La Concertación y los comunistas se alían para derrotar a la derecha en Chile

Los partidos de la Concertación, la coalición gobernante de centroizquierda, y de Juntos Podemos Más, la agrupación electoral que encabeza el Partido Comunista (PC), suscribieron ayer por primera vez desde el retorno a la democracia, en 1990, un acuerdo electoral para los comicios parlamentarios del próximo 13 de diciembre, que busca superar a la derecha en unos 20 distritos y poner fin a la exclusión de los comunistas en el Congreso.

Aunque en democracia el PC no ha estado proscrito, como sí le ocurrió en la dictadura del general Augusto Pinochet (1973- 1990), y sus votos han sido fundamentales para la Concertación en las últimas dos elecciones presidenciales, ambas definidas en segunda vuelta (Ricardo Lagos en 2000 y Michelle Bachelet en 2006), han permanecido fuera del Congreso, al no elegir diputados ni senadores debido al sistema electoral binominal, que excluye a las minorías.

El acuerdo de la Concertación ?incluye a socialistas, sus aliados y democristianos? con el Juntos Podemos Más es sólo de naturaleza electoral y no programática. De hecho, ambas coaliciones mantendrán sus propios candidatos presidenciales, que ayer asistieron a la firma del acuerdo, junto con los dirigentes máximos de los partidos de ambas agrupaciones: por el oficialismo, el senador democristiano y ex presidente Eduardo Frei (1994-2000), que busca llegar por segunda vez a La Moneda, y el ex ministro de la Concertación y del presidente Salvador Allende, el socialista Jorge Arrate, por el pacto que encabezan los comunistas. Mediante el acuerdo electoral, la Concertación y Juntos Podemos Más reunirán fuerzas en siete distritos clave para elegir diputados de este pacto, mientras en otros 10 serán los comunistas quienes apoyen a los candidatos oficialistas, y en tres se presentarán en conjunto. En uno de estos distritos clave postulará como candidato a diputado el presidente del PC, Guillermo Teillier.

La votación conjunta de ambos pactos debería permitir duplicar a los candidatos de la derecha, si se repiten los resultados de la elección parlamentaria de 2005, y la unión con los comunistas no tiene el efecto de ahuyentar votos del centro. Al firmar este acuerdo "se demuestra generosidad y que el interés de Chile está por sobre cualquier circunstancia", sostuvo ayer Frei, mientras Teillier planteó su deseo de que el pacto permita una "convergencia futura" para el cambio "de la constitución que dejara establecida Pinochet".

El pacto de ambas coaliciones incluye también el compromiso de presentar un proyecto de ley para reformar el sistema electoral, lo que hasta ahora la derecha ha rechazado. Denominado binominal e implantado por la dictadura, este sistema es una de las claves que explica el tipo de transición a la democracia de este país, al forzar a los partidos a agruparse en dos grandes coaliciones para lograr elegir parlamentarios.

El binominal terminó la forma de proporcionalidad que existió hasta el golpe militar de 1973 y que permitía la representación multipartidaria en el Congreso. Establece que en cada distrito y circunscripción se eligen dos parlamentarios, y que para elegir los dos diputados o dos senadores, la mayoría debe duplicar a la fuerza que sigue en segundo lugar. Esto se logra alcanzando el 66,7% de los votos, algo muy difícil de conseguir.

Con votaciones de hasta el 17% en algunas comunas, el partido en el que estuvo Pablo Neruda, que en marzo de 1973 llegó al 16% de los votos y eligió 25 diputados y cinco senadores, desde el retorno de la democracia no ha ganado ni un solo parlamentario y su caudal electoral ha fluctuado en torno al 5%-7% a nivel nacional.