El Gobierno turco ofrece un referéndum sobre la reforma del parque Gezi
El partido gobernante abre la puerta a una consulta El primer ministro turco amenaza con aumentar la represión
"He dado órdenes al ministro del Interior. Esto habrá acabado en 24 horas", declaró este miércoles el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, tras reunirse con una asociación de comerciantes tras otra jornada de protestas masivas contra su Gobierno, una de las más violentas desde que se iniciaron, hace dos semanas. "No hemos respondido a los puñetazos con puñetazos, a partir de ahora nuestras fuerzas de seguridad responderán de forma diferente", añadió el primer ministro, al que citaron medios locales. Las palabras de Erdogan llegaron mientras de nuevo miles de personas se dirigían a la plaza Taksim y al Parque Gezi en el centro de Estambul, de donde habían sido expulsados en la madrugada de hoy tras una larga jornada de enfrentamientos.
El primer ministro Erdogan también se reunió con un grupo de 11 personas que los medios locales describieron como "representantes" de los manifestantes y formado, entre otros, por un experto en medios de comunicación sociales, tres académicos, un actor e incluso un miembro del gobernante Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP, en turco). Tras la reunión, un portavoz del AKP afirmó que el primer ministro estaría dispuesto a someter el proyecto a referéndum.
La Plataforma de Solidaridad con Taksim, que reúne a varios de los grupos que realizaron sentadas contra la demolición del parque, lo que finalmente se convirtió en protestas masivas tras la violenta respuesta policial, aseguró en un comunicado que no había sido invitada a esta reunión con el primer ministro. Este grupo añadió que "ningún encuentro producirá resultados mientras continúe implacablemente la violencia policial que desprecia el derecho a la vida".
Muchos de los manifestantes presentes durante estos días en Gezi y Taksim dijeron que no se sentían representados o que ni siquiera conocían a las personas del grupo que finalmente se reunió hoy con Erdogan. "La verdad es que no sabemos mucho sobre ellos", comentó Alp Usluduran, un estudiante de arquitectura de 21 años. "Pero, claro, Erdogan no quiere reunirse con nosotros, dice que somos çapulcu (vagos, vándalos, en turco, y un término que los manifestantes han acabado adoptando humorísticamente)", añadió Usluduran, que junto a unos amigos, todos ellos con mascarilla, gafas de buceo y casco, observaba desde Gezi la escena de los enfrentamientos de ayer en la plaza.
Bajo ellos, varias excavadoras y otros vehículos habían ardido y los manifestantes habían alzado una nueva barricada en una zona en obras junto a la Plaza Taksim y el parque. Varios miles de personas ocupaban de nuevo el parque y cada vez más acudían a esta hora otra vez a la plaza. "No somos unos pocos, somos Turquía. (Erdogan) siempre habla de su 50 por ciento. Bueno, nosotros somos el otro 50 por ciento, e incluso entre su 50 por ciento habrá gente a quien no le guste esto, él no puede saberlo", continuó Usluduran.
El primer ministro ha repetido en varias ocasiones que el 49,83 por cien de los votos y la mayoría parlamentaria que obtuvo en las últimas elecciones, en 2011, le daban la capacidad de tomar ciertas decisiones sin tener que consultar a los otros partidos o a la gente. "Yo sólo le diría una cosa: que no sea tan arrogante, simplemente queremos que nos escuche", intervino Burak Ozel, un publicista de 36 años que ha acudido cada día a las protestas.
Tres ciudadanos turcos y un policía han muerto durante las manifestaciones y enfrentamientos desde su inicio el 1 de junio, y alrededor de 5.000 personas han resultado heridas, la mayoría de categoría leve y afectados por el gas lacrimógeno, según un comunicado publicado hoy por la Asociación Médica Turca. Cientos de ellas resultaron heridas sólo durante la jornada de ayer en Estambul, cuando docenas de personas recibieron además impactos en la cabeza de las latas de gas.
"La escandalosa declaración del primer ministro Erdogan es poco más que una provocación, que seguramente sólo llevará a más violencia y a más manifestantes heridos, sobre todo porque hay nuevas manifestaciones previstas para esta noche en Taksim", aseguró hoy Andrew Gardner, investigador de Amnistía Internacional para Turquía. "Ya es hora de que la comunidad internacional, y en particular los países de la Unión Europea, intervengan y urjan al Gobierno turco a que inicie un diálogo significativo con los manifestantes para calmar la situación".
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