Sbaraglia: “Macri es un lobo con piel de cordero”
El actor admite que “no se construyó un relevo a la altura de Néstor y Cristina Kirchner"
Leonardo Sbaraglia (Sáenz Peña, Gran Buenos Aires, 1970) es uno de los actores argentinos de más éxito. Protagonista de 'Relatos salvajes', 'Las viudas de los jueves' y 'Plata quemada', en 2016 estrenará cuatro películas: dos argentinas, una brasileña en español y otra coproducción hispanoargentina. Pero entre la gran pantalla, las miniseries de televisión, el teatro y su carrera de músico, se hace un hueco importante para apoyar al kirchnerismo y movilizarse a favor de Scioli.
Pregunta. ¿Cómo llega Argentina a estas elecciones?
Respuesta. Cuando se habla del momento actual, me retrotrae a 2000. Ese año me fui a España por ambiciones personales pero al mismo tiempo por el país. Argentina había pasado la época dura del presidente Méndez, yo no lo nombro para no tener problemas [se refiere a Menem]. Las ofertas de trabajo que podía tener acá eran pura boludez (tontería), aunque se ganaba mucha guita. Pero yo tenía ganas de desarrollarme. Me fui con la sensación de un país del “sálvese quien pueda”.
P. ¿Y volvió en 2006 porque vio otro país?
R. En 2002 fue un año muy importante porque se empezaba a ver la reacción del pueblo argentino. Veías que en una casa se abría un teatro, los trabajadores querían recuperar una fábrica. Y eso fue muy fuerte. Yo estaba allá, pero lo vivía como si estuviera acá. La gente se avivó (enteró) de que no iba a ser rica y por lo menos salió a hacer lo que quería. Ese proceso tiene continuidad con la asunción de Kirchner, con un 22% de los votos. Este tipo demuestra ser mucho más de centroizquierda. Recupera derechos de identidad argentina, cosas del Estado que se habían perdido, derechos humanos que estaban pendientes en Argentina, aunque Alfonsín había podido hacer mucho.
P. ¿Por eso volvió?
R. Empecé a volver por razones personales, de la crianza de mi hija, y por cuestiones que quería vivirlas más de cerca.
P. ¿Y si es así porque Macri puede ganar?
P. Son 12 años de gobierno en los que han pasado muchas cosas. Un sector de la sociedad argentina seguramente tiene razones para sentir cierto desgaste. Y además es difícil combatir contra grupos de medios poderosos.
P. Pero con esa misma realidad mediática el kirchnerismo sacó un 54% en 2011 y ahora, 37%…
R. Macri es un candidato que los medios han inventado de alguna manera. Tiene un discurso sin sustento político, parece una publicidad que está vendiendo. Aun así, con el apoyo de los medios y los grupos económicos más importantes del país, a Macri le costó muchísimos años llegar.
P. ¿La gente es manipulable ahora que puede ganar Macri y no lo era cuando ganaba el kirchnerismo?
R. No creo que la palabra sea manipulable. Si uno lee el mismo diario y mira la misma televisión vive una realidad. Evidentemente hay que hacer una autocrítica, el Gobierno tendrá que hacerla. No se ha construido un recambio a la altura de lo que eran Néstor y Cristina. Uno que podría seguir la línea es Kicillof (ministro de Economía): es brillante, valiente, con la capacidad de sentarse enfrente de gente muy poderosa y plantársele, como con los fondos buitre.
P. ¿Elegir a Scioli fue un error?
R. No, Scioli fue el que tenía más posibilidades presidenciables. Vos lo escuchás ahora a Scioli en el debate y fue aprendiendo también. Como dice Alejandro Dolina, “puede haber peores, mejores, pero es el que tenemos ahora”. Así como en España está Rajoy, en Francia Sarkozy y en Italia Berlusconi, Macri es eso. Scioli representa ir contra la derecha. Del otro lado está, como decía (el científico Alberto) Kornblihtt, el lobo disfrazado de cordero. No digo que del lado del kirchnerismo sean todas rosas, pero uno puede seguir luchando. Con lo otro es tirar todo a la mierda, es volver a regalarse a la economía de EE UU, al capitalismo.
P. Argentina tiene una pobreza del 21% y la economía casi no ha crecido en cuatro años…
R. Bastante poca consecuencia ha tenido acá la crisis internacional. Argentina estaba en el fondo, veinte pisos abajo y ahora quizás estamos un piso arriba, no digo diez.
P. ¿Por qué cree que mucha gente que nunca pensó en votar a Macri ahora lo apoya?
R. La gente también cree que hay milagros. Se venden soluciones mágicas, “se viene el cambio, la alegría, la reconciliación nacional, ahora todos vamos a dejar de discutir, vamos a ser amigos de nuevo”. No existen los milagros.
P. ¿Qué quedará del kirchnerismo?
R. Aunque gane Scioli vamos a vivir momentos más delicados porque hay medidas que seguramente habrá que tomar. Pero a partir de Scioli se pueden construir de manera más humana. Para el kirchnerismo es un llamado de alerta lo que ya pasó. ¿Por qué sacó 37%? Argentina está mucho mejor, y esto no lo hizo solo el kirchnerismo, lo hicimos entre todos. La gente que vota a Macri también formó parte de este proceso para que Argentina esté mejor, hay que decirlo.
P. Tal vez la presidenta no acabó de reconocer eso.
R. Hay un tema de comunicación que seguramente tienen que mejorar.
P. ¿Viene un nuevo 2001?
R. No, esperemos que no. Lo pasó en 2001 pasó porque veníamos de diez años de Méndez y neoliberalismo feroz. Ahora el país está asentado sobre cosas mucho más fuertes. Si gana, Macri tiene que empezar a repartir la torta para la gente que lo puso ahí. Es bastante dramático. Pero la gente es mucho más consciente. Antes estaba mucho más desprotegida. Ahora todo ese entretejido social, solidario, de lucha ideológica se ha reconstruido. No creo que el pueblo argentino se deje así como así, así como se dejó con el menemismo.
P. ¿Cómo está la cultura argentina?
R. El año pasado se hicieron más de 150 películas, en 1999 era impensable. El cine argentino está en uno de sus mejores momentos, reconocido a nivel internacional. Estamos casi todos movilizados tratando de defender de manera absolutamente espontánea y sin ningún interés el país que tenemos. Mis jefes, los tipos que me contratan seguramente son más macristas. No sé si me conviene implicarme. Pero uno lo hace porque le sale. Prácticamente un 90% de la gente de la cultura está luchando, yo no lo había visto en mi vida. Luchamos por la Argentina, no por Scioli. Estamos movilizados porque sabemos la que se nos viene. Algunos dicen “es que no puedo comprar lo que yo quiero, no puedo comprar el Iphone, no puedo comprar dólares. Y es legítimo. Pero esa gente tiene que ser consciente de que no está comprando su iPhone pero quizás hay un tipo que está comiendo mejor, que ya no le duelen las tripas de hambre.
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