Festín de encuestas antes del ayuno electoral en México

En una de las muchas herencias del pasado, a partir del jueves los mexicanos se decretan un ayuno: no más información de corte partidista de cara al proceso electoral del próximo domingo, jornada en la que se renovará la Cámara de Diputados (500 curules) y seis gobernaciones (de 32 en que está dividido el país). ¿Y antes del ayuno? El hervidero de versiones de supuestas ventajas, de proclamas de triunfos adelantados, la publicación de encuestas y los últimos amarres públicos. Todo eso, a pasto.

Esta elección marca la mitad del mandato del presidente Felipe Calderón. Su partido, Acción Nacional, quiso que la misma fuera una disyuntiva: o estás con el mandatario que ha lanzado una lucha anticrimen sin precedentes -y cuya estrategia ha sido ampliamente cuestionada- o estás con "los criminales". Y a pesar de esa agresiva campaña, las últimas encuestas señalan que el opositor PRI tendrá un retorno triunfal, si bien no tan apoteósico como se creía a principios de año, cuando el escenario incluía mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Los números dicen, a cinco días de la elección, que serán, eso sí, mayoría simple.

"Sí es un firme delantera la que lleva el PRI, sobre todo si se habla de diputados. Porque volverá a ser primera fuerza, aunque no alcanza la mayoría absoluta", explicó a EL PAIS Roy Campos, director de Consulta Mitofsky, una de las encuestadoras más conocidas. En el informe de Campos dado a conocer este martes, la nota también se la lleva el PRD (compuesto por izquierditas y ex priistas), que alcanzarían apenas el 13% de la votación.

¿Quién mermó a los perredistas? Los perredistas, para empezar su ex candidato presidencial Andrés Manuel lópez Obrador, quien apoya en este proceso, también y sobre todo, a dos partidos satélites que le obedecen sin chistar: Convergencia y Partido del Trabajo.

Para Campos, sin embargo, la sorpresa de este proceso electoral estaría en que en vez de Nuevo León, poderosa entidad del norte del país, la alternancia -y por ello el interés- podría darse en las también norteñas de San Luis Potosí y Sonora.

El PAN apostó fuerte para arrebatar Nuevo León al PRI. Sin embargo, muchos analistas aseguran que a los panistas no les alcanzará para recuperar ese Estado, sede del poder industrial del país. En cambio, el PAN batalla, siempre según las versiones periodísticas y los pronósticos de las encuestas, para retener San Luis Potosí.

El caso de Sonora es totalmente distinto. Hace exactamente un mes se creía que el PRI tendría un día de campo en territorio sonorense, rico en términos agropecuarios. Sin embargo, el 5 de junio un incendio consumió a una guardería subrogada por el gobierno federal, y comenzó una dantesca pugna política que sin rubor lucra con el dolor de 48 familias que perdieron niños, de entre cero y cuatro años de edad (una veintena más de bebés quedará marcada con quemaduras graves).

El gobernador de Sonora, Eduardo Bours, ha llegado al extremo de condicionar una indemnización de casi 100.000 euros (mientras el gobierno federal ofreció sólo el equivalente a 10.000 euros), a cambio de que los familiares de las víctimas le cedan la potestad de ser él, el gobernador, quien tenga los derechos para demandar al gobierno federal por este caso.

Por eso, la encuesta del diario El Universal publicada este martes y que da una ligera ventaja al PAN por primera vez en Sonora, fue vista como "natural", si bien otros medios, como el líder sonorense El Imparcial, publican aún que el PRI se mantiene ligeramente arriba, pero arriba.

A punto de entrar en el ayuno, otros han manifestado ya su hartazgo: parte de la incógnita que se desvelará el día después de la elección es cuán profundo caló el movimiento que llama a anular el voto, que al menos en cuanto a atención mediática logró ser un protagonista importante de la campaña de unas elecciones en las que están convocados 74 millones de mexicanos a las urnas. Ése es el número de empadronados, pero un cálculo esta semana de una autoridad empezó a contener a quienes esperan un festín: según el tribunal electoral del Poder Judicial Electoral votarán apenas alrededor de 30% de los habilitados.