Todo es posible, lo ha dicho Obama y se ha visto una vez más. Pero hay que hacerlo. Y la tarea que le espera al nuevo presidente es titánica. Se sentará ante una mesa infestada. Ahí están, para empezar, las dos guerras irresueltas, el billón de dólares de un déficit que crece como un cáncer o la crisis económica de caballo. No es fácil comprender la mentalidad que hay detrás de las frases de felicitación de Bush al nuevo presidente electo, justo cuando le va a pasar su legado tóxico: "Vas a comenzar uno de los mayores viajes de tu vida. Felicidades y disfrútalo". Para los poco más de 75 días en la Casa Blanca que le quedan, el pato cojo acaba de preparar un nuevo paquete de medidas que extienden nuevas hipotecas en derechos ciudadanos, medio ambiente y derecho al aborto. Bush ha asegurado que colaborará con su sucesor para asegurar una transición fluida. Pero el equipo de Obama tendrá sin duda muchas dificultades para consensuar con él las medidas urgentes que el país necesita para antes incluso de la toma de posesión el 20 de enero.
Obama ha demostrado ser un jefe de campaña tranquilo pero temible, de pulso firme y cabeza fría. Ahora debe superar un reto mayor y un aperitivo complicado. El reto, convertirse en un gran presidente a la medida del enorme caudal de dificultades que tiene ante sí. Pero el aperitivo es conseguir que la transición, esas 11 semanas endiabladas, no se conviertan en un lastre para su presidencia. Washington está lleno hoy de cesantes, a millares. Políticos y profesionales cuya actitud no será precisamente de simpatía con quien va a desalojarles de su despacho. Más son todavía los aspirantes a sustituirles. Muchos artículos de las revistas políticas y de las páginas de opinión de la prensa norteamericana pueden leerse estos días como cartas de presentación o de candidatura para recibir algún encargo. La entera Casa Blanca de Bill Clinton está en las listas. También los republicanos más moderados, que pueden aportar la dosis de transversalidad que le convienen a un presidente que quiere unir en vez de dividir, bipartidista en el lenguaje político washingtoniano.
La maniobra a la que hay que proceder en estas semanas es una difícil y costosa rectificación. No se puede conseguir de la noche a la mañana que el mayor transatlántico político y económico del mundo vire de rumbo y navegue en dirección contraria en cosa de días. Y en cambio la rapidez y la eficacia de la transición y de la instalación de la nueva Administración son cruciales. Obama no tiene tiempo que perder ni se puede permitir error alguno. En 1992, un inexperto e impulsivo Clinton perdió mucho tiempo y cometió un puñado de errores, lo que le llevó a pagarlo con la pérdida de la mayoría en el Congreso a los dos años. Obama no puede inhibirse de nada, ni siquiera de esa conferencia para reformar el capitalismo convocada para el 15 de noviembre, como hizo Rooseevelt en 1932, que rechazó todo contacto con su predecesor, Herbert Hoover, y esperó hasta la toma de posesión para empezar a dirigir los asuntos, a pesar de que el país se hallaba ya en la Gran Depresión.
Hay dos urgencias que sugieren una actuación consensuada, antes incluso de la inauguration del 20 de enero. Una es un paquete de estímulo a la economía, probablemente de ayudas directas a las familias, y el otro es un gesto altamente simbólico en el plano de los valores democráticos, como podría ser el cierre de Guantánamo. Ambas ideas tropiezan con serios obstáculos. El más importante es que Bush sigue siendo el presidente con un derecho de veto que va a ejercer sobre todo de forma defensiva para no lesionar más todavía su estropeada imagen.
Obama llega a la presidencia con un mandato más sólido y amplio que sus dos predecesores. Clinton obtuvo un 43% del voto popular y Bush hijo perdió frente a Al Gore en votos populares y fue el Supremo el que le dio los delegados de Florida que le faltaban aunque no había terminado la revisión del recuento. También es portador de un mensaje transversal muy fuerte, reforzado por el reconocimiento que está recibiendo desde el campo republicano como presidente de todos y encarnación del ascensor social, el sueño americano que lleva a un afroamericano a lo más alto. Va a tener un Congreso escorado a la izquierda, que le puede hacer la vida difícil, como les ha pasado a anteriores presidentes del mismo color.
Su capital de confianza es enorme, pero las fortunas políticas más grandes pueden ser dilapidadas en un abrir y cerrar de ojos. Cada paso será muy delicado a partir de ahora. Aunque tiene un derecho muy amplio a la gracia, se le observará con toda la atención y la propia realidad se encargará de tenderle todas las celadas. A efectos prácticos, ayer mismo empezó la presidencia de Obama, antes incluso de su entrada en la Casa Blanca. Es el país donde todo es posible, pero nadie regala nada y hay que ganárselo todo en el trabajo de cada día. Ésta será su piedra de toque.
Comentarios
Lo más impresionante de la elección de Obama es que ha conseguido crear un consenso en el que integrar el entusiasmo de casi todos, desde la extrema derecha hasta la socialdemocracia. Todos unidos en la salvación del imperio capitalista: "Transversalidad".
Sobre las particularidades de la campaña electoral, cuanto menos se hable, mejor. Creo recordar que Gaspard lo resumió aquí hace unos días lapidariamente y con toda la razón; decía algo así como que si esta vez los demócratas no ganaban, se merecían que les cortaran el cuello. Imaginemos que se hubiera anunciado, antes de producirse el hecho, que las lumbreras republicanas habían elegido a Sarah Palin como candidata a vicepresidenta, ¿alguien se lo hubiera creído?
Públicamente, hace más de un año que se anuncia un caos económico generalizado. De hecho, vivimos ya en un caos financiero. La debilidad de McCain en cuestiones económicas no podía compensarse con su aureola de héroe de guerra que, dicho sea de paso, no tiene fundamento alguno, puesto que su carrera militar fue minúscula. Compensarla con la presencia de alguien fácilmente susceptible de convertirse en la protagonista de una película porno parece un error demasiado grande. Pero aceptémoslo porque ya se sabe que EE.UU. es el país en donde todo puede ocurrir.
Entiendo perfectamente que un vaquero de Texas, con su representación racista de la sociedad, se quede admirado ante la visión de un negro en la Casa Blanca. El vaquero no sabe que en EE.UU. hace ya muchos años que desapareció la segregación racial para una élite negra. Un amplio sector de esa élite financió las revueltas de los 60 y de ese mismo sector viene la mentora de Obama, su mujer. Un negro, como un blanco, si tiene los medios, puede hacer de todo. La inmensa mayoría de la gente parece que está de acuerdo con eso, exceptuando quizá el vaquero de Texas. Un negro, puede incluso llegar al puesto de Colin Powell o de Condoleeza Rice. Incluso con los republicanos, incluso al lado de Bush.
Pero parece que el papanatismo no es patrimonio exclusivo del vaquero y surgen odas admirativas que convierten una cuestión doblemente epidérmica en hecho histórico. Ahora lo que nos gustaría saber es el verdadero contenido de ese cambio del que tanto se habla. En concreto, si la "revolución Obama" va a redistribuir la riqueza y en qué medida, o si todo va a seguir igual. El emperador electo ya lo ha dicho bastante claro: todo va a seguir igual.
La tímida reforma fiscal prometida es un imperativo de la situación económica, confiando en que estimulará el consumo. Como mucho, las escalas impositivas volverán a la situación previa al recorte de 2001, cuando la recesión también llamaba a la puerta. El déficit público y la deuda externa son alarmantes, y van a serlo aún más con la disminución de ingresos fiscales y la caída de las exportaciones derivadas de la recesión. Sin reformas estructurales profundas no hay mucho margen de maniobra, suponiendo que hubiera voluntad.
Una purga del ejército y de los servicios secretos es impensable. No se conoce alternativa alguna al cierre de Guantánamo, de las cárceles flotantes y de las secretas. En cuanto a la problemática de Oriente Medio, el drama palestino tiene visos de continuar sine die. ¿Salir de Irak y de Afganistán? ¿Cesar el acoso a Rusia? ¿Suprimir el bloqueo a Cuba? Más allá de la retórica, ¿hay algún indicio claro de que Obama pretenda modificar realmente las relaciones internacionales, es decir, desmantelar la configuración imperial actual? Pues claro que no. Pero caramba, seamos serios, ¿hay algún papanatas en la sala que lo desea verdaderamente?
Chapuza, imagino que las esperanzas que pueden tenerse ahora son directamente proporcionales al grado de descomposición moral al que se había llegado. Tuvimos que tragarnos un segundo triunfo de Bush, esta vez sin las trampas que dibujaba a la perfección la película "Recuento", que se exhibió en la noche electoral, con Kevin Spacey de prodigioso protagonista. Frente a Kerry, el voto de Ohio fue decisivo para aplastarnos, mientras algunos comentaristas nos indicaban (no sin alguna razón) que nos habíamos equivocado porque a Kerry lo habían votado no sólo quienes tienen una posición ideológica, sino sectores que podían permitírselo. Para decirlo de otra forma: se describía la adhesión a aquel Bush conquistador, como si al pueblo americano se le hubiera devuelto una forma de orgullo patriótico que la elite era incapaz de comprender. O que comprendía sólo en unos términos como los que Obama ha expresado, recogiendo una lectura de la tradición americana con resonancias del discurso del 20 de enero de 1961 o, más aún, con algo que los escolares se saben de memoria: lo que indicó Lincoln en Gettysburg como justificación misma del nacimiento de los Estados Unidos. A los americanos les gusta ese lenguaje como a los franceses les gusta recordar lo que dijeron sus propios padres fundadores, los diversos revolucionarios del 89. Como toda identidad, tiene su aspecto mítico, es decir, algo farsante y movilizador al mismo tiempo, pero basado (como algunas películas) en un hecho real. Lo que importa es el impulso que proporciona, en dirección distinta a cómo podían pudrirse esas palabras en los actos de Bush.
Ya expresé en una ocasión, en este mismo blog, que el Partido Demócrata no es el resultado de una evolución de la izquierda a la manera de la europea, de la revolución al reformismo. Se trata de un país donde la palabra "socialismo" es un insulto, y donde el término "liberal" provoca el rechazo del 46% de los votantes que han elegido a McCain. No podemos engañarnos con una esperanza que no proceda del pavoroso espectáculo del periodo anterior. Podemos reflexionar sobre los desengaños que Kennedy dejó a las puertas de una época de Nueva Frontera o el destrozo de la Gran Sociedad por quien había llevado al ridículo a ese rebelde conservador con causa que fue Goldwater. Pero, después de considerar lo mucho que Kennedy pudo defraudarnos, cuando su lenguaje poderoso y fascinante poco tuvo que ver con lo que en los años sesenta se entendía por izquierda en Europa, debemos ver lo que ocurrió a partir de entonces, cuando Nixon y Reagan llevaron a los resultados más ridículos de un oponente derrotado tras la segunda guerra mundial, en los casos de McGovern y Mondale.
Bassets se refería a un fin de ciclo, algo que significa necesariamente el inicio de otra época. Quizás, en este caso, lo importante es saber de dónde se ha logrado salir, cuando el empuje neoconservador parecía imparable desde 1980 y sólo rectificable en condiciones muy matizadas por las presidencias de Clinton. La primera, como bien se indica, con un resultado bajo, provocado por la presencia de Perot arrancando votos del total, y con una torpeza de comienzos de presidencia que contrastaba con su elocuencia de imitación kennedista.
Tienes razón al señalar que los negros pueden llegar a todas partes si tienen recursos. Ahí está Condoleeza para demostrarlo y allí estuvo Powell. Pero lo que creo que importa más es que los negros que no pueden llegar a todas partes, los trabajadores que desean un cambio de modelo tímido, ajustado a una cultura que poco tiene que ver con la nuestra, los sectores progresistas, han escogido algo que se anunciaba y se ha presentado, a ojos de todo el mundo, como una ruptura de ciclo. Y esa escenificación, con todo el escepticismo que puede traer consigo (como tantas jornadas de alegría de multitudes que acabaron en nada), tiene la ventaja de haber destruido algo sin duda alguna: la tranquilidad con la que, desde Nixon, la presidencia se identificó con una época quizás menos crítica en el ciclo económico, pero durísima para los sectores que han padecido una globalización diseñada desde el neoliberalismo. El Partido Demócrata es lo que es, pero puede ser el inicio de su propia rectificación, quizás porque la travesía de desierto que ha sufrido le obliga a confiscar determinada timidez y plantearse ser una verdadera alternativa al sistema de poder, a la concepción de la cultura y a la versión de la política imperial que los republicanos habían acabado por hacer propia del conjunto del pueblo americano.
Con el pesimismo de la inteligencia, con el optimismo de la voluntad y con el realismo del análisis: quizás también nos toque a nosotros establecer un campo de complicidad con quien desea cambiar las cosas en una sociedad distinta.
Que tal si comenzamos a llamar a los “negros” que viven en esta parte del mundo como lo que son: afroamericanos. Porque decir NEGRO es como decir, indio, o que tal como decir que un español es un moro, que un chino es un amarillo o que un latino es un mojado… etc., hay diferentes formas de expresar el racismo y desgusto por aquellas razas que vosotros no aceptáis y preferís dejar en la exclusión de lo no aceptado. Y que conste que esto no es un decir políticamente correcto, simplemente Obama es un presidente afroamericano. Alguien por ahí dijo que era mulato como si mulato fuera estigma de inferioridad, en fin, todos estos epítetos degoratorios se hacen con el fin de diferenciar el “nosotros” al de “ellos”, que son formas conscientes o inconscientes por omisión mental o ignorancia de excluir lo que no nos gusta. Afortunadamente la elección de Obama ha demostrado al mundo entero que América del norte tiene una capacidad de reinventarse no con el color de la piel sino que con una tremenda capacidad de transgredir el nacionalismo-fascista y prejuicio social que afecta a sociedades como la de vosotros. Ah, y el nombre del "vaquero" es George W. Bush, o simplemete, Bush.
Ilusión ha debido de despertar el mismo que está rodeándose de fieles de Clinton para lograr el 54% del voto blanco joven. Quienes creyeron –o creen aún, incluso en estos tiempos– en caras utopías en el pasado nos animan al cinismo del presente y el futuro, advirtiendo ahora a los que no creían ayer en Dios de la desilusión. Pero, efectivamente, somos serios y no queremos revoluciones, ni –¡qué reminiscencias las de la palabrita!– purgas. Seguramente, sí se desee que se levante el embargo a Cuba; los cubanos ya tienen bastante con sufrir la persecución y la ruina que les imponen los Hermanos Marx. ¿Lo hará? Posiblemente, no. Entre otras cosas, porque tiene en mente cosas más importantes, como Afganistán, con más soldados muriendo al día que en Irak y tragedias como la de hoy mismo, 13 civiles muertos entre siete cadáveres de talibanes. Ya le ha hecho saber a Rudd que espera más soldados para “la guerra a ganar”, frente a “la guerra que debemos acabar” (Irak). Y la OTAN europea recibirá idéntica petición en breve. Muchos republicanos creen que es el socialista que a algunos socialistas les gustaría que fuera, se extralimitará y la Derecha Jedi retornará. Error: volviendo al principio, revísese el equipo de transición. Y la izquierda de John Judis en ‘The New Republic’, igual de equivocada. La Nueva Coalición será tan efímera como la Hegemonía de Rove si se huye del pragmatismo; en la exit poll de 2004, el 21% se llamo así mismo “liberal” (en América, de izquierdas); el 34%, moderado, y. el 45%, conservador. El martes los porcentajes fueron del 22, 35 y 44. Si gana no es por su ideología, sino por la falta de ella. Hace gracia ‘The Nation’, atacando a Emanuel como más papista que el Papa Corporativo de Washington, D.C.
En respuesta a Miguel, gran parte de las familias del quintil inferior pertenecen a los dos deciles con menores ingresos. Es decir, si la media anual de ingresos en términos de paridad de poder adquisitivo (ppp) era de $27.000 en 2005, la mitad de los deciles estaba no llegaba a ese nivel. Los dos de renta inferior –“los pobres de solemnidad”– que ganan menos de $20.000 al año, de media $8.000 y $13.000, respectivamente, son precisamente los que conforman ese quintil más pro-Obama. Se ve en .xls (esto para Chapuza) en la web de “Growing Unequal? Income Distribution and Poverty in OECD Countries”.
De Obama me interesa más que el paquete fiscal su política de competitividad. Hablé el otro día de Christian Blanc, gran hombre, un poco “jacobino”, si bien se olvida que la Constitución girondina fue la que centralizó la Monarquía. He asistido a dos actos suyos, el último hace días, con ocasión de la urbanización de Saclay, donde se construirá un clúster. Ha consultado poco a las autoridades locales, con esa arrogancia propia de Pompidou, calcada de la de Delanöe con la Torre Gemela que Puteaux deberá tragar. No dependo de él –pero como se juntaba su metrópolis y “lo mío”, allí estuve–, pues es secretario de Estado para el Gran París, y yo apenas un adscrito a Administración Territorial. Aun así, el que me recogió se lío, en vez de al norte cogió al sur, hasta la autopista de St-Germain-en-Laye y por poco me lleva a Versailles; a mí, que tanto me gusta el volante, aunque no sea porque la gente salude en el paso de cebra, como a Barre al dejar Matignon. Ojalá Obama esté el año que viene en el Silicon Valley de Sarko, quien, por cierto, es probable que visite la zona próximamente. La próxima vez, que se traiga a su nuevo homólogo, su chófer y la limusina que Friedman propone eliminar para ahorrar energía.
Por cierto, Chapuza, el 8 de diciembre, “Oui, on peut!”, ¿no?
Lo siento, Circe, no estoy de acuerdo. Desde luego, no porque no me parezca correcto el término afroamericano, sino porque me parece increíble plantear que llamar negro a un negro de Estados Unidos sea lo mismo que llamar espalda mojada a un latino. Y, por tanto, considerar que quienes hemos utilizado la palabra "negro" (es decir, black, no negroe, que era la verdadera terminología racista) no hemos hablado de un presidente "moreno". Lo llamar amarillos a los chinos o moros a los españoles no acabo de comprenderlo. No creo que ninguno de nosotros se refiera a ninguna de las dos cosas ni, desde luego, que eso pueda servir para alargar la extensión del argumento hasta llevarnos al absurdo. Al absurdo de negar la misma palabra que la población negra (la inmensa mayoría de la población negra) de Estados Unidos se refiere a ella misma. No es una generalización, como no lo es hablar de hispanos. Como no estamos comentando las elecciones en Uganda, la cosa está clara, me imagino. Y la intención es, precisamente, la de reivindicar una palabra que no era la utilizada por los racistas, aunque la traducción española sea la misma (negroe-black). Pregúntaselo al Black Power, a los Black Panthers...que nunca se consideron "Afroamerican panthers". ¿Y a los blancos, cómo les llamamos en una sociedad multirracial? Pues a lo mejor WASP ¿no? Y los indios se llaman indios a sí mismos cuando quieren definirse en su globalidad: otros les llamaban pieles rojas, como llamaban negroes a los negros.
Buenas tardes, Gaspard (por cierto, ya he terminado el libro que me recomendaste: no me ha gustado tanto como el título prometía, pero ayuda a comprender el factor humano de Matignon -y del Elíseo-). Quiero hacerte una pregunta sincera, sin ningún tipo de acritud y pidiéndote que la reflexiones como formulada precisamente en estos términos: ¿por qué das por supuesto que las personas de centro liberal, como tú, podéis seleccionar la parte de historia que estáis dispuestos a asumir como propia en el liberalismo, os permitís rechazar cualquier paseo cómplice por las cloacas de su gestión (que sabes que las hay, y las has citado), mientras a quienes nos consideramos en la izquierda nos niegas el mismo derecho? ¿Crees que no nos repugnan los crímenes en la URSS, los trabajos forzados, el partido único, las torturas incluso de comunistas donde había gobierno que se llamaba así? ¿No te basta con nuestra condena para considerarnos honestos y dejar de juzgarnos por lo que hicieron poderes que hemos denunciado, a veces con más energía que la propia derecha, a veces a costa de la propia vida?
¿Y porqué no iba a serlo??? ¿Porqué no iba a ser capaz de devolverle la dignidad y la confianza en una gestión transparente a su pueblo, de subsanar el daño de las guerras y las atrocidades cometidas por su antecesor, de restaurar un nuevo orden mundial empleando la multilateralidad, de diseñar políticas sociales más enriquecidas y empobrecer el gasto en defensa y armamento, de hacer justicia justa, de acercarse a los otros pueblos de este planeta con humildad y habilidades resolutivas, de generar debate y no enfrentamiento etc etc...??
El legado de desafíos que la miserable era de Bush nos dejó recae ahora sobre Barack,
asi que sino es capaz ...NO LE CULPO!.
Pues claro que sí, Patricia. Será capaz de hacerlo y, como decía antes, le basta con hacer algo distinto a Bush para que todo sea infinitamente mejor. Todas las cosas que propones ya han sido hechas por presidentes anteriores y, hasta para quienes consideramos que las cosas deberían ir más allá, sólo con hacerlas, sería como rozar un paraíso impensable en la penumbra de los años que han transcurrido: ocho, nada menos, ocho. ¿Los contamos en muertos en el frente, en muertos por falta de asistencia médica adecuada, en muertos colaterales por reticencia a ayudar a países en desarrollo...? Pues claro que es un cambio de ciclo: tratemos de hacer otro nosotros, es lo único que se pide en un continente incapaz de generar ilusiones semejantes.
Bueno, Obama gano, se respira un aire de optimismo generalizado y parece que el nuevo emperador sera menos malo..felicitaciones a los americanos por mostrarnos una vez mas por que son el imperio..
bueno pues eso,
amanecera y veremos..
…Patricia, no estoy de acuerdo con eso de no le culpo si no puede…, recordemos que en este juego político circense si Obama no empuja lo prometido la misma imagen y sentido de unidad racial que lo trajo al poder está en juego lanzando al país a un retroceso histórico. Ya me parece escuchar: ven, le dimos las llaves, la oportunidad y nada o poco hizo... fue otro Carter que no significo nada para el país. Creo que Obama se lanzó al sacrificio personal para reparar los males de la nación y se enfrentará a la insidia de los líderes del mundo que detestan a los EEUU mientras arregla la miseria de naciones desposeídas que miran a Norteamérica como la única salvación frente al infierno que viven… si falla, Bush siempre será chivo expiatorio pero no Obama (double bystander….?). Recordemos que Obama no es el Mesías, es solo un hombre de carne y hueso con una capacidad tremenda de negociación…. y solo en ese sentido puede ser juzgado mientras se mantenga en centro de la política doméstica a la que se ha comprometido.
Hace poco mas de una decada que asistiamos a la caida del "apartheid" en Sur Africa que junto con la caida del Muro de Berlin todo el mundo celebro, (especialmente los de izquierdas) la izquierda lo celebro por muy diversas razones a las que lo celebraban los invitados a la fiesta que eran precisamnete los que habian impuesto el sistema a los negros. Tambien se celebro la llegada a la "Casa Blanca" del primer Presidente negro-blanco personificado po William Jefferson Clinton. Todos esperanzados,ilusionados y terriblemente seguros de que sus vidas tendrian mejor proyeccion ymejores perspectivas de futuro. En Sur Africa, todos sabemos el resultado.... y ahora la amenaza de que vuelvan los descendientes de De Klerk. En Estados Unidos, el Sr.Clinton tropezo en el primer obstaculo; la Sanidad Publica. Las grandes Aseguradoras se opusieron frontalmente a sus propuestas y eso lo aprovecharon los Republicanos con Newt Gingrich para hacerse con la mayoria en el Senado y Congreso
Todo esto hace poco mas de una decada,todo es posible, todo lo posible desgraciadamente tiene un precio, y muchos son los que tienen que conformarse con analizar el contenido de la politica en una sala de "regresion de cerebros" que despues de todo es lo que resulta mas esequible. Me alegro inmensamente que haya ganado Obama, pero soy muy consciente de sus limitaciones y no me refiero en absoluto a su capacidad intelectual.Mientras estabamos contemplando el final del del recorrido "circense" electoral muchisimas reuniones muy importantes se estaban desarollando en otras esferas de la Politica Internacional pero como siempre nuestros informadores nos tenian entretenidos con el Gran Final.
No adelantare mucho mas, porque me sobran los insultos.
Saludos... Manuel
buenos días
primero abundar con Ferran Gallego
- en lo de "afroamericano" es como "larga enfermedad" para cáncer crees que no eres racista pero te mueres con la larga enfermedad.
- para Gaspard: medita, te hará bien y nos hará bien a los que te estimamos.Además comprenderás porque eres tachado de derecha o ultra por otros y de verdad no pareces tú.
Nota Bene: eso de abundar... no va por las líneas creo que unos y otros os habéis jurado superar a Lluís.
No sé qué pasará en el futuro, pero sí sé que me siento orgullosísima de ser estadounidense.
Hay mucho que hacer para enderezar una sociedad tan torcida y devastada económica y moralmente por la incompetencia de sus líderes en los últimos años, pero, por lo pronto, la victoria de Obama nos ha devuelto la confianza en nosotros mismos como pueblo. Hoy nos sentimos omnipotentes y más que capaces de unirnos y resolver lo que haya que resolver. Un excelente comienzo.
el sr bassets sumariza en su ultimo parrafo la filosofia USA cuando dice agudamente que es el pais donde todo es possible pero nadie regala nada y hay que ganarselo todo en el trabajo de CADA DIA de modo que no dormirse en los laureles.Cuando vemos el fracaso en un compatriota lo que es mas importante es saber si esa persona tuvo oportunidades en la vida como los demas.Si las tuvo y las desaprovecho entonces uno no tiene tanto sentimiento de culpabilidad.Las oprtunidades son continuas` y disenadas para las necesidades dela persona de modo que las hay este la persona caida en el suelo ande cojeando o vaya a toda velocidad en la vida.Por ejemplo si ers un estudiante brillante tienes oportunidades para hacer college en 2 anos en vez de 4.Se regala poco lo minimo para subsistir (welfare) precisamente para estimular la salida de esa situacion
Tienes razón, Maririu: prometo moderarme en la extensión o, simplemente, dedicarme a leer, que para eso estamos.
cuando hay una duda de como dirigirse o referirse a una persona la regla mas segura de no meter la pata es preguntarselo directamente a la persona.Hoy dia en el 2008 la mayoria de las personas con algun ancestor de origen del africa subsahariana en USA prefieren que se les llamen afroamericanos de modo que es una cuestion de simple cortesia el llamarlos asi.En espana el termino negro es simplemente descriptivo sin ningun animo de ofender pero aqui el termino negro esta associado a una epoca de discriminacion abierta y cosas peores por lo cual es natural que los afroamericanos la quieran evitar. Al final la persona a la que uno se dirige vera si hay hostilidad o simplemente falta de conocimiento de las costumbres.Otras palabras que evolucionan son epilepsia retrasado mental etc por lo cual hay que evitarlas y utilizar la que se se lleve al dia.La ultima es obesidad.Un colega ya tuvo un problema con un paciente porque puso que el paciente era obeso y el leyo su informe y le dijo al medico que el era overweight(sobre pesado)no obeso.Evidentemente hay que andarse con mas cuidado cada dia pero al tener cuidado se demuestra sensibilidad hacia la otra persona y por tanto respeto genuino y solamente cuando respetamos a los demas es cuando nos ganamos nuestro propio respeto
No os ha parecido que en la ultima salida de Bush había en su gesto rabia? No solo porque haya ganado OBAMA si no que la forma de votar en tal cantidad es una prueba evidente de que la gente lo odia tanto como el odia a la gente.Esperemos que se haga justicia y se siente en el banquillo de los acusado para que sirva por una vez de precedente que hay responsabilidad en las decisiones que se toman sobre todo si implica la muerte de personas y el malestar de otras tantas. saludos a todos
Ferran no, por favor, leer solo, no, el blog no está hecho para leer las entradas, si fuera así sería una lástima, porque la "interactividad" es lo nuevo y lo interesante.
Lluís Bassets, aunque parezca que no, nos lees y supongo que a veces le entrará el desánimo (quisiera poder decir no muchas veces pero desgraciadamente no puede ser así) pero estoy segura que tus comentarios le compensan con creces de nuestra nulidad.
Lo que da vergüenza son los que siempre dicen lo mismo, los que no se han enterado de nada y juzgan el comentario y los que atacan su buena fe, todos esos si lo hacen largo y monótono.
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