Putin se erige en defensor de la patria ante cientos de miles de seguidores
El primer ministro es el favorito en las presidenciales del 4 de marzo
Vladímir Putin exhortó a sus conciudadanos a defender Rusia en un mitin de retórica militarista que se celebró el jueves en el estadio Luzhniki de Moscú y que, por su estilo y organización, evocaba las concentraciones de apoyo al régimen comunista en la desaparecida Unión Soviética. El mitin fue la mayor concentración en apoyo de la candidatura de Putin a la presidencia de Rusia prevista por su equipo antes de los comicios del 4 de marzo. A él asistieron 130.000 personas, según la policía, y cerca de 100.000, según las valoraciones de la emisora El Eco de Moscú.
Las tribunas de Luzhniki, con capacidad para más de 70.000 espectadores (a rebosar hace dos días en el partido de fútbol entre el CSK y el Real Madrid), estaban llenas en cerca de un 80% , según impresión visual de esta corresponsal, pero a los espectadores sentados había que sumar varios miles de manifestantes de pie sobre la pista, en cuyo centro mismo intervino Putin, tras ser jaleado por sus seguidores. La figura del jefe de Gobierno, que resultaba diminuta vista desde las gradas, fue agigantada por varias enormes pantallas. El 23 de febrero es el Día del Defensor de la Patria y jornada feriada en Rusia. En época soviética, ese día estaba dedicado al Ejército Rojo, pero no era fiesta laboral.
Enfundado en un anorak del que sobresalía una chaqueta de punto (del modelo acuñado por el sindicalista español Marcelino Camacho), Putin manifestó que estaba dispuesto a trabajar y defender a la patria “siempre”. “No permitiremos que se inmiscuyan en nuestros asuntos internos, no permitiremos que nos impongan su voluntad, porque nosotros tenemos nuestra voluntad que siempre nos ayudó a vencer”, afirmó, en una frase impersonal que no identificaba el sujeto. En tono más solemne, continuó: “Somos un pueblo vencedor, lo llevamos en los genes, en nuestro código genético y esto se trasmite de generación en generación”. “Y ahora también venceremos”, concluyó. Putin fue presidente de Rusia durante dos mandatos de cuatro años (de 2000 a 2008) y, tras el interregno de Dmitri Medvédev en la jefatura del Estado, espera recuperar oficialmente aquel puesto para otros seis años por lo menos, ya que el mandato presidencial se ha ampliado en dos años en virtud de una enmienda legislativa introducida en época de Medvédev. La constitución rusa impide ocupar la presidencia durante más de dos mandatos seguidos, pero no prohíbe volver a ella tras una pausa.
Después de exhortar a la unidad en torno a Rusia, Putin pidió a todos “no mirar hacia el extranjero, no correr hacia la izquierda, no desviarse y no traicionar a la patria”. El líder recurrió a la historia rusa del siglo XIX para alentar el espíritu patriótico, el motivo central del mitin que fue convocado con el lema “defenderemos el país”. En concreto, Putin se refirió al 200 aniversario de la resistencia rusa ante la invasión de Napoleón en 1812 y recordó un poema que había escrito el clásico ruso Mijaíl Lérmontov sobre la batalla de Borodino, en las cercanías de Moscú y también unos versos de Serguéi Yesenin. Con tono dramático y grandilocuente, Putin citó a los héroes que soñaban con “morir” por la patria y dijo: “La batalla por Rusia continúa. La victoria será nuestra”.
Su discurso, interrumpido varias veces por vítores, había durado unos pocos minutos, y apenas había concluido cuando el público comenzó a abandonar el estadio en desbancada, incluidos los obreros traídos a la convocatoria desde al provincia industrial de Sverdlovsk, en los Urales en un tren especial contratado a los Ferrocarriles por la dirección de los sindicatos rusos, que corría a cargo de los gastos de viaje. En total, llegaron 600 personas seleccionadas en organizaciones y empresas de la región, entre ellas el gigante metalúrgico y la fábrica de vagones y de tanques de Nizhni Taguil. Los forasteros, que habían pasado dos noches en el tren, volvían por la noche a los Urales. “Los obreros con Putin”, podía leerse en algunas de las pancartas que portaban trabajadores de los Urales y también de la región carbonífera siberiana de Kémerovo.
Los intentos de la oposición a Putin de contratar dos vagones de tren para realizar una gira política desde Moscú a Irkutsk, en Siberia, fracasaron cuando la dirección de los ferrocarriles rusos, tras conocer el carácter político del proyecto, se negó a alquilarles los vagones.
Entre los asistentes al mitin de los partidarios de Putin había grupos de personas que habían sido traídos en autobuses desde sus empresas y desde otras provincias, tal como indicaban los autobuses y vehículos aparcados en el territorio cercano al Estadio. Había cosacos, militares, miembros de asociaciones deportivas y paramilitares (de judokas, de Artes marciales, de paracaidistas) funcionarios y también burócratas de Rusia Unida, el partido mayoritario en la Duma y promotor de la candidatura de Putin. Sin embargo, RU permaneció en sombra en tanto que partido, ya que la organización del mitin corrió a cargo del Frente Popular, una entidad que agrupa a distintas organizaciones en apoyo de Putin, entre ellas los sindicatos. La propaganda electoral del Frente Popular se inspira en el constructivismo e imita el estilo obrero de los años veinte del pasado siglo. Una parte de los manifestantes había venido en contra de su voluntad. Así lo contaron varios estudiantes del Instituto de Aviación de Moscú. “Nos han obligado a venir con la amenaza de que nos expulsarán del centro si no lo hacemos. Estamos vigilados. Nos han dividido en grupos de 20 y aquí están los controladores con las listas. Ellos también vienen obligados. Todos tenemos algo que perder, el curso, las asignaturas o el trabajo”, señalaron. Los estudiantes afirmaron que se habían dado casos de estudiantes que habían sufrido represalias por no haber querido acudir, pero afirmaron que la represión no era directa sino que se hacía aparecer como un mal rendimiento académico”.
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