordan Blancos (de Palestina y Jordania), se movilizaron para que la Fundación Real Madrid invitara al pequeño.
“Ahora Ahmad no quiere regresar”, sonríe su abuelo. Pese a que dos radicales judíos están siendo procesados por la justicia israelí como autores de la matanza, Husein afirma que “no se sienten seguros en Duma”. “Después del ataque, el Gobierno israelí no ha tomado medidas para protegernos”, se queja. Desde la agresión, “otras casas en Duma han amanecido con pintadas amenazantes en las que se podía leer: ‘Habrá un Duma 2 y un Duma 3”, continúa Husein, que asegura que los niños de la aldea “no quieren dormir en las primeras plantas ni junto a las ventanas” por temor a morir abrasados.
“El día del juicio contra los dos radicales [el pasado 3 de enero], los acusados nos provocaban y nos hacían señales con las manos diciéndonos que iban a ir a por nosotros”, recuerda Husein, que acudió al tribunal.
El ataque con cócteles molotov contra la casa de la familia Dawabsheh es una de las 221 agresiones perpetradas por colonos judíos contra palestinos o sus propiedades en 2015, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA, en sus siglas en inglés). Hasta el 14 de marzo de este año, el organismo ha contabilizado un total de 25. Según Husein, el Gobierno israelí no ha sufragado la reparación de la casa al considerar que los responsables pertenecen a una organización terrorista. “Han sido los vecinos de Duma quienes nos han ayudado”, aclara el abuelo. “Y es Palestina quien corre con los gastos de Ahmad en el hospital”, confirma un portavoz de la Embajada en Madrid.
Pero las pintadas y las provocaciones no han sido la peor situación vivida. “Hace dos meses, en el hospital, niños de unos 12 años que visitaban a un paciente arrojaron botellas a mi nieto cuando paseaba con él por el pasillo”, lamenta, y culpa a los padres por educar a sus hijos en el odio.
Ahmad regresará el lunes a Palestina. Y tras cumplir su sueño, ya tiene en mente una nueva meta que alcanzar: quiere ser “piloto de aviones”.
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