Ahmadineyad viaja a Arabia Saudí con la crisis siria de fondo
Teherán apoya al régimen de Bachar el Asad mientras Riad es su principal enemigo. El embargo petrolero a Irán y su programa nuclear enfrenta a ambos países
Irán intentará reducir la tensión que mantiene con algunos de sus países vecinos, en especial con Arabia Saudí, Turquía y Qatar, en la cumbre de urgencia de gobernantes musulmanes que se celebra este lunes en la ciudad saudí de La Meca, afirmó este fin de semana el ministro de Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi. En recientes declaraciones a la televisión oficial iraní en inglés, PressTV, Salehi señaló que en esta reunión, a la asiste el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, la delegación del Gobierno de Teherán intentará reducir diferencias mediante el diálogo.
El conflicto de Siria centrará las discusiones. Irán apoya al régimen de Damasco mientras muchos de sus vecinos de la zona, en especial Turquía, Arabia Saudí y Catar, respaldan a la oposición. El conflicto sirio ha agravado las tensiones entre Teherán y esos gobiernos en el último año y medio, unas relaciones que ya venían siendo muy difíciles desde hace años, especialmente desde el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri, en febrero de 2005.
"Expresaremos nuestros puntos de vista y trataremos de tender puentes y limar las diferencias por medio del diálogo", dijo Salehi en referencia a la cumbre extraordinaria de gobernantes de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) convocada por el rey Abdalá de Arabia Saudí. Según Salehi, la República Islámica de Irán prefiere solventar los desacuerdos y centrarse en asuntos comunes en los que sea posible la colaboración en este tipo de encuentros.
Además de acudir a la cumbre, la delegación iraní tratará en La Meca la situación regional en Oriente Medio y el golfo Pérsico con las autoridades de Riad, agregó Salehi. Las relaciones entre Riad y Teherán se han complicado también en los últimos meses por el embargo petrolero impuesto a Irán, cuyas exportaciones de crudo, ahora prohibidas, son sustituidas gracias a un aumento de la producción en Arabia Saudí, lo que ha propiciado una reducción del precio del barril que perjudica sobre todo a Teherán. El programa nuclear de Irán también suscita enorme preocupación en el reino de los Saud y en varias capitales más de Oriente Próximo, especialmente en el golfo Pérsico.
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