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La oposición tailandesa intensifica su campaña para sabotear las elecciones

Cientos de manifestantes rodean un estadio en Bangkok, donde los representantes de los partidos políticos tenían que registrarse Los comicios están previstos para el 2 de febrero

Manifestantes antigobierno en las calles de Bangkok.
Manifestantes antigobierno en las calles de Bangkok.KEREK WONGSA (REUTERS)

Los manifestantes de la oposición tailandesa, decididos a derrocar a la primera ministra, han intensificado este lunes su campaña para sabotear las próximas elecciones y rodearon un estadio deportivo en Bangkok, en un infructuoso intento de bloquear el registro de los partidos políticos.

El pasado día 9, la primera ministra Yingluck Shinawatra convocó elecciones para el 2 de febrero, en un intento de disipar tensiones tras semanas de manifestaciones callejeras por sus oponentes en la capital del país. El intento de bloqueo se ha producido después de que el Partido Demócrata, el principal opositor, que no ha ganado una mayoría en el parlamento electo durante dos décadas, dijera el fin de semana que iba a boicotear la votación.

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El líder de la oposición, Suthep Thaugsuban, ha estado movilizando grandes multitudes en Bangkok en las últimas semanas, incluyendo a más de 150.000 personas el domingo en una marcha que bloqueó el tráfico y cerró las principales intersecciones de la capital. En un discurso la noche del domingo, Suthep se comprometió a continuar con las manifestaciones masivas hasta que logren su objetivo. "Porque Yingluck se aferra a su puesto de primera ministra, debemos salir a perseguirla", dijo Suthep a sus partidarios, según la agencia Associated Press. "Vamos a seguir persiguiéndola hasta que muera o se vaya".

Éste es el último capítulo de una crisis política con las protestas más grandes en Bangkok desde que Yingluck llegó al poder y están agravando las preocupaciones sobre la estabilidad de la que en algún momento fue teóricamente una de las democracias más fuertes de Asia.

Cientos de manifestantes rodearon el lunes un estadio en Bangkok, donde los representantes de los partidos políticos tenían que registrarse para presentarse a las elecciones antes del 27 de diciembre, la fecha límite.

Miembros del partido de Yingluck, el Partido para los Tailandeses, y otros ocho partidos consiguieron inscribirse para las elecciones por la mañana antes de que los manifestantes bloquearan el estadio, dijo Somchai Srisutthiyakorn, oficial de la Comisión Electoral, según la agencia France Presse, en una conferencia de prensa. Otros 25 partidos se registraron en una estación de policía cercana donde también presentaron quejas porque se les impidió la entrada.

"Éramos conscientes de que los manifestantes iban a bloquear todas las entradas, así que nos fuimos al estadio a las cuatro de la mañana mientras dormían", dijo Prompong Nopparit, portavoz del Partido tailandés Pheu, según Associated Press. "A pesar de todo esto, las elecciones seguirán como estaba previsto".

"(Si es así), vamos a cerrar todo el país y nadie va a votar", declaró Suthep el domingo.

El Gobierno ha dicho que el boicot de la oposición muestra su miedo a perder y ha insistido que la votación se llevará a cabo. El Partido para los Tailandeses vuelve a tener a Yingluck como primera en la lista del partido, una indicación de que sigue siendo su primera opción para primera ministra después de las elecciones.

Los manifestantes, apoyados por la clase media urbana y la élite educada con sede en Bangkok, quieren un gobierno interino nombrado para supervisar reformas políticas y electorales antes de la celebración de las nuevas elecciones.

Yingluck cuenta con el apoyo de los pobres rurales, en gran parte debido a las políticas de su hermano Thaksin Shinawatra, ex primer ministro y considerado por los manifestantes el verdadero poder en la sombra detrás de su hermana, para ofrecer servicios sanitaria prácticamente gratis, créditos baratos y otros beneficios para el campo, descuidado durante mucho tiempo. Yingluck ha pasado los últimos días en el norte y noreste de Tailandia, rodeada de multitudes de partidarios entusiastas.

Las manifestaciones para forzar la dimisión del Gobierno empezaron en octubre cuando el gobierno de Yingluck trató de aprobar una ley de amnistía que habría permitido a Thaksin regresar a Tailandia del exilio en Dubai sin ir a la cárcel. Thaksin había huido del país para evitar la cárcel al ser acusado de corrupción, según Thaksin, por motivos políticos. Decenas de miles de personas salieron a las calles en protesta, otra muestra del mismo tipo de oposición popular que ayudó a allanar el camino para el golpe de Estado que derrocó a Thaksin en 2006. Yingluck rápidamente dio marcha atrás en el plan, pero las manifestaciones continuaron, y agravaron la tensión entre los partidarios del gobierno y la oposición.

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