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La OTAN advierte de que está lista para desplegar tropas en Turquía

La Alianza responde a la intervención rusa en Siria y revisa la estrategia afgana

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.Virginia Mayo (AP)

La OTAN mostró este jueves unidad frente a las “diferentes amenazas” que se ciernen en el este y el sur de Europa. El secretario general, Jens Stoltenberg, lanzó una dura advertencia a Rusia por haber violado el espacio aéreo turco en su trayecto a Siria, donde efectúa desde hace ocho días bombardeos contra los yihadistas en coordinación con el Ejército de Bachar el Asad. Los 28 socios avisan: “La OTAN ha elevado su capacidad y está preparada para defender a cualquier socio, incluida Turquía”. Stoltenberg anunció que estaría dispuesto a desplegar tropas en el país euroasiático “si fuera necesario”.

Los ministros de Defensa de la Alianza se reunieron este jueves en Bruselas para abordar la retirada de Afganistán, el conflicto en Siria, el refuerzo militar en la frontera sur y este de Europa y la relación con Georgia. Pero las reacciones a los ataques que Rusia efectúa desde hace ocho días en territorio sirio contra lo que el Kremlin identifica como posiciones de los yihadistas del Estado Islámico (EI) eclipsaron la cumbre. La escalada en Siria, afirmó el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, “tendrá consecuencias para Rusia (…), que en los próximos días comenzará a sufrir bajas”.

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Un día después de que Moscú, en una demostración de fuerza, disparase misiles contra Siria desde buques de guerra situados en el mar Caspio, Carter, que también acudió a Bruselas, aseguró que los proyectiles rusos estuvieron muy cerca de uno de sus drones. Cuatro de esos misiles de crucero impactaron en Irán —y no en Siria—, según explicaron dos altos cargos estadounidenses a la CNN.

La OTAN lleva días pidiendo a Rusia que se coordine con la coalición internacional antiyihadista en Siria —que lidera EE UU— para evitar “accidentes” entre aviones de ambas partes en el mismo espacio aéreo.

Pero la Alianza duda del objetivo real de la ofensiva rusa. “Mi preocupación es que los rusos no se dirigen principalmente contra el EI, sino contra otros grupos de la oposición. Además, están apoyando al régimen sirio (...) y no contribuye a restablecer la paz”, insistió Stoltenberg.

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El secretario general apuntó que el considerable aumento de las tropas de Moscú en el terreno sirio los últimos días demuestra la incursión rusa

—sin permiso ni notificación— en el espacio aéreo de Turquía. Una clara violación del derecho internacional, según la Alianza, y una amenaza para un socio sensible geopolíticamente. En la misma línea se manifestó el titular de Defensa español, Pedro Morenés, quien subrayó la importancia de señalar a Rusia que la OTAN no sólo está unida y alerta, sino que también dispuesta a mostrar su fuerza frente a acciones que la Alianza ha calificado de “intolerables”.

Turquía se siente amenazada y en cierta forma pide a los socios una reacción que, por el momento, se queda en enseñar músculo militar. “Es importante que cualquier adversario de la OTAN [en referencia a Rusia] sepa que estamos dispuestos a desplegar tropas en cualquier momento”.

Mientras, la Alianza anunció este jueves que reforzará su presencia en el este de Europa con alrededor de un centenar de militares británicos en el Báltico y Polonia —noticia que el Kremlin calificó este jueves de “lamentable”— y con la apertura de dos cuarteles de entrenamiento en Hungría y Eslovaquia —que se suman a los seis en Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Bulgaria, inaugurados el pasado septiembre—; así como un fortalecimiento en la frontera sur como “efecto disuasorio” ante la amenaza rusa.

Respecto al conflicto en Siria, que desde hace más de cuatro años se ha cobrado más de 300.000 vidas, el máximo líder de la Alianza insistió en la “necesidad” de renovar un diálogo político. “No hay una solución militar a largo plazo”, descartó. Además, al igual que resaltó EE UU, Stoltenberg reiteró que apoyar al régimen de Bachar el Asad, que Rusia considera como el factor en la resolución del conflicto, no es la solución.

“Siria necesita una transición política”, dijo Carter, que dejó este jueves “la puerta abierta” a que las fuerzas de Moscú se unan a la coalición internacional. Algo que se augura muy difícil. Rusia es histórico aliado del Gobierno “legítimo” del presidente El Asad, según ha declarado el presidente Vladímir Putin.

Refuerzo en el sur, más presencia en el este

La OTAN ha anunciado también un refuerzo en la frontera sur de Europa aunque aún se desconocen los detalles. Fuentes diplomáticas aseguran que este jueves los ministros sugerirán la estrategia en el sur y que no será hasta 2016, en la cumbre bianual de la Alianza en Varsovia (Polonia), cuando se anuncien todos los detalles del plan en el sur. Lo que sí ha avanzado el secretario general en rueda de prensa es que se trata de una forma de disuasión a las amenazas externas que se puedan cernir sobre territorio bajo el amparo y protección de la OTAN. "Tendremos la capacidad para desplegar 40.000 efectivos en 48 horas", ha señalado en un claro guiño a la preocupación de Ankara por la constante violación de si espacio aéreo por fuerzas rusas. "La OTAN defenderá a las ciudadanos, la OTAN está en el terreno, la OTAN está preparada", ha dicho Stoltenberg que ha lanzado el mensaje al mundo: "No me refiero solo al este sino a todas las direcciones y a todas las formas de amenaza".

La seguridad en el este de Europa sigue siendo una de las mayores procupaciones de la Alianza que este jueves ha aplaudido el anuncio británico sobre el envío de tropas —hasta un centenar de militares— al mar Báltico. "Es una respuestas a las últimas acciones de Rusia", ha justificado Stoltenberg. Además, tras la inauguración de seis cuarteles de entrenamiento en países del este (Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Bulgaria) de principios de septiembre, Stoltenberg ha anunciado su ampliación a dos países más: Hungría y Eslovaquia.

La OTAN estudia seguir en Afganistán tras 2016

Operaciones civiles

B. D. C.

La escalada de violencia en Afganistán ha obligado a la OTAN a reconsiderar la retirada de tropas militares en el país más allá de 2016, como estaba previsto. Tras los ataques el 28 de septiembre en Kunduz (al norte de Afganistán) —a los que EE UU respondió con un bombardeo a un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) que mató a 22 civiles "por error", según las autoridades de Washington—, los ministros de Defensa de la Alianza decidieron este jueves aplazar la decisión sobre el repliegue de sus tropas y esperar a un "análisis detallado" de la situación en el país que se efectuará en las próximas semanas. El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, exigió además una investigación "independiente y transparente" sobre el ataque al centro de MSF.

Estados Unidos, que prometió retirarse de Afganistán durante la presidencia de Barack Obama, pidió a sus socios de la OTAN “más flexibilidad” a la hora de mantener tropas de la organización en el país más de lo previsto. “Muchos países han mostrado buena voluntad para cambiar su postura”, informó satisfecho el secretario de Estado de Defensa, Ashton Carter. La ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, pidió también a sus socios “más tiempo” antes de que la organización se incline por una retirada prematura.

“Afganistán sigue siendo inestable”, reconoció este jueves Stoltenberg, al tiempo que lanzaba un mensaje de tranquilidad al pueblo afgano asegurando en varias ocasiones que “les seguirán apoyando”. Stoltenberg precisó que “no es sostenible tener un amplio número de fuerzas extranjerasal mando de la seguridad de los afganos”. Por eso la OTAN continúa en su misión de entrenar al Ejército de Kabul para que en un futuro se haga cargo de la seguridad nacional.

La OTAN quiere estar segura de sus siguientes pasos. Por eso propone dos líneas alternativas y previas a la retirada total: una misión de apoyo, que en ningún caso sería de combate, o una operación conjunta civil-militar liderada por civiles. “Hay que analizar el tiempo de duración y el lugar de las nuevas posiciones” de las tropas que queden en Afganistán, explicó también el dirigente de la Alianza. Lo que parece seguro es la continuidad del apoyo económico a las fuerzas armadas afganas por parte de los aliados. “Les seguiremos dando dinero”, cerró Stoltenberg.

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