El primer ministro portugués niega haber cobrado de una empresa privada

“Yo no cobré nada; me reembolsaron los gastos”. Con ese equilibrio lingüístico, el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, salió ayer del difícil trance en su comparecencia parlamentaria ante las informaciones que le acusan de haber estado cobrando 5.000 euros mensuales de una empresa privada a la vez que ejercía de diputado entre 1997 y 1999. Para arrancarle la matización, la diputada del Bloque de Esquerda Catarina Martins tuvo que preguntarle tres veces lo mismo: “¿Cuánto dinero recibió?” No obtuvo la cantidad, pero al menos consiguió esta respuesta: “Yo no cobré nada”.

El caso se remonta a finales de los noventa, cuando la empresa privada Tecnoforma, dedicada a la captación de fondos europeos para proyectos de cooperación, le ofreció la presidencia del Centro Portugués para la Cooperación, una organización sin ánimo de lucro. Según la denuncia presentada ante la Fiscalía General del Estado, de 1997 a 1999 Passos Coelho percibió 5.000 euros mensuales, hasta un total de 150.000 euros, siendo a la vez parlamentario en régimen de exclusividad, es decir, sin poder compatibilizar su cargo con otro empleo.

En su comparecencia, el primer ministro negó haber cobrado un salario de la empresa Tecnoforma, pero sí reconoció, en cambio, que recibió dinero como gastos de representación.

"No voy a hacer aquí un striptease para deleite de los periódicos de la mañana"

El primer ministro no dio detalles de a cuánto ascendían su gastos, por lo que el diputado del partido comunista Jerónimo de Sousa le recordó que los gastos de representación tienen también sus límites. “No estamos ante un problema fiscal”, refrendó De Sousa. “Estamos ante un problema político”. El diputado comunista relativizaba así la importancia de que la Fiscalía General del Estado haya archivado la denuncia al haber prescrito el presunto delito. El caso solo estuvo abierto 24 horas y, ahora, una vez archivado será accesible al público.

La diputada Martins, por su parte, recordaba el uso frecuente de la argucia de las dietas y los gastos de representación para no pagar impuestos.

Por su parte, el portavoz socialista, António Seguro, pidió a Passos Coelho que levantara su secreto bancario y mostrara todos sus ingresos. Pero el primer ministro no picó. “No voy a hacer aquí un striptease para deleite de los periódicos de la mañana”, y añadió que sus declaraciones fiscales estaban depositadas en la Asamblea de la República, como marca la ley.

El primer ministro portugués, con fama de comedido en el dinero y de viajar en turista, no se apartó de su camino en el debate: todos los “rendimientos” de esos años proceden de su labor parlamentaria y de sus colaboraciones con los medios. “No tengo riqueza acumulada. No recibí millones de Tecnoforma ni ingresos al margen del Parlamento”.