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La mayoría de los portugueses cree en unas elecciones anticipadas

Partido Comunista y Bloco de Esquerda solo le garantizan al PS un Gobierno de cuatro años si renuncia a cumplir compromisos con Bruselas

De izquierda a derecha, el primer ministro Pedro Passos Coelho (PSD-CDS) y el líder socialista António Costa.
De izquierda a derecha, el primer ministro Pedro Passos Coelho (PSD-CDS) y el líder socialista António Costa.JOAO RELVAS (EFE)

Dos semanas después de las elecciones portuguesas ni hay Gobierno ni se atisba de qué signo será. Pero la mayoría ciudadana tiene meridianamente claro el futuro político: más tarde o más pronto, habrá elecciones anticipadas.

Según un sondeo de Aximage, el 48% de los encuestados cree que habrá elecciones antes de 2019, frente al 42,5% que cree que no. El 45% piensa que serán en dos años o antes. Los más crédulos en un ejecutivo que dure cuatro años son los partidarios de la coalición PSD-CDS (48%9), que ganó pero perdió la mayoría. Los que menos creen en un Gobierno estable son, precisamente, los simpatizantes del PC, cuyo partido había ofrecido un acuerdo estable.

Al 61% de los encuestados lo que más le preocupa es el paro; solo al 7,1% le importa si se cumple o no el déficit presupuestario por debajo del 3%, algo que para la coalición gobernante es fundamental.

La sabiduría popular se adelanta a los contactos entre las diversas fuerzas políticas para intentar formar un Gobierno “estable y comprometido con los compromiso internacionales”, tal y como ha dicho el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, que esta semana encargará Gobierno tras escuchar a las fuerzas parlamentarias salidas de las urnas: PSD-CDS (107 escaños), PS (86), Bloco de Esquerda (19), PC (17) y el animalista PAN. En vísperas de la decisión, la coalición de centro derecha y el PS se acusan mutuamente de no querer negociar.

Un acuerdo de izquierdas le garantiza al socialista António Costa ser primer ministro; un acuerdo con el centro, solo un subalterno obediente

Si el sábado, el socialista Costa envió una carta al centrista Passos Coelho acusándole de ocultar la real situación financiera del país, hoy domingo el líder del PSD-CDS le contesta con otra de tres folios en la que de dice que su actitud "frustra" un acuerdo de PSD-CDS con PS. "El PS prefiere gobernar", dice la carta, "con la extrema izquierda a negociar con los partidos europeístas".

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Durante la semana, han continuado las reuniones técnicas del PS con el PC y el BE, además de reuniones entre estos dos partidos que, por primera vez en casi 40 años, no se niegan a pactar con el Partido Socialista. Esa novedosa situación ha roto con todos los cálculos preelectorales y también con la perspectiva de la coalición gobernante PSD-CDS, que se las prometía muy felices con un PS derrotado y que solo podía pactar con ellos.

Pero el PC, como ha proclamado hoy domingo Jerónimo de Sousa, el PC está preparado para apoyar una “alternativa patriótica de izquierdas", pese al "arsenal de mentiras y descalificaciones, el PC no se quebrará al chantaje, a la amenaza ni al anticomunismo primaria”. De Sousa recalcó que si el PS no gobierna es porque no quiere.

PC y Bloco de Esquerda han pasado de ofrecer un acuerdo de legislatura a un acuerdo para este año y luego "ley a ley"

Sin embargo, tanto el PC como el BE, después de ofrecer un pacto estable de legislatura al PS, ahora solo le prometen un acuerdo para salvar el presupuesto de 2016. Después será paso a paso, ley a ley, como adelanta el editorial del órgano comunista Avante, que 40 años después vuelve a ser de lectura obligada. “El PC contribuirá siempre a todas las medidas útiles para los trabajadores, al pueblo y al País, y se opondrá a todo lo que signifique más explotación, empobrecimiento, injusticias sociales y declive nacional”, escribe el Avante.

En el caso del Bloco se han levantado divergencias entre sus diversos portavoces. Mientras Catarina Martins insiste en un acuerdo con el PS en lo que les une: la retirada de cortes a funcionarios y pensiones, otro de los portavoces del BE, Pedro Filipe Soares, puntualiza que ese acuerdo sería para el presupuesto de 2016, y que si el PS pretende un acuerdo de legislatura, eso pasa por renunciar al cumplimiento de un déficit por debajo del 3%, unas de las medidas exigidas por Bruselas en 2011 para rescatar al país en 2011.

Al ruido político se ha sumado el economista Yanis Varoufakis, quien tras su fracaso negociador con Grecia, ha hecho bolos esta semana por la península ibérica. En una conferencia dada en la universidad de Coimbra, Varufakis aconsejó al PS que renuncie a cumplir las reglas europeas, concretamente el objetivo de un déficit por debajo del 3%, lo mismo que dicen PC y BE.

La situación ya es más táctica que técnica. Un excesivo compromiso de PC y BE con el PS podría también castigarles en próximos comicios; la misma preocupación que tiene el PS si pacta con la centroderecha. Así que finalmente, en la balanza del PS puede pesar que mientras que un acuerdo con Passos Coelho solo le deja en una posición de subalterno obediente, en el caso de un acuerdo con las izquierdas, António Costa sería primer ministro, aunque fuera, en el peor de los casos, solo por un año o dos, como piensa la mayoría de los portugueses.

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