Erdogan para la reforma del parque a la espera de una decisión judicial
Si los tribunales ceden la iniciativa al Gobierno, este sometería la reforma a referéndum en Estambul Erdogan se ha reunido con representantes de los manifestantes acampados en la plaza Taksim
El Gobierno turco ha aceptado detener temporalmente el proyecto de remodelación del parque Gezi, en el centro de Estambul, a la espera de una decisión judicial definitiva. Si los tribunales concedieran finalmente la decisión al Gobierno, que quiere reconstruir en el parque un cuartel militar de la época otomana, éste sometería la realización del proyecto a un voto popular en Estambul, según anunció este viernes el portavoz gubernamental.
"Hemos recibido el mensaje y lo hemos evaluado tras las protestas en Taksim, y vamos a esperar para la adjudicación del parque Gezi. La decisión final será tomada tras el proceso judicial", declaró hoy el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan. "Si al final los tribunales permiten el proyecto, aún lo someteríamos a un voto popular. El Ayuntamiento de Estambul organizaría este voto", dijo también Erdogan, quien añadió que finalmente el nuevo edificio funcionaría como un museo, según informó la agencia semiestatal de noticias Anadolu.
El Gobierno tomó esta decisión tras una reunión en la capital, Ankara, durante la noche de ayer y la madrugada de hoy del primer ministro con un grupo de personas en representación de los manifestantes que llevan dos semanas ocupando el parque y la plaza de Taksim en Estambul.
La violenta respuesta policial a una pequeña sentada de activistas en el parque el 27 de mayo acabó provocando una serie de protestas masivas contra el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y contra las políticas de Erdogan. Los manifestantes, en su mayoría jóvenes de clase media urbana, lo acusan de "autoritario" y de querer imponer a la sociedad valores conservadores de acuerdo con una agenda islamista moderada.
El encuentro de anoche, al que acudieron actores, artistas y representantes de la Plataforma de Solidaridad con Taksim, tuvo lugar sólo horas después de que Erdogan realizara su "última advertencia" y exigiera a los manifestantes que abandonaran el parque. Cientos de personas están acampadas en Gezi desde el 1 de junio protestando de forma festiva contra el primer ministro.
"El primer ministro dijo que, si los resultados del voto popular resultaran de forma que hubiera que dejar esta zona como un parque, el Gobierno lo aceptaría", declaró esta madrugada a los periodistas tras la reunión Tayfun Kahraman, de la Plataforma de Solidaridad con Taksim.
La plataforma, que engloba a decenas de organizaciones e incluye a grupos que han participado en las protestas desde las primeras sentadas, anunció que se reuniría hoy con los ocupantes del parque y que durante la tarde o la noche de hoy los manifestantes decidirían qué hacer.
Los manifestantes que aún siguen acampados y ocupando el parque, y que en las últimas horas han tenido que aguantar fuertes lluvias, han mostrado su desconfianza hacia el primer ministro y su Gobierno durante todos estos días. Además, insisten en que las protestas ya van mucho más allá del parque y se refieren a la actitud y al modo de toma de decisiones de Erdogan, quien ha señalado que el 49,8% de los votos y la mayoría parlamentaria obtenidos por su partido en las elecciones de 2011 le permiten actuar en ocasiones sin consultar a los partidos de la oposición o a la gente.
"No tenemos nada que decirle [a Erdogan], queremos que se vaya, eso es lo que queremos", repetían anoche Serhad y Girzen, estudiantes de 21 años, acampados desde el primer día en el parque y que no quisieron dar sus apellidos por temor a represalias, aunque ambos también admitieron que saben que Erdogan no va a dimitir.
Al menos cinco personas, incluido un policía, han muerto y alrededor de 5.000 han resultado heridas durante las protestas, que tras el 1 de junio se extendieron también a otras ciudades del país. La mayoría de los heridos son de categoría leve y afectados por el gas lacrimógeno, aunque hay también varias en estado grave tras haber recibido el impacto de latas de gas lacrimógeno en la cabeza, según la Asociación Médica Turca. La policía ha detenido a miles de personas desde que se iniciaron las manifestaciones, incluyendo al menos 50 abogados que protestaban en un juzgado en Ankara. La mayoría fueron liberadas a las pocas horas.
Las enormes cantidades de gas lacrimógeno usadas y el uso de la violencia por parte de la policía ha preocupado a países europeos, a Estados Unidos y a organizaciones como Amnistía Internacional, que han pedido al Gobierno turco que respete el derecho a la manifestación de sus ciudadanos.
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