Uno mintió cuando dijo que no fumaba. Defendió luego su derecho a la mentira poética. El otro mintió cuando dijo de alguien que había sido detenido en una operación policial en Arganzuela contra una trama de explotación sexual. No sé yo cómo hará luego para defender su derecho a mentir. ¿También razones poéticas?
Uno con sus mentiras no perjudica a nadie, salvo a sí mismo. El otro con las suyas hiere y con contumacia: quiere herir y dañar. Hay un abismo entre ambos. Uno jamás habla de moral, mientras que el otro se la lleva a la boca en cuanto le dan la ocasión.
La frivolidad de uno y la inmoralidad del otro nos aleccionan sobre el sonido hueco de ciertas palabras y los escasos escrúpulos de quienes percuten sobre ellas como en un tambor. Quien esto hace no es un mentecato, o no solo, es sobre todo un inmoral. Y lo peor es que lo que ha destruido su sentido moral y su credibilidad como periodista no es más que la vanidad.
Comentarios
No se me vaya usted por los cerros de Úbeda, Sr. Bassets. El quid de la cuestión es que el Sr. Cercas se dedicó a defender alegremente el derecho a la "mentira poética" en un artículo periodístico publicado por El País. De lo cual usted no dice absolutamente nada, por supuesto.En realidad su artículo de hoy no deja de ser una vuelta de tuerca más a su documentada enemistad personal con el Sr. Espada que ambos deberían hacerse mirar cuanto antes por un psicólogo.De hecho tiene bémoles que en un párrafo critique usted a su "enemigo íntimo" por llevarse la moral a la boca en cuanto puede y en el siguiente le acuse precisamente de inmoralidad.Ojalá algún día Espada, Cercas y usted se dediquen a dirimir sus peleítas de patio de colegio en privado y no a abrasar a sus lectores con las mismas.Por cierto, que Espada se ha pasado tres pueblos, pero Cercas parece ser que le escribió una carta a El Mundo insultándole. Vamos, que ninguno de lo dos parece merecer respeto intelectual de ningún tipo.
El problema es que si admitimos una mentira en un artículo periodístico, ¿dónde está el límite?, ¿cuándo se puede mentir? El periodismo tiene que contar los hechos. Puede analizarlos (aunque yo se lo dejaría a los expertos, no al periodista), pero ¿contar mentiras? El artículo de Espada, que puede ser un prepotente o incluso un imbécil, si se quiere, lo deja de manifiesto. Cercas ha sido víctima de la ficción, esa ficción que tanto defiende. Porque no, Espada no ataca al hombre, ataca el argumento, aunque sea de manera burda y aunque haya que leer entre líneas (como siempre con Espada). (repito aquí el comentario que he puesto en el Boomerang, porque se ve que allí nadie comenta)
Lo cierto es que Espada le ha dado con todo a Cercas, y en esas ocasiones amigo Bassets lo mejor es callarse la boca e intentar recuperarse hablando de otras cosas
¡Estos intelectuales...! ¡Que hay que dar ejemplo, coño!
Voy a escribir un artículo demoledor sobre Rajoy y cerraré el artículo con un "y eso que soy afiliado y votante del PP". El que me conozca, se reirá con el despiste-embuste, pero el que no me conozca, y a ellos va dirigido el texto, difundirá el comentario, sobre todo si el autor es reputado, como prueba irrefutable. "Mira, hasta los suyos desconfían de él", dirá satisfecho el adversario. Vamos, lo de siempre, el reconocimiento pueril de lo contrario que se es para convencer al rival. Mentiras propias para convencer a extraños.
Sr.Basset, según tengo entendido usted es el responsable de la sección Opinión de El País, ahora con el sabroso jugo que da titular una tribuna con "diario de un friki".Lo de Francisco Rico tiene un pase sólo discutible, como muy bien apuntó Milagros Pérez Oliva, la Defensora del lector, a la que di en su momento las gracias por la aclaración y desvelar el embuste poético, y por tanto, quedar en claro el prejuicio que puede llevar a un periódico como El País seguir esa tendencia.Ni siquiera defenderla a lo gracioso, como hace el pedestre Cercas.Está claro que una ficción es más cómoda, elegante y fácil de escribir para el relleno de un periódico y de leer por su parte el lector, donde un Millás puede lucirse y recibir una respuesta exitosa siempre, antes que contrastar, pensar la realidad de una noticia o un conflicto de opiniones.El lector perezoso siempre preferirá algo ameno, ficticio, que una verdad complicada de comprender.Una licencia o mentira poética puede mantenerse así en un libro de poesía, que uno compra a conciencia de que lo que en ese libro se diga, será consciente de que será poesía sin más lo que allí se encuentre, en una novela pasará otro tanto y hasta en un ensayo, pero lo de incluir ficción y mentira en una sección que se dice de Opinión, en un periódico, va un trecho y es posible que sea justificadamente criticado.
Francisco Rico, para el que no lo conociera, esto es, la realidad de que no fumara en su vida un cigarrillo o lo haga habitualmente como un cosaco, era relevante y llevaba al engaño al lector poco avisado, y esa era la intención, burlar a los "malsines"; lo que allí se dijera supuestamente pasaba por la verdad.Fue un guiño o juego de complicidad.Estamos.Pero supóngase que de Rico no sepamos nada, si fuma o no.En ese caso, una aclaración como la de Pérez Oliva estaba justificadísima.¿Era necesaria? A mí no me cabe duda.No se puede defender como "mentira poética", eufemismo claro de tomar el pelo o jugar con el lector "crédulo" quien muchas veces no tiene necesidad de saber si un columnista fuma o se acuesta con su vecina.Alguna vez le he leído a usted, Basset,criticar el amarillismo o la falta de rigor en periodismo.A estas horas puede uno pensar que lo suyo es otra opinión como la que pueda tener Rico o Cercas.¿Y lo de Arcadi?: una demostración a lo "gore" de lo que no es recomendable hacer en un periódico.El daño causado es el mismo que el de propagar una mentira.De hecho, esto surge de una mentira ociosa y de una burla.Ahora resulta que la cosa quiere ponerse seria...Adiós a la gracieta.
Señor Bassets, dice muy poco a favor de su comprensión lectora afirmar que la única intención de Espada es "desacreditar a quien detesta". Hasta para el más torpe de los lectores es evidente que lo que hace Espada es llevar al absurdo el argumento de Cercas, provocando en su propia reacción una contradicción. No es insultar por insultar, es demostrar que la mentira nunca puede ser utilizada como argumento porque no es posible establecer el límite de la mentira aceptable. No verlo, señor Bassets, demuestra que usted mismo es el que está cegado por el odio hacia a aquel que detesta.
Sr. Bassets leo su artículo y no termino de comprender de que me habla...El quid de la cuestión es que si se permite la mentira o la fábula en la información periodística siempre habrá un grupo de fanáticos y desinformados que la tomarán como real y verdadera, como parece haber sido su caso...reacciones como la suya de hoy ponen de manifiesto lo peligroso de su uso...Espada, con argumento quizás en exceso provocador, le tira el anzuelo y usted se lo traga entero...
Lo he leído esta mañana en la edición impresa. Soy lector habitual de "El País" y desde hace poco "Del Alfiler al Elefante".Casualmente el escrito del Sr.Rico lo leí en un blog de "Diario Médico" que lo había transcrito como argumento para atacar la ley mal nombrada antitabaco.A mi personalmente, me pareció poco apropiado que un señor que no conocía (en usos y costumbres) y suscribía la noticia como académico de la lengua se permitiera hablar de la ley aprobada como "golpe bajo, estolidez y vileza".Cuando leo la normativa de "El País" para publicar en el blog, claramente reconozco un mensaje: ¡no insultes!No por rebuscado, el sinónimo es menos insultante.Bien debe saber usted que la palabra poco común reverbera largo tiempo en la mente de las personas, tanto más cuanto más "elevado" se piensa que es.Insultaba claramente por acción.Pero también insultaba con desparpajo y por omisión.Seguramente en su pequeño o gran círculo de amigos conocían su adicción al tabaco pero nosotros no.No me pareció gracioso entonces ni me lo parece ahora, no lo veo poético.Las multinacionales del tabaco emplean hectáreas de tierra en el cultivo de tabaco, más lucrativo que producir alimentos.Al tiempo desarrollan un marketing para propiciar el consumo en adolescentes y utilizan toda su potencia en comunicación para propagar su mensaje.Vendría bien, sería una revelación que grandes patriarcas de iglesias y corporaciones nos dijeran que "a fin de cuentas todo era una broma poética".El único aspecto positivo de este "affaire", es que sacuda nuestras mentes...a costa de una pérdida de confianza.Por otro lado llegar a la provocación de Espada...Aunque sean periodistas de talla y por esa misma razón convertir una publicación en el gran hermano literario...no me parece bien.Ustedes verán, estoy seguro que ganan difusión y que tienen riesgos calculados.Pero en este caso yo se quién ríe y no es Javier Cercas
Cuando a uno le dan así, tan contundentemente, en la boca, lo mejor es reconocer la equivocación y quitarse el sombrero. Y descuide, la reputación de Cercas sufrirá pero no por la falsa noticia.
La mentira está tomando mucho valor social en España. Preocupante. Miento, luego consigo miles de adeptos. La inmoralidad que nunca nos ha abandonado, ahora además da mucho prestigio. ¡Paren el mundo, yo me bajo!
Un mentiroso es un mentiroso. Impresentable Rico, absurdo Cercas defendiendo lo indefendible, y despiadado Espada, haciendo honor a su apellido. Aunque desde el punto de vista matemático, no personal,la demostración de este último es perfecta. No a la mentira (sin avisar de que los será, como los ilusionistas)
Por los clavos de Cristo, vamos a intentar pensar que los que os leones somos medianamente inteligentes.En la columna de opinión de Rico se despedía con un "yo no fumo" rotundo y gracioso. Al día siguiente, como era de esperar( y el autor ya contaba con eso), me enter'e que fuma como un carretero, y os puedo asegurar que mi reacción fue una carcajada.Leí a Cercas y le comente a mi mujer que estaba leyendo un articulo absurdo, que había que separar lo que es noticia de opinión y bla, bla.Hoy no he leído al Sr. Espada (sinceramente no lo he leído nunca) pero si las noticias sobre lo ocurrido y, sinceramente, me asombro y me preocupa (y como veis soy de la misma opinión que el). ¿Se puede tener mas mala leche? Ese articulo solo se entiende desde la envidia o el resentimiento...y eso hay que dejarlo para casa o para la tasca, no para publicarlo en un periódico, que sus asuntos personales, insultos, mentiras etc a nadie no interesa (a nadie medio educado). Le puedo asegurar a este señor que yo hubiera contestado a Cercas con argumentos e incluso con ironía, pero no le doy pistas. También le puedo asegurar que seguiré sin comprar ese periódico y llamar'e a mi cuñado para decirle que nunca mas le haré el favor de comprarselo (¡Tendr'a cara es tío, o sea, mi cuñado)
Leones no, quería escribir leemos
¿Por que no te aplicas el cuento?
Mejor frívolo que inmoral...
http://planetamancha.blogspot.com/
¿¿¡¡Y QUE DECIR DE LAS MEDIAS VERDADES - QUE peligrosa es su manipulacion?!
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.