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Condena de 12 años de cárcel para una joven infanticida holandesa que mató a sus cuatro bebés al nacer

La chica quería ser "la hija perfecta" y temía que su novio la abandonara.- Dio a luz sola a tres niñas y un niño y escondió los cuerpos en maletas en el desván de su casa

Sietske H., una holandesa de 26 años, ha sido condenada a 12 años de cárcel por la muerte de sus cuatro bebés, asfixiados al nacer. Los pequeños, tres niñas y un niño, apenas vivieron unos minutos antes de perecer a manos de su madre, que ocultó los embarazos por temor. Luego metió los cuerpos en sendas maletas en el desván de su domicilio. La infanticida dio a luz en su propia casa de Leeuwarden (al norte del país). Nunca acudió al médico, y en uno de los partos, su hermana dormía en la misma habitación. Nadie oyó nada. Según los jueces, la procesada cometió un homicidio con el primer bebé y tres asesinatos en los demás casos.

La fiscalía ha pedido los 12 años de la sentencia ahora dictada alegando que el drama nunca debió suceder: "Nuestra sociedad dispone de formas legales, ya sean anticonceptivos, aborto, o bien adopciones, para evitar lo ocurrido. ¿Por qué optó entonces por lo peor? Los bebés no tuvieron oportunidades". Según la acusación, la primera muerte pudo atribuirse a un conjunto de circunstancias que desembocaron en homicidio. "En las otras tres, ella sabía lo que ocurriría, pero siguió adelante". Como la joven se ha negado a que le hagan un examen psiquiátrico, la condena es superior a otras dictadas para casos similares. "Quería ser la hija perfecta. Y ser madre soltera no cuadra con esa imagen. Sé que necesito ayuda, pero si entras en la rueda de los centros mentales ya no sales", dijo, durante el proceso. Asimismo señaló que temía perder "al amor de su vida", que es el padre de los cuatro niños muertos.

Sietske H. fue detenida el pasado año después de que uno de sus colegas notara su súbita pérdida de peso. Trabajaba en la consulta de un dentista, y pedía unos días de fiesta antes del parto. Para no delatarse, mantuvo su ritmo normal de vida durante los cuatro embarazos. Incluso bebió mucho alcohol a conciencia los fines de semana. "Se habría notado si optaba por los refrescos", explicó al tribunal. Su familia se ha marchado del pueblo donde residían y la casa ha sido clausurada.

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