Ahmadineyad rechaza la propuesta nuclear de Occidente

El presidente iraní ha vuelto a echar un jarro de agua fría a los intentos de Occidente de resolver las diferencias sobre sus actividades nucleares. Mahmud Ahmadineyad ha rechazado hoy de nuevo la propuesta de los países occidentales para que "congele" su programa nuclear a cambio de evitar más sanciones y ha descartado mantener conversaciones con las grandes potencias sobre este tema.

Los comentarios del presidente, que busca la reelección en los comicios del 12 de junio, probablemente incrementarán la decepción de la Administración de Barack Obama, que está buscando el acercamiento diplomático a Irán. Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Alemania y Reino Unido dijeron en abril que estaban dispuestos a invitar a Teherán a una reunión para tratar de encontrar una salida diplomática al conflicto nuclear.

Occidente acusa a Irán de desarrollar armamento nuclear en secreto. Irán, el quinto productor mundial de petróleo, rechaza las acusaciones y afirma que sólo quiere energía nuclear para generar electricidad.

Rompiendo con la anterior política estadounidense de rechazar conversaciones directas con Irán, la Administración Obama anunció el mes pasado que estaría dispuesta a entablar una negociación con la República Islámica desde ahora mismo.

Ahmadineyad propuso un debate con Obama en Naciones Unidas, en Nueva York, "sobre las causas de los problemas mundiales", pero dejó claro que el régimen de Teherán no movería un dedo para iniciar un diálogo sobre la cuestión nuclear.

"Nuestras conversaciones (con las grandes potencias) serán sólo en el marco de la cooperación para gestionar cuestiones globales, nada más. Lo hemos anunciado claramente", dijo Ahmadineyad.

"El tema nuclear es una cuestión terminada para nosotros", dijo en una conferencia de prensa. "Desde ahora continuaremos nuestro camino en el marco de la agencia", refiriéndose al Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU.

Ahmadineyad fue preguntado por la propuesta "congelar por congelar", lanzada el año pasado y según la cual el régimen de Teherán detendría el desarrollo de su programa nuclear a cambio de que el Consejo de Seguridad de la ONU no le impusiese más sanciones.

Diplomáticos occidentales dijeron que esa propuesta continúa sobre la mesa y fue ratificada ante el jefe de la delegación nuclear iraní, Saeed Jalili, en una reunión mantenida el domingo pasado en Teherán.