_
_
_
_

Irán anuncia la ejecución de 16 presos en represalia por una emboscada mortal

La víspera 14 guardafronteras murieron en un enfrentamiento con bandas armadas

Ángeles Espinosa

Irán ha ejecutado en la horca este sábado por la mañana a 16 presos, a los que ha calificado de "rebeldes", en represalia por la muerte de al menos 14 guardafronteras en una emboscada la noche anterior en una zona lindante con Pakistán, según han informado los medios de comunicación iraníes. La tensión en la provincia de Sistán-Baluchistán no es nueva. El Gobierno central lleva años combatiendo una mezcla de insurrección baluchi y mafias de la droga. Sin embargo, sorprende la rapidez con la que se ha respondido al ataque, el más grave del que se tiene noticia desde 2012.

"Dieciséis rebeldes vinculados con grupos hostiles al régimen han sido ahorcados esta mañana en la prisión de Zahedán como respuesta a la muerte de guardafronteras en Saraván", ha anunciado Mohammad Marzieh, el fiscal general de Sistán-Baluchistán, citado por la agencia Fars.

Las ejecuciones también han sido recogidas por la semioficial Isna. Irán es el país que más ejecuciones per cápita realiza, solo superado por China cuya población es casi veinte veces mayor. El relator especial de la ONU para Irán, Ahmed Shaheed, cifró el pasado miércoles en 724 el número de ajusticiamientos llevados a cabo entre enero de 2012 y junio de este año.

Con anterioridad, Fars había informado de la muerte de 14 miembros del cuerpo de vigilancia de fronteras en un enfrentamiento con bandas armadas. Otros 7 resultaron heridos. Hedayatollah Mirmoradzehi, representante de Saraván en el Parlamento, elevó los muertos a 17 y atribuyó el ataque a "guerrillas antirrevolucionarias".

No está claro qué relación tienen los ejecutados con el grupo que atacó a los guardafronteras. Las informaciones de los medios iraníes parecen indicar que habían sido condenados con anterioridad y que su ahorcamiento se ha acelerado para enviar un mensaje a los responsables de la emboscada. Según el gobernador provincial, estos habrían huido a Pakistán.

La frontera entre ambos países y el vecino Afganistán está considerada una de las más peligrosas del mundo. En esa región, la más pobre, subdesarrollada y menos poblada de la República Islámica, las fuerzas de seguridad iraníes combaten desde hace años contra las bandas armadas que protegen el narcotráfico, con un elevado coste en sus filas. Cerca de 4.000 agentes han muerto en ese empeño.

Pero la situación se complica porque las tribus baluchis que habitan la zona son suníes y se dicen discriminados por el Gobierno central (chií). Aunque Teherán niega que tengan motivos para ello, algunos rebeldes han utilizado ese sentimiento para justificar sus acciones terroristas. Tal es el caso de Jundullah (Ejército de Dios) que asegura luchar por los "derechos de los baluchis" y que ha causado centenares de muertos en ataques contra los soldados iraníes. Sin embargo, sus atentados han disminuido desde la ejecución del que era su cabecilla, Abdolmalek Rigi, en junio de 2010.

Los baluchis apenas suponen un 3% de los 78 millones de iraníes, pero se trata de un grupo étnico transnacional, la mayoría de cuyos nueve millones viven en Pakistán. Muchas familias a ambos lados de la frontera irano-paquistaní viven del tráfico de drogas y de personas. A menudo, las actividades terroristas se confunden con las mafiosas y, sin acceso de prensa independiente, es imposible determinar el apoyo de la población a los rebeldes. Desde que en 2007 los Pasdarán tomaran el control de la seguridad en la provincia de Sistán-Baluchistán, ningún extranjero está autorizado a vivir en la zona cercana a la frontera.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_