La fiscalia rusa pide 14 años de prisión para el ex magnate del petróleo Mijail Jodorkovski
El proceso cuestiona la independencia de la Justicia en Rusia
La fiscalía rusa ha solicitado 14 años de prisión para el ex magnate del petróleo, Mijaíl Jodorkovski , y su socio, el ex dirigente de Menatep, Platón Lébedev, acusados ambos en un proceso con amplias connotaciones políticas que cuestiona la independencia de la Justicia de Rusia.
Jodorkovski y Lébedev están cumpliendo una sentencia de ocho años (inicialmente, de nueve) impuesta en 2005, al ser considerados culpables de siete delitos estipulados por el código penal, entre ellos estafa y fraude fiscal. En el segundo proceso, que comenzó en marzo de 2009, se les ha acusado de robar 218 millones de toneladas de petróleo entre 1998 y 2004 así como de lavado de dinero obtenido de forma delictiva. En dos ocasiones y argumentando errores aritméticos, la fiscalía ha reducido la cantidad de toneladas de crudo supuestamente sustraídas. Inicialmente, se les atribuía el robo 350 millones de toneladas. La defensa considera que la acusación de robo de petróleo del segundo proceso contradice la de fraude fiscal (por no pagar los impuestos del petróleo extraido) del primer proceso.
Los acusados se consideran inocentes de los cargos imputados tanto en el primer proceso como en el segundo. Yukos, la petrolera fundada por Jodorkovski, llegó a ser una de las primeras de Rusia. Los activos más importantes del imperio que Jodorkovski levantó acabaron siendo transferidos a la petrolera estatal Rosneft, en un proceso opaco y truculento. El jefe del Gobierno ruso, Vladímir Putin, no oculta su animadversión por Jodorkovski y, en diversas ocasiones, ha intentado involucrar al ex magnate en varios asesinatos. El descrédito verbal practicado por el primer ministro no se ha traducido en acusaciones con validez legal. Además de sus actividades empresariales, Jodorkovski llegó a formar una amplia red de organizaciones sociales dedicadas a diversos fines, desde la promoción del internet al apoyo a instituciones de enseñanza y el debate político. Su caída en desgracia se interpreta como una consecuencia de la actitud de Jodorkovski, que se atrevió a desafiar al Kremlin y fue percibido como una amenaza política por Putin.
Según el fiscal Valeri Lajtin, la pena solicitada considera circunstancias atenuantes como la existencia de hijos menores de edad de los acusados, su buen comportamiento y la mala salud de Lébedev. La fiscalía declaró haber renunciado a uno de los episodios incriminados, a saber el robo de las acciones de la "Compañía Petrolera de Oriente". Los abogados consideran que la fiscalía les hizo perder tiempo y energía preparando argumentaciones sobre una acusación que había expirado en 2008.
Según el abogado Yuri Shmidt, los fiscales deformaron los testimonios de los testigos de la defensa y los transformaron en cargos durante la lectura de su acta de acusación que ha durado varios días. La defensa comenzará a leer sus alegaciones la semana próxima. El lunes se cumplen siete años de la detención de Jodorkovski en una espectacular operación en el aeropuerto de Novosibirsk.
En un reciente artículo en Los Angeles Times , Jodorkovski opina que Rusia se acerca al punto en el que estaba la URSS en la segunda mitad de los años ochenta y vaticina que la segunda década de este siglo se caracterizará por la crisis del actual sistema que está basado en la corrupción. Según el ex magnate, el segundo proceso contra él tiene por objeto evitar su pronta liberación. A tenor de la primera condena, Jodorkovski debería ser liberado en octubre de 2011. Esta fecha coincide con la campaña para las elecciones parlamentarias (diciembre 2011) y está próxima a los comicios presidenciales (primavera 2012).
Según los abogados, la pena pedida por los fiscales tiene en cuenta el tiempo pasado en prisión, por lo que, de ser condenados a 14 años, Jodorkovski sería liberado en 2017. En su artículo, el magnate acusa a los dirigentes rusos de aceptar la corrupción y seguir ideas arcaicas en su intento de cerrar el paso a la gente creativa y con talento. Para el fiscal Lajtin, Jodorkovski y Lébedev desacreditaron a la comunidad empresarial rusa ante los inversores extranjeros y socavaron las bases del Estado al dirigirse al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. En el segundo proceso se han celebrado 280 sesiones judiciales y entre los 81 testigos interrogados se cuentan el ex ministro de relaciones económicas exteriores, German Gref, y el ministro de Industria, Víctor Jristenko.
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