Obama pone a Polonia como modelo para una transición ucrania
El presidente de EE UU resalta el “compromiso inquebrantable” con Europa del Este
El presidente Barack Obama señaló este miércoles la vía hacia la democracia que siguió Polonia como modelo para la nueva Ucrania y otros países con movimientos civiles en sistemas más o menos autoritarios. El modelo polaco, según Obama, es no violento, hace del diálogo y la negociación la herramienta central para el cambio de régimen y excluye las intervenciones militares externas.
En un discurso con ocasión del 25 aniversario de las primeras elecciones semilibres en Polonia tras décadas de comunismo, el presidente de EE UU describió este país como un ejemplo de los beneficios para la prosperidad y la estabilidad de la democracia, el Estado de Derecho, el libre mercado y la libertad de expresión. Se encontraba el centro de Varsovia y el discurso se centró en Polonia, pero pensaba en Ucrania, escenario en los últimos meses de un pulso entre la Rusia de Vladímir Putin, y EE UU y sus aliados europeos.
“Creemos que los pueblos y las naciones tienen el derecho a decidir su propio destino”, dijo el presidente estadounidense. “Incluido el pueblo de Ucrania”. Obama ligó la lucha de los proeuropeos en Kiev frente a la injerencia rusa en la lucha pasada de los polacos frente a la URSS y la lucha contemporánea por las libertades en Caracas y Damasco, entre otras. Los ucranios, dijo, “aspiran a las mismas libertades y oportunidades y progreso que hoy celebramos aquí”.
Antes del discurso, que congregó en la Plaza Real de la capital polaca a veteranos de la lucha por la libertad, como el líder de Solidaridad, Lech Walesa, y a autoridades civiles, militares y eclesiásticas, Obama se reunió con el magnate Petro Poroshenko, elegido presidente de Ucrania el 25 de mayo. Le ofreció el apoyo de la primera potencia “no sólo en los próximos días y semanas sino en los próximos años”.
El discurso de Obama seguía la tradición de otros presidentes que hablaron en favor de la libertad frente a la amenaza rusa. En 1963, John F. Kennedy proclamó que él era un berlinés (“Ich bin ein Berliner”) ante el ayuntamiento de Berlín occidental, recién dividido por el Muro. En 1987, Ronald Reagan se fue al pie del Muro e instó a Míster Gorbachov, el líder soviético, a derribarlo, en uno de sus discursos más memorables.
Obama tiene otro estilo. No hubo en Varsovia invocaciones directas a Míster Putin ni a alterar el orden geopolítico. Quizá para compararlo con los discursos de sus antecesores, Obama debería haber hablado en Kiev. Si sus palabras tuvieron una resonancia particular, fue por el escenario, una ciudad castigada por ocupaciones, represión, genocidios, una historia traumática de invasiones y ocupaciones de los vecinos alemanes y rusos, y traiciones de sus aliados.
“He venido a Varsovia en nombre de Estados Unidos, en nombre de la OTAN, para reafirmar nuestro compromiso inquebrantable con la seguridad de Polonia. El artículo 5 es claro: un ataque a uno de nosotros es un ataque a todos”, dijo Obama en tono beligerante. “Polonia nunca estará sola”, continuó Obama entre aplausos. “Y no sólo Polonia. Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía nunca estarán solas”. Ucrania, al no pertenecer a la OTAN, quedó fuera de la enumeración. Los límites de compromiso de Obama empiezan a delinearse. EE UU sólo puede comprometerse a defender a países con los que le vincula un tratado de defensa mutua. Estonia, sí; Ucrania y Georgia, no. Putin entiende bien la diferencia y la aprovecha.
Nada que ver con la agenda de la libertad de su antecesor, George W. Bush, y la exportación de la democracia por medio de guerras. Obama, tras las guerras fracasadas de Bush y la discutible intervención en Libia, en 2011, no quiere oír hablar de cambios de régimen. Los cambios, como muestra Polonia, vienen de dentro. Este el mensaje de aquellas mujeres y hombres que hace un cuarto de siglo, pacíficamente, conquistaron la liberta, poniéndose de acuerdo con sus adversarios.
“Gracias Polonia, por tu triunfo no de las armas, sino del espíritu humano”, dijo Obama. “No hay cambio sin riesgo no hay progreso sin sacrificio, y no hay libertad sin solidaridad”, concluyó, en alusión al eslogan del movimiento Solidaridad.
Baile de cifras de muertos en Ucrania
En Ucrania prosiguen los enfrentamientos. Un portavoz de lo que el Gobierno ucranio califica como "operación antiterrorista" ha afirmado que en las últimas 24 horas han muerto 300 rebeldes y hay alrededor de 500 heridos en Slaviansk. Los prorrusos, sin embargo, lo niegan: "No es cierto. Las pérdidas en el lado ucranio son mayores que las nuestras", ha afirmado Alexander Borodai, primer ministro de la autoproclamada República de Donetsk, según recoge la agencia Interfax. El portavoz de las fuerzas gubernamentales ucranias Vladyslav Seleznyov solo ha reconocido que dos soldados han muerto y 45 han resultado heridos. No está claro cuál es el avance real de los militares ucranios en las zonas estratégicas bajo control de los separatistas.
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