Horror
El gobierno de Kiev se niega a pagar las pensiones y prestaciones sociales en los territorios del Este de Ucrania controlados por los insurgentes de las autodenominadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk (RPD y RPL).
Los que más sufren son los más indefensos.El horror se filtra incluso en el monótono lenguaje burocrático de la Misión de Vigilancia de la OSCE en Ucrania.
Traduzco un párrafo incluido en el informe del 23 de noviembre de 2014: La SMM (Special Monitoring Mission o Misión Especial de Vigilancia) visitó el hospital psico-neurológico regional en las afueras de Slovyanoserbsk (30 kilómetros al noroeste de Lugansk) bajo el control de la “República Popular de Lugansk” (LPR). La SMM fue informada de que quedaban solo seis de los 180 miembros del personal, ninguno de los cuales tenía un título médico o entrenamiento como enfermero. El SSM observó las críticas condiciones en las que viven los 350 pacientes, incluidas la falta de calefacción, electricidad, gas, comida y medicamentos. Unos 120 pacientes están obligados a permanecer en cama y el hospital tiene un departamento de enfermedades mentales graves. A la SMM le enseñaron el registro del hospital, según el cual 49 personas han muerto desde agosto”.
¿Se imaginan, 350 pacientes, de ellos 120 obligados a permanecer en cama, a cargo de 6 personas sin formación profesional, sin calefacción, sin electricidad, sin gas, sin comida y sin medicamentos? ¿Son o no ciudadanos de Ucrania estas víctimas inocentes? Si esto importa a Kiev, Bruselas, Moscú, si esto importa a la Cruz Roja internacional, ¿Qué están haciendo todos estos sujetos de derecho con responsabilidades varias para proteger a los más débiles, a los que no pueden opinar ni sobre fronteras ni sobre ambiciones políticas?
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