Jornada sangrienta en Guinea-Bissau

Las fuerzas de seguridad de Guinea-Bissau han asesinado al ex ministro de Defensa Helder Proença, al que acusaban de intentar dar un golpe de Estado, según informan medios oficiales que citan como fuente al Ministerio del Interior. La muerte de Proença se produce horas después de que fuera asesinado a tiros Baciro Davo, uno de los candidatos a la presidencia del país para las elecciones del próximo 28 de junio y al que el Ministerio del Interior también implica en el supuesto golpe de estado. Las emisoras precisan que Proença, su guardaespaldas y el conductor de su vehículo recibieron varios disparos de agentes de seguridad cuando circulaban por el norte del país. Los tres cuerpos fueron posteriormente trasladados al depósito de cadáveres de un hospital de Bissau.

El departamento de Interior vinculó esta muerte con el asesinato de Davo, ocurrido horas antes en Bissau, llevado a cabo por "hombres armados no identificados" que entraron en su casa a primera hora de hoy y le dispararon varias veces. La radio privada senegalesa RFM ha informado, por su parte, de que Davo fue hasta hace poco ministro de Administración Territorial del Gobierno encabezado por el actual primer ministro, Carlos Gomes Junior, del que dimitió para presentarse a las elecciones. La emisora también ha apuntado que Dabo estaba muy próximo políticamente al anterior presidente, Joao Bernardo 'Nino' Vieira, asesinado por militares el pasado 2 de marzo.

Las elecciones presidenciales se convocaron en Guinea-Bissau tras los asesinatos, a principios del pasado marzo, del presidente, Vieira y del jefe de las Fuerzas Amadas, general Tagme Na Wai, que sumieron al país, uno de los más inestables y pobres de Africa occidental, en una situación de confusión. Organismos de Naciones Unidas han afirmado que Guinea-Bissau se ha convertido en centro de paso de la droga desde Suramérica hacia Europa y aseguran que en esta actividad están implicados militares y altos cargos políticos, por lo que han manifestado su temor a que el país quede controlado por los narcotraficantes.

Desde su independencia de Portugal, en 1974, Guinea-Bissau ha sufrido varios golpes de estado y enfrentamientos entre facciones rivales del Ejército. Organismos de Naciones Unidas han comunicado que el país se ha convertido en un punto estratégico en el paso de la droga desde Suramérica hacia Europa y asegura que en esta actividad están implicados militares y altos cargos políticos, por lo que queda a merced de los narcotraficantes.