“Hasta el venezolano chavista quiere un cambio ya”
Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, habla sobre la crisis de su país y sobre la educación de sus dos hijos
“¡Mucha fuerza!”. Una pareja de jóvenes venezolanos reconoce en el centro de Madrid a Lilian Tintori (Caracas, 1978) y le da ánimos. La esposa del líder opositor Leopoldo López cierra el puño derecho. Tintori ha viajado a España con sus dos hijos, Manuela Rafaela, de seis años, y Leopoldo Santiago, de dos. Ser madre es la otra batalla diaria de su vida.
Pregunta. ¿Cómo le ha cambiado la vida en estos dos años en que está preso su marido?
Respuesta. Totalmente. Lo que no ha cambiado es mi amor por él y por sus ideas. Yo me casé con Leopoldo y me casé con su proyecto de país, que es la mejor Venezuela. Eso ha aumentado. Todo lo demás ha cambiado. Vivo sola, crío sola a mis hijos, viajo por el mundo, lucho por la democracia... Estoy dedicada en cuerpo y alma a todos los presos políticos. He tenido que sacar todas mis fuerzas para aguantarlo. Todos los días lo supero.
P. ¿El momento más duro?
R. Cuando Leopoldo hizo una huelga de hambre de 30 días para lograr una fecha para las elecciones. Ver su cuerpo me generó mucho sufrimiento. También cuando le condenaron a casi 14 años, sin prueba alguna, solo porque usó su voz y piensa distinto a Nicolás Maduro. Fue una cachetada a la justicia. Es inhumano.
P. ¿Qué echa más de menos?
R. La hora de dormir. Nos acostábamos los cuatro en la cama, leíamos la Biblia y rezábamos. Estábamos en familia. Lo más valioso de la vida es el hogar, ese momento íntimo.
Vivo sola, crío sola a mis hijos... He sacado todas mis fuerzas para aguantarlo
P. ¿Cómo lleva usted su protagonismo?
R. Con paciencia y dignidad. Todo lo hago por amor. No soy la única mujer de preso político. Hay tres encarcelados cinco pisos por debajo de la tierra, en un lugar que llaman La Tumba. Todos estamos presos en Venezuela. Yo también. Presos de un sistema antidemocrático que fracasó. Trato de ser la voz de los que no pueden denunciar y tienen miedo, de los torturados y asesinados. Mi corazón no se ha llenado de odio ni rencor.
P. ¿Hasta qué punto es trágico el desabastecimiento?
R. Cada día, a las dos de la mañana, el venezolano se pone en una cola. Después de seis o siete horas, ya no hay el producto o no le alcanza para pagar debido a la inflación. Salimos de casa con miedo. Te pueden secuestrar. Con la crisis que hay, el venezolano roba. Cada 20 minutos hay un asesinato. 100.000 madres se quedaron sin sus hijos en los últimos años. Eso no es Venezuela. Ese régimen no nos representa. El venezolano es familiar, alegre, cariñoso, compañero, y eso nadie nos lo va a quitar. Esta lucha no es solo política, es de valores.
P. ¿Puede haber una salida de Maduro?
R. El país está listo para el cambio y la salida va a ser constitucional. La única vía es la pacífica. Hasta el venezolano chavista quiere un cambio ya. Son 16 años con el mismo sistema. Les engañaron y el país está quebrado.
P. ¿Está unida la oposición?
R. Más que nunca.
P. ¿Cómo le explica a sus hijos qué pasa con su padre?
R. A Manuela le digo toda la verdad. Ven a su papá como un héroe. Se sienten orgullosos.
P. ¿Cree que el caso se ha usado políticamente?
R. No. España ha sido un país hermano. El presidente Rajoy fue el primero que nos recibió. Nunca lo olvidaremos.
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