El ex líder republicano DeLay, culpable de corrupción

Un jurado del Estado de Texas ha declarado culpable a Tom DeLay, jefe de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, entre 2003 y 2005, durante el mandato de George W. Bush, de manejar fondos electorales ilegales. Apodado The Hammer (El martillo) por sus tácticas de presión sobre sus correligionarios para conseguir su voto, estaba acusado de canalizar ilegalmente 142.000 euros en contribuciones corporativas en las campañas de candidatos republicanos para las elecciones del Estado de Texas de 2002.

Ahora se enfrenta a una pena que le podría encerrar de por vida en prisión: de cinco a 99 años por lavado de dinero y entre dos y 20 años por otro delito de conspiración para cometer lavado de dinero, además e algunas multas. Un castigo que le será comunicado en la sentencia que se hará pública el 20 de diciembre. Tras conocer la decisión, DeLay, de 63 años, aseguró a la salida del juicio que apelará la decisión. "Es un abuso de poder; un error judicial. Estoy muy decepcionado. Pero es lo que es... y seguiremos adelante. La criminalización de la política es un atentado a nuestro sistema".

Durante las tres semanas que ha durado el juicio, la acusación ha presentado más de 30 testigos -además de e-mails, escuchas telefónicas y otros documentos- para probar que DeLay conspiró junto con dos socios para burlar la ley que prohíbe las aportaciones directas o indirectas de empresas en las campañas políticas (vetadas en Texas desde 2003), informa en su edición digital The New York Times.

En cumplimiento de las normas internas de su partido, en 2005 DeLay se vio obligado a presentar su renuncia como jefe de los republicanos de la Cámara de los Representantes estadounidense cuando se hizo pública su imputación por la justicia. Dejaba así un organismo de poder en el que había estado durante veinte años.