“Para Pascua tendremos un nuevo Papa”
Benedicto XVI tendrá plenos poderes hasta las 20 horas del 28 de febrero. Luego empezará un periodo de sede vacante [sede vacía]
En marzo va a celebrarse un cónclave para elegir a un nuevo Pontífice. Aún sobrecogida por el anuncio imprevisto de la dimisión de Benedicto XVI, la Iglesia intenta tranquilizar a los fieles de todo el mundo. Es el mismo pontífice quien lo ha pedido.
“Benedicto XVI tendrá plenos poderes hasta las 20 horas, por supuesto según el horario de Roma, del día 28 de febrero", ha detallado el padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, en la rueda de prensa convocada de urgencia en el Vaticano. "A partir de aquel momento, empieza lo que, según la doctrina jurídica y canónica de nuestro Estado, llamamos sede vacante [sede vacía]”, ha dicho el jesuita, precisando que el Papa alemán, no va a tener ningún rol oficial tras la dimisión. El pontífice se va a dedicar a una vida de oración, primero, en el Castel Gandolfo, una finca que la Santa Sede tiene en la provincia de Roma, cerca del mar, y luego en el antiguo convento de clausura en una colina del Vaticano.
“La preocupación es la de no dejar vacía la silla de San Pedro y no abandonar a los fieles, sin guía y sin orientación”, ha comentado Monseñor Luigi Bettazzi. “Este es un acto muy fuerte y revolucionario, en línea con un pontificado rompedor. También los obispos se jubilan a los 80 años. Es un acto que deja sobrecogidos a los católicos de todo el mundo, pero si reflexionamos sobre ello, finalmente va a fomentar la fe y la estima hacia la Iglesia”, ha añadido.
A los pocos días de dimitir Benedicto XVI, se va a celebrar un nuevo cónclave. "Por supuesto el Pontífice dimisionario no va a participar en ello. Para Pascua tendremos un nuevo Santo Padre”, ha declarado Lombardi. Sin embargo, el portavoz no ha podido concretar más las fechas y el calendario que se pone en marcha desde el día 1 de marzo. “Nos enfrentamos a una situación nueva. No se trata de una normal sede vacante que se abre cuando se muere un Papa”, ha explicado emocionado.
En teoría, cualquier hombre bautizado y no casado puede ser elegido Papa por el cónclave
Según la práctica del derecho canónico, que debería respetarse una vez fijada la fecha, los cardenales se reúnen en la Capilla Sixtina, encerrados cum clave [en latín, con llave] para no tener contacto alguno con el mundo exterior. Tienen derecho de voto todos los cardenales que no hayan cumplido los 80 años; los que sean mayores, solo tienen una función de apoyo espiritual y participan en las fases de conversación previas al voto. Los electores no pueden ser más de 120. Ahora son 115. En la milenaria historia de la Iglesia, siempre se sentó un cardenal en la silla de San Pedro. En teoría, sin embargo, puede ser escogido cualquier hombre bautizado y no casado. Si el nuevo Papa no es obispo, se le ordena tras su aceptación del cargo. Para ser elegido, un Pontífice necesita una mayoría de tres cuatros de los votantes. Tras el escrutinio las papeletas se queman. Si no se ha alcanzado la mayoría necesaria para la proclamación, la chimenea de la capilla Sixtina escupe humo negro. A partir de la 34º ronda de voto, solo quedan como candidatos las dos personas más votadas y se eliminan todos los otros nombres. Se vota hasta que uno de los dos salga elegido. Y por fin, en el cielo de Roma, se ve la fumata blanca.
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