Fallece Aisin-Gioro Puren, el ocaso de la dinastía Qing
El hermano del último emperador chino mantuvo una vida discreta y escribió sobre la historia de su familia
Aisin-Gioro Puren (o Jin Youzhi, en mandarín), el hermanastro pequeño del último emperador chino Puyi, falleció este viernes por una severa neumonía a los 97 años, según informó la prensa estatal. Con su muerte se extinguen las escasas huellas que quedan en China de la dinastía Qing, que gobernó el país durante más de 250 años y que consiguió extender las fronteras de la nación hasta los límites actuales pero también la llevó hacia una aguda decadencia que postró a China ante las presiones de las potencias occidentales.
A diferencia de sus dos hermanastros varones, Puyi y Pujie, Puren ya nació fuera de los muros de la Ciudad Prohibida, siete años después de que la revolución liderada por Sun Yat-sen sacara del trono a su hermanastro. Tampoco fue víctima de la cárcel ni los campos de reeducación, pero porque no llegó a gozar de grandes privilegios. Recibió una educación basada en el arte tradicional y clásico y logró fundar una escuela en el centro de Pekín que posteriormente donó —junto a parte de su fortuna heredada— a la China comunista. Las autoridades le permitieron seguir ejerciendo de profesor en el centro hasta que se retiró en 1988.
Educado en el arte clásico,
Tras el fallecimiento de Puyi —que murió sin descendencia tras convertirse en un simple jardinero de Pekín— y de Pujie —que tuvo dos hijas—, algunos apuntaban a Puren como el siguiente en la línea de sucesión del trono según la ley de la dinastía manchú, aunque él nunca reclamó abiertamente tal consideración. En 2006, sin embargo, llevó a los tribunales a varios expositores a los que exigió el pago de derechos de autor y de honor por una exposición que contenía imágenes sobre la vida y actividad política de su hermanastro que, a su juicio, “herían gravemente los sentimientos de sus familiares”. El juez desestimó la demanda alegando que la historia de Puyi “está íntimamente relacionada con la del país”. Puren obtuvo el mismo resultado cuando pidió recibir algún tipo de compensación tras publicarse la enésima edición de la autobiografía del último emperador chino: De emperador a ciudadano.
Fundó una escuela en Pekín
Una vez retirado de su tarea docente en 1988, Puren escribió numerosos libros históricos sobre la dinastía Qing, fue miembro de la Conferencia Consultiva Política de Pekín —un órgano asesor de las autoridades municipales— e investigador del Instituto de Cultura e Historia de la capital china. Su retrato y varias coronas de flores presidieron este sábado la entrada de su casa, situada en el centro de Pekín y a pocos centenares de metros de la Ciudad Prohibida, donde sus ancestros vivieron durante más de dos siglos. Tres hijos y dos hijas de sus dos esposas mantienen el legado de la familia.
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