Al menos 32 muertos en un atentado contra una peregrinación chií al sur de Bagdad

Al menos 32 personas han muerto y otras 84 han resultado heridas en un atentado suicida perpetrado por una mujer en la localidad iraquí de Iskandariya mientras se encontraban de peregrinación por una importante festividad chií. Los peregrinos se dirigían a la ciudad santa de Kerbala, donde cada año, cientos de miles e chiíes acuden para la festividad de Arbain, que se celebra el lunes y que marca el fin de los 40 días de luto posteriores a la Achura, la fiesta más sagrada del chiísmo, que a su vez conmemora el martirio en el año 680 del imán Husein, uno de los nietos de Mahoma, a manos de los Omeyas.

La ciudad de Iskandariya se encuentra a unos 40 kilómetros al sur de Bagdad y está en la ruta de la peregrinación hacia Kerbala, una de las ciudades santas del chiísmo, donde cada año por estas fechas cientos de miles de peregrinos ponen fin al luto por la muerte de Husein. Ya ayer, ocho personas murieron en Kerbala en otro atentado. Hoy, la terrorista suicida se ha inmolado entre los peregrinos. "hemos venido por la peregrinación, nada nos detendrá. No tenemos miedo, hemos pasado cosas peores en el pasado", ha dicho a la agencia Reuters Sadia Ali, un peregrino de 63 años que viene desde el barrio bagdadí de Sader City.

Todos los años desde la invasión estadounidense de Irak en marzo de 2003, las medidas de seguridad en torno a Kerbala tanto en la Achura como en el Arbain son máximas, pero la gran concentración de peregrinos hace muy difícil evitar los atentados, tanto en la ciudad como en las paradas de la ruta, en la que muchos de los fieles van ataviados o portan pancartas religiosas. "Estamos en alerta desde el sábado. Desde entonces, no he podido tomarme ni una hora para ver a mi familia, estoy durmiendo en la ambulancia", ha declarado a Reuters un trabajador de los servicios de emergencia.

Aunque la violencia ha descendido mucho desde hace un par de años en Irak, tras varios de violencia sectaria galopante, los insurgentes siguen teniendo capacidad para hacer daño. Las elecciones provinciales de hace dos semanas, en las que salió reforzado el primer ministro, Nuri al Maliki, y su partido chií, pueden haber empujado a los insurgentes suníes a demostrar que siguen estando presentes en el país. Estos grupos insurgentes y terroristas han utilizado en muchas ocasiones a mujeres como brazo ejecutor de los atentados, dado que no suelen ser cacheadas con tanto celo como los hombres. A veces, si no hay mujeres policías, ni siquiera son registradas.