El desplante de Obama pone en evidencia un problema de fondo. La relación entre la UE y Estados Unidos es muy estrecha, pero está llena de redundancias, disfunciones y excesos burocráticos que incomodan a Washington. Se solapa, además, con la auténtica institución transatlántica que es la OTAN, aunque ésta también se halle en crisis y en plena prueba de fuego en Afganistán.
Obama salió muy insatisfecho de las dos anteriores, celebradas el pasado año, en Praga y otra de vuelta en Washington, en la que eludió su participación en el almuerzo final. Pero ni siquiera estos fiascos habían hecho cambiar hasta ahora los planes del presidente norteamericano, que tenía previsto asistir a la Cumbre con la UE en Madrid en abril, en contra de lo que ahora ha afirmado la Administración norteamericana.
Obama es un presidente que no quiere dar ningún paso sin tener toda la información y conocer al dedillo la trascendencia de la decisión. George Bush asistió a todas la cumbres porque sus asesores consideraron que era lo conveniente, pero por sí mismo no podía poner en duda su funcionalidad. No es el caso de Obama, que raciona y dosifica su tiempo en función de las prioridades y no de los compromisos.
Su horario es el más caro entre todos los políticos mundiales y se organiza por cuartos de horas, unidad mínima de tiempo que la Casa Blanca considera suficiente para asimilar un problema, despachar una entrevista o consultar una cuestión con sus asesores. Los viajes al extranjero, muy abundantes en su primer año, paralizan su agenda interior, donde ahora se centran las prioridades, por lo que es del todo lógico que ahora quiera concentrarse, a la vista de las elecciones de mitad de mandato de noviembre, en las que se juega la doble mayoría en las cámaras.
Obama sólo habría asistido a la Cumbre de Madrid esta primavera si algo sustancial y realmente relevante hubiera estado en juego. No es el caso: la UE no es un problema ni le sirve a Washington para resolver problema alguno. En el fondo, ha seguido al pie de la letra la recomendación de un think tank europeo, el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, en un paper donde se puede leer que “la relación trasatlántica no necesita más cumbres, foros ni diálogos” y que “visto desde Washington, la ronda anual de cumbres EE UU-Europa se ha convertido en un ejercicio de pantomima”.
Sus autores, el británico Nick Witney y el americano Jeremy Shapiro, recomendaron también que se descartara la idea inicial española de aprovechar la presidencia para revisar la Nueva Agenda Trasatlántica, firmada en 1995. Tal propuesta “sólo dañaría la credibilidad de Europa en Washington”, señalan.
Aunque la diplomacia española pudo captar a tiempo la necesidad de rebajar las expectativas acerca de la Cumbre, no percibió que lo que estaba en crisis era la cumbre misma. Ningún presidente desde hace 17 años ha dejado de asistir a estas aburridas reuniones, que fueron semestrales con Clinton y se convirtieron en anuales con Bush.
Es evidente que la arquitectura de las relaciones ha quedado obsoleta, pues corresponde al mundo tal como era en 1994, cuando se aprobó la Nueva Agenda, con una Europa todavía de 15 miembros y sin el euro. El documento elaborado en similares fechas por dos think tank españoles, el Instituto Elcano y la Fundación Alternativas, en cambio, considera todavía que la presidencia española constituye “una oportunidad para replantear la relación trasatlántica” y para que España actúe “como puente entre los EE UU y la UE”. La renovación de la Agenda Trasatlántica que proponen incluye la posibilidad de una solemne Declaración de Interdependencia, que debería salir de la cumbre “como mensaje político de gran calado”.
En contraste, el documento antes citado Hombro por hombro subraya que el problema no es de estructuras organizativas, sino de falta de voluntad y de visión política por parte de las principales capitales europeas. Cada vez que se ha producido una discrepancia sustancial dentro de la UE se ha resuelto por la vía de la complicación burocrática: creando una nueva y compleja institución, buscando derogaciones temporales de los tratados o aplicando el método clásico de los pequeños pasos que conducen finalmente a un cambio.
Lo que pide EE UU con su brusco desdén es que los 27 busquen rápidamente el consenso en los temas estratégicos en los que la cooperación entre Europa y EE UU puede dar resultados tangibles: la relación con Rusia, el estatus de Turquía, la negociación de paz en Oriente Próximo o la guerra de Afganistán. En vez de una superpotencia dispuesta a trabajar hombro con hombro (de ahí el título del documento), Washington suele encontrar todo un abanico de matices, que pueden ir desde la voluntad de actuar como contrapoder (Francia) hasta la entrega incondicional (Reino Unido), que luego se expresan en una cacofonía incomprensible para los presidentes americanos. Estas actitudes estimulan la tendencia natural norteamericana al unilateralismo.
No hay aliados más próximos que los de la UE, ha señalado la secretaria de Estado, Hillary Clinton, pero a la hora de la verdad la obamanía europea se ha traducido en escasos resultados tangibles: dificultades para mandar tropas a Afganistán, escasas ofertas para recibir presos de Guantánamo, problemas por parte del Parlamento Europeo en la cooperación policial con los sistema Swift de datos bancarios y PNR (Passanger Name Record) para el control de pasajeros aéreos.
Sólo faltaba que los europeos criticaran abiertamente a Obama por su acuerdo con Brasil, India, China y Sudáfrica (los BRICS menos Rusia) sobre medio ambiente en Copenhague o que los franceses expresaran su malestar por el desembarco de los marines en Haití para que la Casa Blanca perdiera ya la paciencia.
(Hasta aquí, el análisis que se publica también en el diario con fecha de hoy. Los párrafos que vienen después son una apostilla que completa mi reflexión sobre la suspensión del viaje y de la Cumbre.)
El desaire permite dos lecturas perfectamente compatibles. La primera: el perfil de los recientes nombramientos de presidente del consejo y de alto representante, Herman Van Rompuy y Catherine Ashton respectivamente, revelan la débil voluntad europea de jugar como un agente global, a lo que Estados Unidos responde poniendo patas arriba el calendario de encuentros a su máximo nivel. Segunda: Washington aprovecha el vacío creado por el paso de la Europa del Tratado de Niza a la Europa del Tratado de Lisboa, evidente incluso en el lento calendario de hearings parlamentarios y en la toma de posesión la semana próxima, para impugnar un esquema en el que no se han sentido nunca cómodos y que molesta todavía más al nuevo presidente.
Lo peor para España ha sido la sorpresa: el Gobierno se enteró por la prensa y sólo recibió explicaciones oficiales tres horas después. Y las malas formas, naturalmente. Obama ha intentado compensar el mal trato con la invitación hoy al Desayuno Nacional de Oración. Pero el daño ya está hecho. A la UE, por supuesto, que está obligada a reaccionar y a hacerlo revisando sus propios defectos, no buscando las culpas al otro lado del Atlántico. Y a España y su presidente, claro está, aunque sea escasa la responsabilidad de este lado; si acaso, la falta de perspicacia de su diplomacia. Pero en todo caso, está visto que una presidencia europea ya no es una oportunidad de lucimiento, sino una trampa para elefantes, sobre todo en mitad de una crisis económica tan severa.
Nouriel Rubini señalaba ayer en el Financial Times que “ninguna unión monetaria ha sobrevivido sin una unión fiscal y política”. Lo que le falta a Europa para que Obama asista con regularidad a las cumbres es lo mismo que le falta para abordar razonablemente la crisis. Y sólo estamos en los primeros compases de la aplicación de ese Tratado de Lisboa que debía convertir la UE en un agente global.
Estimado Lluís:Veo que finalmente has aceptado mi posición de hace mucho tiempo. Faltó que Obama os hiciera un desplante total para que vierais lo que repetidas veces te he dicho. (Hasta me baneaste una vez.) No se necesita tener lupa y atención de monje copista para encontrar las razones. Esta vez te las enumeraré:- Los "ignorantes" americanos hablamos idiomas extranjeros, después de todo tenemos orígenes en otras partes del mundo, por lo que nos damos cuenta de la opinión ajena. No es difícil notar el ODIO de los españoles contra USA, solo hay que leer El Pais, y leer los comentarios a los artículos.- En general los americanos viajamos por lo que tenemos información de primera mano acerca del trato de los euros a nosotros, y del ODIO y DESPRECIO que nos demuestran.- No tenemos que ser genios para recordar que fue ZParo el que se aplastó en la silla frente a nuestra bandera, ahora nos reímos cuando lo vemos rogar a Obama que viaje a España. También recordamos que nos trató de echar encima a la EU en masa con respecto a Iraq.- Sabemos aritmética y podemos calcular que las contribuciones de Europa nunca son iguales que las nuestras.- Obama es hijo de un kenyano por lo que el trato europeo a África le llega cerca. GB lo sintió fuerte cuando les devolvió el busto de Churchill, y les hizo otros pequeños desplantes. Pero España no tiene ese especial sitio que goza GB.- No existe el día en que no se insulte a USA en este periódico.Puedo continuar con más puntos, pero creo que ahora si ya os vas enterando. ¿Ahora es más claro, no? Quizás tú, Lluís, pudiste influenciar a los editores para que se bajara el nivel de vitriolo. ¿No es para eso el periodismo?
Creo que te equivocas, Azpellido, al decir que en España se odia o detesta a Estados Unidos. En realidad cometes el mismo error de los gobernantes israelíes cuando se les critica: las discrepancias se producen con una administración concreta, no contra lo que representa EEUU. En el caso de Bush, por ejemplo.
“Las cumbres bilaterales con la UE “nunca han sido populares entre los presidentes Americanos...”Bueno y que otra cosa se podia esperar... veamos:Los hidalgos por naturaleza del orgullo que les dio el derecho de la inquisición del 1492 son racistas, cosa que no cae bien con un kenyano que por otra tambien es racista, pero del otro lado. Por tanto, la labor de un sindicalista como Obama no caen bien los episodios de purgamiento racial de la “corona” y su guerra civil que determinó la labor comunistoide de muchos que pensaban como él. Y si Obama seguramente leyó a Galeano, la version en inglés, sabe mucho sobre las virreinatos de america latina y el desprecio que la hidalguia parasitaria ostentaba contra el criollo sudaca. Creo que el racismo es fuerte en la tierra de los hidalgos, no hay más que leer el El País para darse cuenta como hablan de los africanos que las olas arrojan a sus costas...La oligarquía norteamericana-incluyo a Obama- sabe que la riqueza material, mano de obra barata no está en Europa, mucho menos en la tierra de Cervantes... sobre todo cuando Brasil, Africa, India o la cuenca del pacífico asiático tiene mucho más que ofrecerle al país especialmente ahora que se nos viene encima una inflación de los demonios y los desempleos chorrean como quien abre un grifo. La UE, sus 27 “potencias” tienen ya su responsabilidad asi que mejor no se ofendan.
Óscar Valero:Me alegra tu respuesta, pero igual da. Basta leer el resto de comentarios. Los insultos por la razón que sea siguen siendo insultos.¿Qué derecho tenéis los españoles de insultar a un presidente extranjero por mucho que estéis en desacuerdo? ¿Acaso se os hace agradable que os traten de genocidas, o de asesinos? Y mira que razones hay, ¿Sabes por qué llegaron los negros africanos al Caribe? No llegaron en pateras tampoco, ni iban cantando Cumbayá.Reconozco tu argumento, pero no convence. Tengo pruebas de primera mano. En otras palabras, he sufrido vuestros insultos en persona y en España cuando no podía defenderme por ser INVITADO.La cosa es que en el caso de Obama es aún peor. Obama sabe muy bien el trato que dais a los negros africanos, a los suramericanos, y a quién se os pone enfrente. Es una tristeza, pero es la realidad.
Y hablando del sociocomunista ZParo en Washington es de dar risa.Vi el reportaje en Fox News y ZParo no hace presencia. Todos los planes que llevaba se fueron al traste.Lo más interesante es ver al Sr. Zapatero, materialista confirmado, ateo perdido, desplantador de Papas, leer del Deuteronomio y hacer el bobo en público. Afortunadamente lo hizo en español, pues no sabe decir ni jota en inglés. Vaya presidente el ZParo, Bush en sus peores tiempos lo deja comiendo tierra.
Estimado Lluís, estimad@s tod@as, gracias por enriquecer el artículo original con una apostilla en el post, de alguna manera, afirma la vinculación del autor con esta sección bloguera.
Que Obama (y la UE) andan reconsiderando muchas e importantes vinculaciones, dadas antes por hechos sentados e inerciales, es de lo más natural, teniendo en cuenta cómo andan las cosas en la realidad de progresos mundiales. Posiblemente, los episodios del replanteamiento global los podamos ir apreciando al tiempo que se desgranan las angustias y las débiles posiciones que soportan -aún hoy- al avispero de poderes afirmándose (por contraponerlo con un hormiguero, que no tiene necesariamente que ser de bachacos).
Obama tiene su mirada en los problemas internos, es posible, pero no deja de mirar de reojo cómo los posicionamientos europeos actúan animando a sus enemigos "internos".
Es aquí, no en otro considerando, donde la estructura global se resquebraja sustancialmente, porque, en el fondo, lo que está en cuestión es la esencia del reparto de poderes, la consecuente re-estructuración de poderes allá en los USA, acá en las Europas, y más allá también (leánse los emergentes boqueantes y los sumergidos ahogados por el peso de todos los demás engordados).
No es una cuestión de insultos (sólo insulta quien puede), pues se han prodigado antes, ahora, y seguirán acentuándose ... con razón. La cuestión, tiene que ver con la necesidad de aciertos en el reposicionamiento, en la capacidad de los gobiernos por enocontrar nuevas fórmulas de impulso común, compartidas, alineadas con lo que Obama necesita y -muy posiblemente- los demás también.
Pero sobre ésto, hoy, más claro que nunca, nada de nada, o casi (por más que quieran teatralizarse muchos logros). Estamos embarcados en el eternizado "sálvese quien pueda y como pueda" ... sí, aunque haciendo alarde de "solidario" y "responsable", como siempre. Ya no cuela, el mundo ha cambiado ... a peor.
En este escenario desatado, las contradicciones afloran, las traiciones están a la orden del día, y las conspiraciones se acrecientan en escalada. Las consecuencias para España vienen siendo pre-claramente sentidas; y estamos en reacción. Pienso que se van a intensificar ciertas consecuencias muy bien guardadas en el por si acaso.
No es Obama un debilitado presidente, sino un acorralado guerrero que sabe a qué ha llegado y lo que se espera de él en adelante (sobre todo, ya ha identificado a quienes debe aplicar certero descabezado, caiga quien caiga, aunque hayan demoras convenientes y reguladas).
Repasen las actitudes europeas, y podrán ver clarito cómo las escaramuzas son de hondo calado interesado, de profunda alevosía insostenible, y de inevitable resurgir del despotrique egoista y rabiosa corrupción de la Unión. No olvidemos quiénes dirigen el cotarro y cuáles son sus proclamadas (o no) alianzas internas y externas; encontraremos sus miedos y ataduras.
El gigante gringo, el gigante europeo, el gigante nipón, los gigantes emergentes, y la gigantesca epopeya sumergida de los demás, confirman que las incomodidades, pronto, se trocarán en acciones nada dialécticas y sí muy posicionadas en la acción. Lo dramático de esta escalada es que podemos ver el caso como el de un avispero apaleado, cabreado y liberado a su suerte (y al pairo de la nuestra si seguimos despistados).
La "anarquía", hoy más que nunca, se nos muestra como esencia misma del poder instituido, burocratizante, irracional y militarizado hasta los dientes para sostener la agonía genocida del modelo neo-liberal, las proclamas neo-tayloristas, y las afirmaciones seguidistas-cómplices e ignorantes.
Lo interesante de cualquier posicionamiento gringo en desaire a las Europas, no se dude mucho, es la libertad concedida a los líderes europeos para articular silenciosas contra-medidas (y se producirán, pues ya se han producido algunas).
España tiene la oportunidad preclara de concentrarse en los asuntos estratégicos que nunca fallan cuando se ejercen con pasión y decisión tomada. Estamos en ello.
Saludos cordiales,
Si, si, si, si... y el 17 de febrero cometen la locura de mandar al Sr. Rey. Vaya si no son obstinados lunáticos.
Obama no es tonto.
Nada como dar un portazo en las narices a la UE...
Para manejar al redil...
O para que despabilemos y empezemos a mirar y unificar nuestra agenda de verdad.
Ahora el problema real es el paro.
Sin ese problema resuelto, o en vías de resolverse, los esfuerzos en otras areas no serán eficaces...
Tiempo para ponerse las pilas y pensar, actuando con otras ópticas que las habituales.
Porque las habituales ya hemos visto a dónde nos llevan.
Más que un fiasco, es una oportunidad. A ver si lo vamos pillando.
Si, Jorge, tienes razón. Todo está bien y no pasa nada. ¿Qué le importa a Obama el fin de España? ¿Tú crees que se preocupa por los españoles?Si crees eso, te vendo mi piso barato...
"Permitanme que les hable en castellano, en la lengua en que por primera vez se rezó al Dios del Evangelio en esta tierra"Vaya... menos mal. Buen escape a la falta de preparación para los asuntos internacionales. Nos recordó las masacres de los aborígenes americanos a manos de los aventureros/curas españoles. Pudo haber dicho lo siguiente, y hubiera hecho algo de valor:Ka Cahau chi cah Lal qo-vi, r'auazirizaxic-tah bi La. Chi pe-tah Ahuauam La. Chi ban-ta ahuauam La, varal chuvi uleu queheri ca ban chi cah. Ya La chikech ka mak, queheri ca ka zacho qui mak rii x-e makun chike. Ruq m'oh ocotah La pa takchiibal mak, xata koh col-ta La pa itzel. Quehe ch'uxoc!A buen entendedor, pocas palabras... dijo el cura.
Por supuesto que Europa quiere parecerse y seguir a Estados Unidos, apesar de que sabemos que no es un buen ejemplo.
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