La UE enviará en febrero una misión a Teherán para abrir vías de negocio
Europa quiere recuperar el papel comercial e inversor que mantenía antes de las sanciones
La UE tiene mucho que ganar en el deshielo de las relaciones con Irán. Como principal socio comercial y uno de los grandes inversores en el país persa antes de las sanciones, el bloque comunitario aguarda oportunidades de negocio millonarias para sus empresas. Una misión de expertos de la Comisión Europea y del servicio diplomático viajará a Teherán en febrero para abrir camino, principalmente en el sector energético. Como primer gesto de aproximación, el levantamiento de las sanciones europeas ha liberado miles de millones bloqueados en 300 cuentas iraníes.
Europa ha sido la región más perjudicada por las sanciones aplicadas a Irán tras las ansias de proliferación nuclear que mostró el régimen iraní a partir de 2005. Los Veintiocho confían en que la misma lógica impere a la hora de recuperar terreno en la gran potencia de Oriente Próximo. Convencidos de que el sector energético encierra el mayor potencial, la Unión Europea enviará en la primera mitad de febrero a una quincena de expertos que exploren las oportunidades de negocio, explican fuentes comunitarias. Habrá especialistas de la Comisión —principalmente de energía— y del servicio diplomático para tantear las posibilidades de invertir de nuevo y comerciar con Irán.
Antes de las sanciones ligadas al programa nuclear, en 2011, la UE era el mayor socio comercial de Irán. Compraba casi una cuarta parte del petróleo que producía Irán y vendía bienes por valor de 10.500 millones. Ese volumen cayó a la mitad con la aplicación de medidas restrictivas. Las expectativas se centran ahora en superar con creces esas cifras. Alemania ya ha lanzado sus primeras estimaciones. La Cámara de Comercio e Industria (DIHK, por sus siglas en alemán) confía en duplicar en los próximos años las exportaciones que mantenían hasta ahora, hasta alcanzar los 5.000 millones de euros, informa Reuters.
Habrá algunas reticencias por lo que ha ocurrido durante los años anteriores, pero existe un gran interés por parte de las empresas de la UE por ir a Irán”, argumenta un alto cargo comunitario. El comisario europeo de Energía, Miguel Arias Cañete avanzó ayer: “El acuerdo de Irán abre la puerta a una cooperación más estrecha en energía. El trabajo ha comenzado, habrá anuncios pronto”, publicó en su cuenta de Twitter.
Contratos energéticos
Para incrementar su capacidad de producción de gas y petróleo, Irán necesita modernizar sus infraestructuras y las empresas europeas —las españolas entre ellas— aspiran a lograr contratos.
Frente al modelo estadounidense, con distintos tipos de sanciones de las que solo se ha levantado una parte, la UE ha puesto fin al grueso de las restricciones económicas y financieras que castigaban a Irán. El ejemplo más visible son las 300 cuentas (de un total de 450) de personas y entidades cuyos activos quedaron congelados ante las sospechas de que contribuían a la proliferación nuclear. Fuentes europeas las cuantifican vagamente en miles de millones de euros.
Otras 150 cuentas seguirán congeladas porque el levantamiento de sanciones contempla algunas excepciones: comercio de armas, de tecnología para desarrollar misiles y de productos ligados a la industria nuclear.
Casi una treintena de bancos han mantenido también vetado el acceso al sistema internacional de pagos Swift. Ahora volverán a formar parte de esta red internacional. Y 200 navieras volverán a poder operar en Europa. Se abre camino al comercio de petróleo, gas, productos petroquímicos y metales, así como a los vuelos operados por aerolíneas iraníes.
84 personas vetadas por violar los derechos humanos
Las sanciones más asfixiantes para Irán, las ligadas a su programa de proliferación nuclear, han quedado suspendidas. Pero la comunidad internacional tiene otras objeciones hacia el régimen iraní. Las violaciones de los derechos humanos observadas en este país han motivado la imposición de sanciones por parte de diferentes bloques. En el caso europeo, 84 personas y una entidad seguirán teniendo vetado el acceso a la Unión Europea por su participación en esas violaciones de derechos humanos.
Ligada a este capítulo, se mantiene la prohibición de vender a Irán cualquier tipo de equipos que puedan ser usados para la represión interna en el país (por ejemplo, tecnologías para supervisar las comunicaciones de los ciudadanos).
Tampoco saldrán de la lista negra los iraníes acusados de estar vinculados al terrorismo, especialmente en relación con la guerra siria. Irán es el principal apoyo exterior del régimen de Bachar el Asad.
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