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Entrevista:QUENTIN YOUNG | Activista

"A Obama le falta coraje"

El doctor Quentin Young es el principal adalid de un sistema de salud público en EE UU

Hace seis años, el doctor Quentin Young contaba entre sus amistades a Barack Obama. Por aquel entonces, ambos eran vecinos. Periodistas como Amy Goodman (la autora del best seller The barrier of sound) (Rompiendo la barrera del sonido) o John Nichols (del programa de radio The progresive) señalan a este médico retirado, que preside Phisicians for a Nacional Health Program (una asociación de médicos a favor de un sistema público), como "confidente" y "un amigo de toda la vida" del presidente de Estados Unidos. Incluso quien le inspiró para reformar el sistema de salud. El doctor Young tiene 85 años y sigue abogando con el mismo ahínco por una reforma sanitaria en la que él y aquel Obama "idealista, uno de los líderes de la comunidad", creían: una red de asistencia pública y universal en la que el Estado se haga cargo del gasto.

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Poco queda del proyecto que defendía el que fuera médico de Martin Luther King. Desde que empezó su carrera hacia la Casa Blanca, el presidente, su antiguo vecino, ha abandonado ese sueño por considerarlo demasiado ambicioso. EL resultado es la reforma que se debate en el Senado. "Si partiera desde cero, un sitema público sería lo que deberíamos hacer", dijo Obama en la campaña. "Pero hacer la transición desde nuestro sistema sería muy difícil. Y hay gente que necesita ayuda ya". En concreto, 47 millones de personas que carecen de asistencia sanitaria.

Pregunta: Usted colaboró con Obama y fue su amigo. Ahora, él ha logrado reformar el sistema sanitario de su país. ¿Qué es lo que falla en el modelo actual y qué propone usted?

Respuesta: Tenemos un sistema muy atrasado y costoso. Es el más inefectivo del mundo: el año pasado nos gastamos 2,5 billones de dólares (1,7 billones de euros), un 17% de nuestro producto interior bruto, lo que supone el doble que los países más industrializados. A pesar de esto, hay 47 millones de personas sin seguro.

Nuestra propuesta es el single payer ["único pagador"]. Quiere decir que el Estado es la única compañía de seguros en el país, es el Gobierno quien se responsabiliza. Muchos países europeos tienen este sistema o algo similar; aquí, existen 1.600 compañías. Son privadas, buscan obtener un beneficio. No tienen reparo en denegar atención médica a alguno de sus asegurados si contrae o tiene antecedentes de una enfermedad grave: éstas son las llamadas condiciones preexistentes. Algunas familias se ven en la bancarrota para poder sufragar los gastos de un tratamiento.

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P. La propuesta de Obama elimina estas condiciones.

R. Cierto, es una de las pocas cosas de su propuesta que nos gusta.

P. ¿Qué no le gusta?

R. No hace tanto, seis años atrás, Obama apoyaba el modelo público. Ahora sostiene que no es realista. Pero su plan multa a los ciudadanos si no se hace un seguro. Les ha proporcionado 30 millones más de consumidores a las aseguradoras. La gente con bajos ingresos recibirá ayudas, pero mediante un sistema burocrático que no contribuye a ayudar a los necesitados. Además, hay que tener en cuenta que deja fuera a los inmigrantes sin papeles, unos 11 millones, y que se ha cedido ante sectores antiabortistas para que una práctica legal no pueda ser cubierto por fondos federales.

Irónicamente, en 1965, un presidente relativamente conservador, Lyndon Johnson, puso en práctica el Medicaid, para aquellos con ingresos muy bajos, y el Medicare, para los jubilados. Es un sistema público para una parte de la población, que ha sido un éxito en todos los sentidos.

P. Usted es muy crítico con la exclusión de los inmigrantes indocumentados.

R. Desde el punto de vista médico, excluir a un grupo grande de la población es una locura. Simplemente por el peligro de contagio, la sociedad se está buscando futuros problemas. Y es inmoral, estas personas se pondrán enfermas; nosotros seleccionamos pero las enfermedades no, y los inmigrantes trabajan en restaurantes, están en contacto con el resto de la población.

P. Muchos periodistas, como Amy Goodman, dicen que usted fue una gran influencia para Obama.

R. [Ríe] Bueno, eso es un cumplido demasiado grande. Yo creo que Obama comprendió que había que cambiar el modelo.

P. Usted tuvo relación con Obama. ¿Cómo era él?

R. Yo le conocí porque los dos éramos vecinos en Chicago, colaborábamos en nuestra comunidad. Él era idealista, preparado, un líder de nuestra comunidad. Eso fue hace seis años, ha tenido una carrera meteórica. Cuando aún era senador del Estado, era bueno en su trabajo, un hombre liberal.

P. ¿Por qué Obama deja de defender el modelo de sanidad pública?

R. Bueno, podríamos hablar de su personalidad política. Creo que él es lo que llaman un centrista. En América, implica que vinculas ciertos asuntos, como la sanidad, a la industria. Una industria que gasta millones de dólares en pagos para que se defienda sus intereses en el Congreso, lo que es legal aquí. En muchos países de Europa no se permite. La presión es enorme, hay que admitirlo, pero Obama debe resistir. Hay varias interpretaciones, una de ellas es que le falta coraje, y creo que eso es verdad. La situación permite hacer cierta analogía con el New Deal de Roosevelt [medidas económicas para paliar la crisis del 29], que tuvo el coraje para enfrentarse a los sectores más ricos. Obama no parece estar intentando hacer lo mismo.

P. ¿Cómo es su relación con Obama ahora? Él asistió a su cumpleaños en 2003.

R. Este año me mandó una carta por mi cumpleaños. Bueno, es un político, realmente no tenemos ningún acceso a él. Y nuestra postura se está silenciando.

P. ¿Quién apoya este modelo?

R. Muchos ciudadanos se quejan de la cobertura que se les da. Y la mayoría de los médicos. En abril de 2008, la revista Annals of Internal Medicine publicó un estudio que daba un 59% de apoyo a este modelo entre los médicos de nuestro país.

P. La reforma de Obama puede parecerle moderada, pero los republicanos le han llamado socialista, marxista, y usted, ¿se toma esto como un insulto?

R. [Ríe] No, pero el caso es que lo que argumento son ideas socialdemócratas, es el modelo que han escogido muchos países que no son comunistas. En este país, se intenta asociar al socialismo ciertas medidas para que la gente se asuste. Y se consigue. La campaña de los republicanos contra la reforma ha sido vergonzosa, han mentido y han puesto el debate político a un nivel muy bajo.

P. Lo que ha conseguido Obama supone un paso en la dirección que usted y otros activistas persiguen. ¿Tiene esperanzas de ver su sueño cumplido en un futuro no muy lejano?

R. Sí tengo confianza en que algún día tendremos el sistema que queremos. Tal vez antes de lo que pensamos.

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