Ellos ya han dominado un territorio, también remueven fronteras y quieren reavivar el califato, y todo mucho antes de que Abu Bakr al Bagdadi, el caudillo del Estado Islámico, apareciera en la gran mezquita de Mosul el pasado junio para anunciar a los musulmanes de todo el mundo que al fin tenían a quien obedecer como máxima autoridad política y religiosa descendiente de Mahoma: él mismo.
Son como el Estado Islámico antes del Estado Islámico, en una geografía que solo el golfo de Adén separa de la península Arábiga donde todo empezó. Nacieron en Somalia, directamente de un Estado fallido, quizá el más fallido de los Estados fallidos, al revés que muchos yihadistas, nacidos para destruir los Estados existentes.
Al Shabab está en decadencia en Somalia, geografía acreditada como la más peligrosa del planeta. Por eso los muchachos se dedican a la vecina Kenia, donde no les faltan los estímulos para su pulsión asesina. Cuentan con una abundante población de refugiados o de origen étnico somalí. También con el irredentismo territorial de una Gran Somalia que penetra en Etiopía, pero también en Kenia. Y quieren sobre todo castigar al Gobierno de Nairobi para que no siga interviniendo con la Unión Africana para poner orden en el país vecino.
Y de ahí esos atentados de precisión diabólica, como el asesinato de 148 escolares cristianos en Garissa el pasado 2 de abril. Desde el otro flanco del continente, Boko Haram realiza idéntica labor en Nigeria. Ambos atacan a dos economías punteras, explotan las divisiones étnicas y religiosas y cuestionan las fronteras coloniales, con la misma coartada religiosa que el Estado Islámico y Al Qaeda, que asesinan cristianos coptos en Egipto o siriacos en Irak.
Los cruzados, que es como ellos llaman a los cristianos, son el emblema de un programa de odio antioccidental que busca la secreta o a veces explícita complacencia de todos los musulmanes, con el señuelo del regreso de los tiempos en que la civilización islámica se imponía por su superioridad en todos los campos, también militar.
Comentarios
Esta entrada del blog de don Lluís tiene relación directa con la anterior.El gran problema del Israel es que tiene razón; el no menor problema de los palestinos es que también la tienen. Esta realidad pretende ser negada por ambas partes de manera no parcial sino total: cada parte cree que, si reconoce la razón del otro, abdica de un principio ancestral. Por desgracia, palestinos e israelíes no miran de primera intención al presente conflictivo y a las circunstancias sufrientes que existen hoy día sino que establecen un bucle mental - pero sobre todo emocional- que salta del pasado al porvenir; tanto unos como otros, hallan motivos para la negación de su oponente en una historia mitificada o transcendida que les parece más consistente que la actualidad; tanto unos como otros, descubren en intangibles teológicos con referencias en la Torá o el Corán una causa atemporal que respalda su posición. Sin una interpretación política de los libros sagrados, ni los asentamientos que tanto dificultan el diálogo tendrían lugar, ni la demanda del dominio compartido sobre Jerusalén supondría un obstáculo para el entendimiento. La complicación aumenta con los aspectos meramente sociopolíticos, de interés interno que determinan el estatus de los dirigentes judíos y palestinos (o musulmanes en general).El radicalismo islamista constituye una amenaza en primer término para los propios líderes musulmanes; una amenaza que va más allá de la mera discrepancia y puede llegar con demasiada facilidad a la condena airada y acaso a la muerte. Netanyahu puede asumir el papel de malo ante una fracción de la opinión pública internacional porque los palestinos y sus apoyos islámicos le suministran motivos suficientes para recabar el respaldo no sólo de los sionistas radicales sino de los moderados que contemplan espantados el contraste entre la moderna democracia social de Israel y el generalizado aspecto tiránico, a veces con tintes medievales, de las sociedades creadas por sus adversarios. Natanyahu se aprovecha, claro, de que una necesidad de seguridad de la sociedad israelí difícilmente puede ser sustituida por meras garantías y copromisos de palabra; y aun menos ante la extrema convulsión en que se halla sumida la Umma por la extensión de los distintos niveles de discordia: nacionalista, tribal, política, religiosa ( tanto intersectaria como intrasectaria)…En cualquier caso, la paranoia que puede explotar Netanyahu ante el electorado israelí no necesita de mucha propaganda para ofrecer resultados. Bajo la lluvia de los cohetes de Hamás, con un Hizbulá al otro lado de una frontera con el Líbano (a tiro corto de cualquier misil con ojiva), con el IS cada vez más cerca de los Altos del Golán…y con un Irán cada vez más expansivo, sin la menor muestra de concesión a la existencia del Estado de Israel, no hace falta demasiada imaginación para prever lo peor de cualquiera con capacidad para adquirir un arma nuclear cuando, ante una posición de extrema debilidad interior, decida buscar la “prestigiosa” salida de aniquilar a los “cruzados” que “ocupan” la Palestina desde la que el Profeta subió a los cielos. Israel, tras el posible (veremos lo que hace el Congreso) acuerdo con Irán, pasa a ser todavía más dependiente de EEUU; para un país como Israel, creado para que los judíos pudieran defenderse a sí mismos en su propia tierra, tal perspectiva no puede por menos que fomentar un sentimiento de precariedad temerosa.
Como? No era que TODOS los problemas en el Mundo Musulman, o el Mundo Arabe, o los Palestinos se iban a solucionar cuando Israel devolviera los territorios, dejara de colonizar y permitiera volver a todos los Refugiados?
Estos asesinos que consideran cristianos a todo aquel que no es musulmán o judío, o a cualquiera que vista como occidental. Malos tiempos para quienes no deseando ser adscritos a confesión alguna te ponen en el punto de mira por proximidad territorial o de apariencia. Mañana mismo me pido una apostasía como hay Dios, si me matan que al menos no sea por ser cristiano, qué sé yo, que me liquiden por irreverente universal 'erga omnes'.
CIRO: usted, que quiere ver ante un tribunal al demócrata Netaniahu por ''crimenes'', no pide lo mismo para estos salvajes que deguellan y queman vivos a los cristianos, sino que se rinde ante ellos eligiendo hasta la carátula de su muerte. Vaya!! Queda claro que para usted no hay nada peor que los israelitas, electores y elegidos!! Vaya manía la suya contra ellos!!
…la industria de armas, los “los muchachos y los cruzados” son los que más ganan con la demagogia del poderoso inquilino….…a ver si entiendo la enchilada árabe: Sauditas + ocho países árabes, predominantemente Sunies, y con ayuda logística americana forman una coalición de tropas y aviones para recuperar Yemen-ex aliado norteamericano- ahora en manos de los rebeldes Hutíes que también sacaron a tiros al-Queada terroristas apoyados por el mismo petro-Saudi …. Ahora los saudís arrojan bombas a destajo calcinando villas y aldeas apelando a la doctrina de G.W, Bush “guerra preventiva” como táctica justificadora para recuperar la “democracia deYemen”, puesto que los petros ven peligro-latente con el descolgamiento y padrón papí-iraní que se ensancha a a su antojo alimentando a los Hutíes con armas y logística de guerra para adueñarse geográficamente del Oriente Medio. En esto, también vemos el acercamiento de los asesinos ISIS que ya se hacen pesar en ciertas áreas del conflicto bélico y que no desmedra preocupación alguna… Y finalmente, en esto vemos al señor presidente de la Casa Blanca liderando desde atrás las banderas de guerra en apoyo Saudí, país que una vez le bajara las Torres Gemelas con su aliado Osama; y que también le sube el crudo y azuza el fuego árabe-tribal con guerras sectarias, como lo presenciamos con la “primavera árabe”, y así aflojar la competencia-petro y mantener bajo la bota geográficamente a países productores de crudo abaratándolos. Mientras tanto, ellos se enriquecen a costa de los ríos de sangre de otros… Parece ser que la insanidad y paradigma de Obama, es estar insertado como consular-de-paz entre guerras tribales, apoyando a Irán con el pacto nuclear, facilitándoles carpeta-roja, mientras dá la otra mano a los saudís que odian a los ayatolas y pone los intereses de seguridad nacional norteamericanos en un infierno árabe indescifrable. Esta locura, sin dudas, se metastiza como cáncer y es heredado por futuras generaciones. Tendremos guerras por doquier, apocalíptico éxodo de millones de migrantes desplazados en todo el planeta buscando un lugar donde vivir en paz, incremento y formación de cordones de pobreza alrededor de las grande megacities, aumento el crimen y terrorismo internacional… Ya ven cabros, un demagogo, vale más que cien bombas nucleares, sigan votando, cabros por el humanismo/liberal de ideólogos como Obama…!(Si los Saudís hacen guerra preventiva contra Yemen, porque no Israel contra Irán…?)
MIENTRAS los ''muchachos'' liquidan cristianos en el Este y Oeste de África, y en Egipto, Libia, Irak y Siria, los líderes occidentales de nuestra civilización judeocristiana abandonan a su suerte a esos cristianos y critican a los judíos que se defienden de los ''muchachos'' palestinos que quieren ''borrar del mapa Israel''. Vaya líderes tenemos hoy en Occidente!! Hoy Hillary Clinton anunció su intención de ser Presidente USA. VAYA!! justo el ''líder'' que nos faltaba!! Apaga y vámonos!!
En el párrafo final dice: “Los cruzados, que es como ellos llaman a los cristianos, son el emblema de un programa de odio antioccidental.”, concuerdo en ello, sin embargo a corto y mediano plazo el mayor problema no son los sicópatas asesinos de la Yihad del Islam que ya infectan Oriente, África y se infiltran lenta pero a paso firme en Europa y América, sino que el problema y drama sin solución es que el hombre occidental moderno ya no quiere ser un “cruzado de verdad”, se ha rendido al humanismo insulso que todo lo tolera y que cree, equivocadamente, que todo lo puede resolver con los negocios, el dialogo y la razón, pues está convencido que este es el camino a la prosperidad, paz y seguridad.El pensamiento islámico conoce muy bien al hombre occidental moderno y sus convicciones, las ha estudiado y probado desde hace mucho tiempo y finalmente las ha entendido como lo que son, debilidad y miedo a perder la prosperidad, la paz y la seguridad - y lo más terrible – que ya no está dispuesto a luchar por sus convicciones, pues se ha rendido y eso lo ha transformado en objeto y sujeto de terror y matanza, no de respeto ni piedad como ellos la practican. Así entiende el Islam al hombre occidental moderno, ellos creen que ya han ganado y solo es cuestión de esfuerzo y algo de tiempo su colapso final, tan convencidos están que cada vez más atraen como imán a los occidentales jóvenes y hastiados. Obsérvese en los videos de propaganda, el uso de “símbolos” como la espada, la sangre y la decapitación y el efecto que provoca en una sociedad que cree que ha superado la barbarie y que ya no es necesaria la espada, error grave porque no solo los occidentales jóvenes son fascinados por los símbolos, lo básico, animal, la naturaleza desnuda y la convicción asesina.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).