Un nuevo muerto palestino en una semana sangrienta en Cisjordania

Un palestino ha muerto por los disparos del Ejército israelí en un control militar cerca de Nablus, en el norte de Cisjordania. Se trata del último incidente en una semana inusualmente sangrienta. Mientras que en la franja de Gaza, la muerte de palestinos que se aproximan a la frontera es relativamente frecuente, los incidentes mortales son poco habituales en Cisjordania. En total, cuatro palestinos han perdido la vida allí en incidentes relacionados con el conflicto en esta semana.

La cooperación policial y de espionaje entre la Autoridad Palestina -cuyas fuerzas entrenan las potencias occidentales- e Israel es según los expertos la principal causa de la mejoría de la situación en Cisjordania en los últimos meses. Esa mejoría ha quedado esta semana en entredicho, coincidiendo con un momento de estancamiento de las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes.

El Ejército israelí ha informado de que Khaldun Sammudi, supuesto militante de Yihad islámica de 25 años, que murió en Nablus, llevaba encima un artefacto explosivo. Un testigo indicó a la agencia palestina Maan, que los soldados desnudaron al hombre y le dejaron desangrarse sin permitir el paso a las ambulancias. La muerte sucedió en el mismo control militar en el que esta semana, Mahmud Dharaghma, también palestino, perdió la vida cuando el ejército le disparó por error. El joven palestino se acercó al puesto con una botella de cristal en la mano y no paró cuando se lo ordenaron. Los soldados abrieron fuego y acabaron con su vida, como explicaron más tarde los portavoces militares.

Asalto en Hebrón

También fue un error la muerte el pasado viernes de Omar Qawasmeh, un hombre de 67 años que descansaba en la cama de su casa en Hebrón cuando una unidad militar entró en su cuarto y le disparó hasta la muerte. Los soldados buscaban a un sospechoso perteneciente al movimiento islamista Hamás, que vivía en el mismo edificio del hombre muerto a balazos. El Ejército emitió un comunicado en el que dijo "lamentar" la muerte de Qawasmeh "quien no estaba relacionado con actividad terrorista alguna".

Y el pasado fin de semana, Jawaher Abu Rahme, una joven cisjordana de 35 años, murió tras la manifestación semanal en contra del muro israelí en Bil'in, un pueblo cercano a Ramala. La familia de la joven y los informes médicos aseguran que murió como consecuencia de la inhalación masiva de gases lacrimógenos. El ejército sin embargo, sostiene que el fallecimiento no está relacionado con los métodos de disuasión utilizados durante la protesta.

La familia Abu Rahme está marcada por la tragedia. Bassam Abu Rahme, hermano de la recién fallecida, murió en 2009 tras recibir el impacto de un bote de humo durante una manifestación en Bi'lin. A su hermano menor, Ashraf, un soldado le disparó balas de goma desde una distancia corta, cuando estaba maniatado. Una cámara de vídeo de una organización israelí de derechos humanos grabó el incidente y las imágenes dieron la vuelta al mundo en 2008.