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LA REVUELTA EN SIRIA

Un doble ataque causa decenas de víctimas en Damasco

La televisión oficial asegura que los "atentados terroristas" han matado a 55 personas y herido a 372

Ana Carbajosa

Coches en llamas, restos de cuerpos sin vida desperdigados sobre el asfalto y sendas columnas de humo que se elevaron sobre el cielo de Damasco. Así ha amanecido la capital siria después de que dos fortísimas explosiones golpearan las inmediaciones de un edificio militar en el sur de la ciudad y dinamitaran las escasas esperanzas de una paz próxima. Los dos atentados suicidas que costaron la vida al menos a medio centenar de personas y de los que se desconoce su autoría dejaron claro que el supuesto alto el fuego mediado por la comunidad internacional hace un mes es a estas alturas una entelequia. Los ataques más sangrientos desde el inicio de la revuelta siria han avivado además los temores a una guerra civil, en un país dividido por las tensiones sectarias.

El País

Ningún grupo se ha atribuido los atentados suicidas, pero el régimen de Damasco se apresuró a culpar a “los terroristas”, -según su terminología, los grupos opositores- de la matanza. El ministerio de Exteriores sirio ha pedido a la ONU que “tome medidas contra los países, grupos y agencias de noticias que practican y fomentan el terrorismo”, en alusión a cadenas como Al Yazira, a las que acusan regularmente de incitar a los opositores. Desde el inicio de la revuelta, Damasco ha acusado a elementos extranjeros de promover las protestas y financiar a los grupos rebeldes armados con el fin de desestabilizar al régimen.

Los principales grupos opositores han negado cualquier implicación y acusan al régimen de Bachar el Asad de perpetrar los ataques con el fin de atemorizar a los manifestantes y a los observadores de la ONU desplegados en el país y para alimentar las tesis oficiales de que grupos afines a Al Qaeda operan en el país. “Estas bombas no son obra de los luchadores opositores”, ha dicho el General Mustafa al Sheikh, jefe del rebelde Ejército libre sirio a la agencia Reuters. Al Sheikh ha indicado que su grupo carece de la capacidad para llevar a cabo ataques de esa magnitud.

El cráter abierto por la explosión.
El cráter abierto por la explosión.LOUAI BESHARA (AFP)

Los atentados con coche bomba se han producido frente a un conocido edificio que alberga departamentos de los servicios de seguridad y espionaje militar. Han sucedido a primera hora de la mañana, justo cuando los funcionarios se dirigían a sus puestos de trabajo y los estudiantes al colegio. La televisión oficial siria cifra en al menos 55 las víctimas mortales y en 370 el número de heridos, la mayoría civiles. En las imágenes que han comenzado a llegar por la mañana procedentes de Damasco se podía ver a los servicios de emergencia sacando víctimas de entre los vehículos convertidos en amasijos de hierros y los escombros. Se veían también decenas de cuerpos tirados por el suelo, medio desnudos, minibuses de transporte público incendiados y la fachada de un gran edificio oficial hecha pedazos. Un gran cráter horadado en medio de la carretera de circunvalación de la ciudad daba una idea de la potencia de los artefactos explosivos utilizados en los atentados. La agencia oficial de noticias Sana ha publicado fotos terribles de vísceras tiradas por el suelo y fragmentos de cuerpos sin vida.

Tras la primera explosión, una multitud ha corrido al lugar del atentado para socorrer a los heridos y ver qué había sucedido. Fue entonces cuando el segundo artefacto, mucho más potente, explosionó, según ha relatado un periodista local a la cadena británica BBC.

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Más de 9.000 personas han muerto desde que estallaran las primeras protestas surgidas al calor de la primavera árabe en Siria hace ahora 14 meses. Las fuerzas de seguridad del régimen de Bachar el Asad se han empelado a fondo para reprimir unas protestas inéditas en un país gobernado durante cuatro décadas con puño de hierro por la familia Asad. Los grupos opositores, inicialmente pacíficos, se armaron a medida que la represión se agudizaba y que los soldados desertaron de las filas del Ejército. Al enfrentamiento entre fuerzas leales al régimen y grupos rebeldes se le suma un tercer elemento: los atentados como el de hoy en el sur de Damasco.

No es la primera vez que se producen ataques de este tipo en Damasco, pero la magnitud de los atentados de ayer confiere una nueva dimensión a la escalada de violencia en Siria. En los últimos meses, se ha producido un goteo de este tipo de ataques en la capital. Grupos afines a Al Qaeda se han responsabilizado en el pasado de ataques similares.

Los atentados se han producido durante la supuesta vigencia de un plan de paz internacional, gestado por el enviado Kofi Annan hace casi un mes y que en teoría tanto el régimen de Bachar el Asad como los rebeldes se comprometieron a respetar. Los incumplimientos han sido continuos y ni siquiera la presencia de cerca de 70 observadores internacionales desplegados por el país ha conseguido mitigar la violencia. Robert Mood, el jefe de la misión internacional, ha acudido al lugar de las explosiones y a pedido “a todo el mundo en Siria y en el exterior ayuda para parar esta violencia”, según recoge la agencia France Presse.

Las peticiones y presiones para lograr el fin de la violencia son casi unánimes en el seno de una comunidad internacional, que de momento ha sido incapaz de ir más allá de reiteradísimas declaraciones y amenazas veladas a Damasco. Por un lado, no existe voluntad alguna entre los miembros de la comunidad internacional de repetir la experiencia libia, es decir, de empantanarse en una operación militar aunque sea limitada y supuestamente restringida a la protección de civiles. Por otro lado, China y Rusia, se resisten a romper su alianza con Siria, lo que garantiza al régimen de Damasco un importante suministro de armas y las defensas diplomáticas necesarias para evitar que cualquier iniciativa del Consejo de Seguridad de la ONU vea la luz.

Otros ataques

AFP
  • 9 de mayo. Una explosión al paso de un convoy de la ONU hiere a seis soldados de la escolta.
  • 27 de abril. Once muertos en un atentado suicida en Damasco.
  • 18 de marzo. Un coche bomba mata a tres personas en Aleppo.
  • 17 de marzo. 27 muertos, casi todos civiles, en un atentado contra un centro del espionaje interno en Damasco.
  • 3 de marzo. Dos civiles muertos en un ataque en Deraa.
  • 10 de  febrero. Al menos 28 muertos en dos atentados suicidas en Aleppo.
  • 6 de enero. Un suicida mata a 26 personas.
  • 23 de diciembre de 2011. Dos atentados suicidas en damasco mataron a 44 personas e hirieron a 166.

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Sobre la firma

Ana Carbajosa
Periodista especializada en información internacional, fue corresponsal en Berlín, Jerusalén y Bruselas. Es autora de varios libros, el último sobre el Reino Unido post Brexit, ‘Una isla a la deriva’ (2023). Ahora dirige la sección de desarrollo de EL PAÍS, Planeta Futuro.

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