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La faute de l’Espagne

Sarkozy ya no puede abrir la boca sin hablar de España. Los franceses que han votado a Marine no quieren ser como España. Si él quiere seguir presidiendo la République, es para no convertirse en España. Si gana Hollande, Francia será España.

Sarko l’americain se está convirtiendo en Sarko el antiespañol. Curiosa transformación, hay que decirlo, y muy poco francesa. Lo español es ser antifrancés, y lo más genuinamente francés es ser despreciativo y arrogante con lo español, y no antiespañol sino antialemán.

No olvidemos que la España de guitarra y pandereta es un invento francés. Fuimos el ‘otro’ exótico y Sarkozy quiere ahora situarnos de nuevo en la ‘otredad’ menos exótica y más dolorosa de la Europa del derroche y del desgobierno económico.

En sus insistentes invocaciones de España Sarkozy manifiesta hasta qué punto el fantasma de la crisis se está convirtiendo en una pesadilla para un presidente que con sus cinco años en el Elíseo pocas lecciones puede dar respecto a limitación del endeudamiento y recorte del déficit público.

Es un rebote de los viejos tópicos antiespañoles, que regresan a dónde solían después de la etapa de enamoramiento. Se produce en forma de conjuro antisocialista: la España en crisis era el socialismo de Zapatero, que era como decir el único socialismo que quedaba en Europa; y ahora hay que impedir que regrese de la mano de Hollande. La crisis c’est la faute de l’Espagne.

Yo, por mi parte, no puedo olvidar las buenas relaciones de Sarkozy con Zapatero, y sobre todo los elogios durante su anterior campaña electoral a la política de vivienda española, con promesas de imitación a los estímulos fiscales y a las facilidades bancarias para que los jóvenes compraran en vez de alquilar.

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Afortunadamente para Francia, nada pudo poner en práctica de aquellas ocurrencias suyas. Y seguro que ahora ha olvidado del todo que fue un embobado admirador de la burbuja inmobiliaria española.

Comentarios

Embobado es la palabra clave. Y falta poco para que digo que solo España es sur y mediterráneo, que África empieza en los Pirineos por su cara sur visto desde su norte. Nos quiere dejar solos y si pudiera renegaría hasta del sol para poder acusarnos hasta del calor.
Sarkozy quiere convertir a España en el particular idiota de su cena privada. Debería recordar cómo acaba la película francesa.
La campaña de los idiotas, podría titularse.
En Francia o en España, la crisis quema al que gobierna y el que gobierna quiere quemar al que ya no está o vive al lado, como si eso fuera a salvar a nadie de la quema global que nos rodea. En el país vecino ponen de ejemplo a España para quitarse culpas de lo hecho en su país, y en España culpan al anterior para esconder su incapacidad para resolver los problemas. Como si las crisis se formaran por lo hecho en un periodo exacto de años (España está como está por lo hecho entre 2004 y 2007, nada de lo anterior cuenta). Como si los datos buenos de otras épocas no llevaran incorporado el germen de la crisis que nos asiste. Solo se cuenta al que le explota el misil, no a quien lo tiró, ese era un genio por saber apretar el gatillo. En España el PSOE se equivocó, como en Francia lo ha hecho su actual Presidente. Trasladar culpas al anterior o trasladarlas al futurible de lo que ocurriría con el que sigue la línea del anterior de otro país, si tal cosa es posible, es la moda de nuestros egregios políticos responsables.
Qué grandes e importantes somos cuando es para echarnos la culpa. Entonces somos necesarios. Ya dijo Turguénev, solo muriéndonos dejaremos de ser superfluos.
Sarkozy desprende un tufillo de desprecio cuando hace referencia un día y otro también a la situación económica española como consecuencia de un gobierno de izquierdas. En parte, la desesperación y pérdida de papeles ante la posible derrota le lleva a tales excesos. Desde luego, bien poco elegante que es con un país vecino. De hecho, conozco franceses que viven aquí en España y se siente avergonzados.
La estrategia perfecta en política, aquí y en Vladivostok, pasando por París: pedir gobernar por lo mal que gobierna el que está, y una vez dentro, justificar lo mal que se hace por lo mal que lo hizo el anterior. En el caso francés se incluye a países terceros para cuadrar el círculo. Y ya volviendo al disparate nacional, pues no ha dicho Montoro que la culpa de todo lo que nos ocurre es porque el gobierno anticipó las elecciones para no elaborar los presupuestos. ¿Qué nos queda por oír? Quien pidió elecciones anticipadas hasta la saciedad ahora se queja poco menos que de haber entrado antes de tiempo.
Liderar desde atrás, gobernar desde atrás. La primera le sirvió a Obama para, sin figurar en primera línea, acabar con Gadafi. La segunda es la baza de Rajoy para, sin aparecer como responsable, culpar de su propia gestión al equipo anterior. Y luego está la jugada de Sarkozy, un fantasma con culpabilidad propia que aspira a sobrevivir a costa de encarnar en su rival fantasmas de predios ajenos. Qué pobres deben ser en Francia cuando ni su Presidente encuentra ningún modelo deleznable en su país que le sirva para defender su política sin tocar la de los demás. Eso si no acaba embutiéndose en la sábana blanca, blanquísima, de la xenófoba Le Pen. Sarkozy, más lepenista que Le Pen. Su sábana le servirá de mortaja.
La crisis está siendo una prueba muy dura para todos los países de la unión europea, interna y externamente. Montoro ha dicho que las culpables de la desviación del déficit son las autonomías, haciendo amigos, un insigne más venido a menos por culpa de la crisis. Precisamente, las autonomías, que deberían hacer de nexo de unión entre los españoles, rompen España. A la primera prueba seria de cohesión, todos echan balones fuera, la culpa es siempre del otro, de los reinos de taifa, las comunidades autónomas; ese proyecto que nació en la España de la transición, son hoy las manzanas de la discordia y el recurso socorrido de políticos sin carácter. A nivel externo aún es peor, si bien el antiespañolismo francés al menos nos deja el consuelo de unirnos a todos en la adversidad, honestamente, ganada a pulso. La foute de l’Espagne es la chute de l’Espagne. Aunque nunca estuvimos suficientemente elevados sobre nuestros pies como para podernos lamentar de haber caído, ni siquiera esa hiel de fatalidad de los grandes podemos tomar, la de de haber subido a las alturas y tocar la miel con la punta de la lengua antes de descender a los infiernos. Lo nuestro en mucho peor, en realidad nunca llegamos a la altura deseada, siempre aparecimos tarde en los grandes eventos históricos, desde la derrota de la Armada Invencible. Apenas si las burbujas nos estaban haciendo cosquillas nos explotaron burlonas en la nariz. De Sarkozy lo pero no es lo que dice, sino que lo dicho es algo muy parecido a la verdad. No debe estar muy bien Francia, de nuevo el nexo de la común desgracia, cuando el Napoleónico conquistador de Benghazi y gran luchador por la libertad del pueblo Libio, tiene que recurrir al consabido tópico antiespañol para redimir al pueblo francés de su aflicción. Un concurso de desprecios mutuos, reproches de unión fracasada fabricada al calor del resplandor del euro. Somos nada, o menos que nada. Todos juntos podríamos pasar por una región vulgar del planeta, que un día llegó a ser el centro del mundo y que hoy no es nada, nada o menos que nada, que en esto también hay grados.
Dejando de lado las campañas electorales en las que el que no engaña suelta medias verdades ... y para ser objetivos, lo que no parece avenirse ni con los partidismos ni muchas veces con la prensa, reconozcamos que España habla de Portugal o dice que no es Grecia como Italia habla de España o como otros ya empiezan a hablar de Francia. Toda Europa está en recesión y mejor que los mercados se ocupen del vecino. ¿O no hemos escuchado decir que no somos Grecia? o Portugal ...
SI se miran detenidamente las cifras, se ve que la deuda y el deficit publico de españa solamente crecieron dramaticamente desde el 2008. ANtes, la gestion del gobierno socialista habia estado una de las mejores de europa (2, 9 deficit y 47% deuda). El problema ha sido demasiada confianza en el mercado imobiliario. Pero en confiar en el, el gobierno actuaba como buen alumno de los ultraliberales. QUe habria dicho el PP si se hubiera puesto reglas en ese mercado ? El fracaso viene de la falta de profesionalidad y de reservas de los bancos españolas que las finanzas del estado todavia tienen que ajudar. No se porque los socialistas franceses no argumentan asi encontra el ataque sin fundamento de Sarkozy. Lo que tendria que hacer el proximo presidente françes es proponer una union bancaria "latina" para recuperar juntos, nosotros latinos, del endeudamento pulico (italia y francia tienen reservas de ahoros privados muy grandes). Pero claro que la garantia debe ser una politica de desarollo y crecimiento economico inteligente y racional (hay necesidad de planificacion estrategica bien pensada)perdonan mi sabir latino
No sé si Sarko merece que El Pais hable tanto de el.
Aidez l´Espagne!
Y por lo demás, qué malas son las elecciones, por lo menos hasta que se celebran. Tienen la virtud de convertir en xenófobo al que no lo es pero no al revés. De celebrarse elecciones sin solución de continuidad creo que el género humano ya habría desaparecido de la superficie de la Tierra. Es avistar elecciones en el horizonte y acentuarse las pulsiones populistas, demagógicas y anti-otros, unas minas antipersonas que no hay manera de extinguir.
Y para el que quiera el artículo traducido al francés: http://t.co/FjaomTRp. Que es que en Twiter se está en todo y hasta es posible que esté todo. O casi.
La culpa de lo que hace el gobierno del PP es, en última instancia, del PSOE. Esa viene a ser la recurrente excusa del actual gobierno para justificar sus medidas de austeridad absoluta. Como Zapatero no hizo lo que hoy hace Rajoy, éste se ve obligado a hacer lo que no hizo aquél y que debería haber hecho para evitar... ¿Para evitar qué? Pues para evitar, básicamente, que lo hiciera Rajoy y por ello se desgastara. Parece un trabalenguas y lo es. Es el trabalenguas del gobierno de Rajoy, con el que quiere justificar toda su acción política a costa del ejecutivo anterior y evitar así que los ciudadanos le castiguen por lo que se ve obligado a hacer por no haberlo hecho el que debería haberlo hecho, según la lógica de la secuencia temporal del poder, se conoce. Estábamos predestinados al duro ajuste pero algunos engañaron al destino. Y eso es un disparate que me lleva a preguntar: si el PSOE debería haber hecho lo que hoy hace el PP, y que de hecho empezó, ¿qué necesidad había de anticipar elecciones? No puedo olvidar que el PP exigió hasta la extenuación elecciones anticipadas desde casi el triunfo del PSOE en 2008. ¿Para qué? Pues para que ahora su ministro de Hacienda se queje de que el gobierno socialista las anticipó para librarse de redactar estos presupuestos tan restrictivos que se han visto obligados a hacer ellos. Se quejan de lo que los otros no hicieron, pero, de hecho, de las subidas y recortes que sí hicieron en su última etapa (subida del IVA, bajada de pensiones y bajada de salarios de los funcionarios) solo recibieron un recorte de mangas de los que hoy gobiernan, cuando no una firme declaración de insumisión, como la protagonizada por Aguirre a cuenta del IVA. No se han cansado de reprocharles, antes, durante y después de desembarcar en la Moncloa, todas las medidas adoptadas y que seguían la misma línea de las que hoy aprueba el gobierno Rajoy, y ahora se quejan, tácitamente, de no haber entrado más tarde para haberse evitado tener que continuar ellos el desguace. Quieren entrar cuando no gobiernan y cuando gobiernan poco menos que manifiestan su malestar por haber entrado. Critican los recortes y las subidas de impuestos cuando no gobiernan y se quejan de que aquellos no acabaron su trabajo de peluquería presupuestaria cuando les toca hacerlo a ellos. Estoy perplejo y solo espero que ellos, nuestros representantes, lo estén menos, cosa que dudo.

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