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Mis manos, mi capital

Estados Unidos se convirtió el 17 de octubre de 2006 en un país de 300 millones de habitantes. Detrás sólo de China (1.300) e India (1.100). La Unión Europea tiene desde el 1 de enero de 2007, con el ingreso de Bulgaria y Rumania, 487 millones, pero no es un país sino 27. Aunque su tasa de natalidad es débil, su crecimiento se produce por ampliación de un proyecto cada vez más volátil, con tantas políticas de población (y de casi todo) como países socios. Es obvio que si la UE fuera un país, EE UU no sería la tercera potencia demográfica.

No hay forma de saber quién es este nuevo americano que redondea la cifra. La Oficina del Censo calculó que se alcanzaría en la ya mencionada fecha, cumpliendo la cadencia de nacimientos, fallecimientos y entrada de inmigrantes. Se conoce el nombre de tres recién nacidos, que vieron la luz a la hora en punto: Emmanuel Plata, Zoe Emille Hudson y Kiyah Lanaé Boyd, que nacieron respectivamente en Queens, Manhattan y Atlanta. Dos de los tres candidatos más conocidos son hijos de hispanos, dos son de sexo femenino y dos han nacido en el área de Nueva York, todo muy elocuente de la nueva demografía norteamericana.

Hace 39 años, la desaparecida revista Life hizo un ejercicio idéntico, entonces en solitario, y localizó al americano 200 millones, Robert Woo, abogado de Atlanta de 39 años, hijo de emigrantes chinos. Nada se sabe ya del americano 100 millones y de si alguien tuvo la ocurrencia de buscarlo: llegó en 1915, durante la guerra mundial, como el de los 200 que llegó durante la guerra de Vietnam y el 300 durante la de Irak. Cuando nació Woo los hispanos eran ocho millones y medio y representaban el 4%. Con el nacimiento de Emmanuel Plata son 44,7 millones y representan el 14,9%.

Según un estudio del Instituto de Estudios de Seguridad de la UE ("El nuevo puzle global. El mundo al que se enfrentará la UE en 2025"), EE UU seguirá siendo la principal economía en 2025, con el mayor PIB del mundo y per cápita. Este país ahora tan mal gobernado cuenta con muchas ventajas comparativas que le "llevarán probablemente" -dice el informe- "a mantener su actual posición", gracias al "crecimiento continuo de la población, en combinación con la alta calidad del capital humano, la flexibilidad del mercado laboral y la alta productividad laboral". A lo que cabe añadir "una sólida cultura de la innovación, combinada con altas inversiones en sectores clave para el futuro, como las tecnologías de la información, la biotecnología y la nanotecnología y la capacidad de trasladar rápidamente las nuevas tecnologías a las aplicaciones comerciales".

En las dos próximas décadas, Europa recibirá entre 600.000 y un millón de inmigrantes por año, mientras que EE UU recibirá 1,2 millones, según el mismo estudio. Para preservar la fuerza de trabajo en las proporciones actuales y garantizar el futuro del sistema de pensiones, Europa necesitaría en cambio 1,6 millones de inmigrantes anuales, una proporción sensiblemente superior a la actual y a la que recibe EE UU. El crecimiento de la población mundial en los próximos 20 años será del 23,4%: la mayor presión demográfica se producirá en el África subsahariana, donde el incremento será entre el 43% y 48,4%. EE UU crecerá un 17,4% y la UE sólo un 2%. Será muy difícil que la vigilancia de fronteras consiga frenar la avalancha que se nos viene encima, sobre todo ante la evolución de la pobreza en el vivero humano que es África: el 38% de la población se hallará en situación de pobreza extrema dentro de 10 años.

La demógrafa norteamericana Tamar Jacoby ("Inmigration Nation", en Foreign Affairs, noviembre / diciembre 2006), ferviente partidaria de la inmigración controlada pero a gran escala, considera que los extranjeros hacen crecer la riqueza, crean lugares de trabajo donde no los hay, trabajan más y mejor, son más jóvenes y tienen más movilidad, y resultan más útiles cuanto más distintos son respecto a la población autóctona. Su fórmula es clara y sirve para la reflexión europea: controlar las fronteras, multiplicar los cupos por cien (de 5.000 al año hasta 400 o 500 mil) y regularizar a los que ya están. El reto, para América y para Europa, es contar con buenos sistemas de integración. Según Jacoby, todo lo otro es poner puertas al campo y perder una oportunidad de oro. Para el país receptor y para los inmigrantes.

No son Bush y los neocons los que impulsarán a Estados Unidos como un gran país en el siglo XXI sino la riqueza y la fuerza de su población, empujada por la inmigración. Si se aplica el cuento a Europa y a su miedo cerval a la misma, se concluirá que su decadencia futura está ya inscrita en las actuales políticas de población.

Comentarios

me pregunto a veces cuando me da por sospechar, si la ampliación de la UE no fue concebida para eso. Como el hacer en la Constitución un país de autonomías con la Rioja y Santander rivalizando con Andalucía (si mal no recuerdo idea de Fraga) descafeinó a las "nacionalidades históricas.
Lo que está ocurriendo ahora en cuanto al incremento de la diversidad es algo sin precedentes", interpreta una estadista retirada en declaraciones al periódico estadounidense The New York Times. Además, con las proyecciones de la Oficina del Censo es probable que se desaten debates en torno a las políticas sobre inmigración, la superpoblación y los cambios en el electorado. ( El País, virtual ...) dice que en el 2045 la mayoría no será blanca en USA m! eso indica que hay que hacer otras políticas que no sean de ¿dónde eres? más bien... vamos a organizar... sin fronteras, pues... es un debate impresionante eso es casi una Guerra Mundial sin armas, con manos... Es un gran debate ( como el de preguntarse qué es terrorismo) porque indudablemente, se han quedado en ese país si en el 45 del siglo XXI se calcula que serán mayoritariamente hispanos en EEUU. Es interesantísimo observar eso, el censo, ya que significa como la morbilidd deja de ser oculta y gobierna en minorias de mayoría portencial laboral sin él... y con una Europa ( por hacer) que envejece... Me parece fascinante, no es un hecho ideológico como Marx, y qué hacemos con los que llegan a las ciudades ( R. Industrial) no, es ideología, eso puede ayudar a no inquietar las creencias y a organizarse para un tránsito sin fronteras, con leyes internacionales y fuertes en el hecho de reconocerse en una democracia. Qué lenta va latinoamérica... m? Hay exceso de población en la Tierra, exceso... y exceso de pobreza, aprender el control de la natalidad es lo que harán los hispanos, cuando se aposenten porque es exceso de responsabilidad, y China que ha controlado la natalidad ( dictatorialmente, ) algo que debe ser en frecuencia no dictatoriaal... es impresionante el censo
No son Bush y los neocons los que impulsarán a Estados Unidos como un gran país en el siglo XXI sino la riqueza y la fuerza de su población, empujada por la inmigración. Si .. es lo más posible, si se piensa que EEUU favorece la guerra para alimentarse economicamente ( inmigrantes -emigrantes de USA guerreros, soldados, esa es una idea que leí que me gustó... los soldados actuales , la mayoría, son emigrantes... not ienen oficio, no saben que ' harán si regresan a casa... y es una idea difícil pero me gustó) sin fronteras es necesarios que los países creen recursos para que su población no se vaya,por hambre.... y que la tecnología avance en calidad no en aumentar los años de vida y se necesite a quien cuide a los ancianos que no aportan nada, crean gastos y necesitan cuidadores. Es difícil que un ingeniero viaje a Venezuela si no le contratan a Ecuador, pues... a... los demás dicen venir a cuidarnos.. eso es un parche latinoamérica no ha sabido, como la India y otros países surgir por ella misma.. Ghandi un fracaso de idea decir que hay que vestir de la tela de los telares ( no aprendió bien en Inglaterra, está claro)
Interpreto por tu explicación de ayer, Susi, que cuando dices lo de "tonterías de siempre, socialistas, comunistas, derechas, neocon...", te refieres al uso propagandístico que hace de esos términos la ideología dominante actualmente en nuestro entorno inmediato (un ejemplo: el contenido del ataque reflejo de Gaspard tras tu comentario, siguiendo, como siempre hace, el tercer principio de Goebbels, el de "cargar sobre el adversario los propios errores o defectos"). No te refieres a que esos términos y otros similares no sirvan para nombrar realidades en conflicto. De modo que "todos juntos" significaría necesariamente unos frente a otros. Y está claro que, dada la naturaleza limitada de los recursos globales, en la confrontación entre quienes defienden prioritariamente el derecho de acumulación individual y quienes defienden prioritariamente la obligación de compartir equitativamente, el triunfo de los primeros perjudica a casi todos, mientras que el de los segundos beneficia a todos. Por otra parte, siguiendo con el juego de ayer de "dónde está el wallymensaje ultracon", yo diría que en el artículo de hoy (fecha real de publicación: 19/10/2006) está en el título.
Es tal la cantidad de datos y cifras que dudé si era el blog de Bassets o, directamente, el comentario de Gaspard. “Mis manos, mi capital”. Quizás, mejor, “Sus manos, nuestro (de algunos, claro) capital”. Y si sabemos los nombres de estos recién nacidos estadounidenses, ¿por qué no sabremos el nombre del primer muerto en Irak (o del último). ¿Sería abogado – de 39 años – el muerto vietnamita número medio millón en la Guerra de Vietnam?. La economía, la demografía, no son ciencias exactas. La historia no es siempre previsible. ¿Pensar en 2025? ¿Alguien pensaba, hace 25 años, que iba a desaparecer el régimen soviético, el muro de Berlín, las torres gemelas?. El americano número 100 millones, durante la primera guerra mundial, el americano 200 millones durante la guerra de Vietnam, el 300 millones durante la guerra de Irak. ¡Caramba qué casualidad, siempre coinciden con guerras…! Alta “calidad” del capital humano, flexibilidad del mercado laboral, alta productividad… ¿dónde está el ser humano?. Hablamos del “vivero humano” de África. Es un eufemismo. En propiedad deberíamos hablar de “piscifactorías humanas”. Ya escogemos a los mejores, eliminamos a los más débiles, a los excedentes… Biotecnología. De momento los progresos en Biología y Medicina son, esencialmente, para unos pocos. (por cierto, Gaspard, hablábamos el otro día del Medicaid, ¿qué piensas de la noticia reciente de utilización por hospitales (en California) de mendigos y marginales para estafar al Estado?). Las nuevas tecnologías, de la guerra, se trasladan a las aplicaciones comerciales. Los progresos en tecnologías de la información son también para controlarnos, vigilarnos y “comernos el coco”.
Pues sí, John, es asquerosamente maravillosa esa ceremonia de la confusión en la que nos meten siempre los portavoces de la burguesía triunfante. “Mis manos, mi capital”, dice el Sr. Bassets con toda naturalidad. Como si la fuerza de trabajo y el capital fueran lo mismo, cuando, en realidad, la una está completamente sometida al otro. La fuerza de trabajo no es capital: es la única mercancía que pueden vender los pobres (cuando pueden) en las condiciones que dicta el capital. Por su parte, el capital es trabajo cristalizado en medios de producción que ha ido acumulando una clase (la burguesía) explotando a la otra (los trabajadores). Con la ayuda del Sr. Bassets y de otros de su misma calaña, el capitalismo intenta disimular a duras penas su verdadero carácter de sistema económico y político inmoral, explotador, absurdo e ineficaz. Así puede llegarse a la aberración de que las 500 personas más ricas de nuestra especie posean un ingreso total superior a las 416 millones más pobres y que, encima, eso se pretenda considerar como algo "natural" o "normal". Algunos tienen hasta la cara de decir que es un dios hipotético el que lo ha querido así. Chusma.
Se vuelve a lo de siempre. Europa está en shock desde hace décadas: la Gran Moderación que siguió al fin de los Treinta Gloriosos fueron aquí más bien la Gran Mediocridad. Millones de desempleados, industrias vetustas, poblaciones atemorizadas. Mientras, Estados Unidos ha aprovechado el tiempo para preservar su competitividad, se ha puesto coto al fenómeno del vuelo a los suburbios (Alan Ehrenhalt en The New Republic) y ha abierto las fronteras como no lo hacía desde fines del XIX, a pesar de la restricción de visas verdes para cualificados y el descenso de universitarios extranjeros tras el 11-S. Su principal problema es el gobierno, inefectivo y paralizado, como se vio con la reforma fallido del sistema inmigratorio. Hay voces nativistas y xenófobas, pero es que hay 12 millones de indocumentados, una proporción de casi el 5% de la población. Qué no habría ocurrido en Europa con ese porcentaje. No hay por donde parar el fenómeno de la inmigración, porque las fronteras cada vez tienen menos sentido: una de cada 35 personas es inmigrante, la tasa de éstos crece al 3% anual y envían 318 billones de dólares al año a casa. Sólo queda preparar los puntos de acogida en lo que a infraestructuras se refiere y dotar al capital humano local de suficiente formación, porque si la inmigración crece, el poder competitivo y adquisitivo de estos países, más. 70 millones de personas ingresan en la clase mundial cada año, su fuerza representará un 20% más que la de los países ricos en unas pocas décadas, contaminarán y consumirán más que Occidente. Es la burguesía global que surge de la reducción más impresionante de la pobreza en la Historia: cientos de millones de personas en México, Brasil, Rusia, China, India y el Sudoeste asiático, que vivían con menos de un dólar al día, hoy tienen unos ingresos equivalentes a los de los americanos o europeos de 1960. El 17% de la población mundial vive en la extrema pobreza; cuando terminaron los Treinta Gloriosos (aquellos tan añorados por la solidaridad equitativa del momento), era el 50%. Son datos inapelables que destruyen la ridícula retórica al uso, el “ánimo del no” de Gracq. (En estas que estamos, Ferenczi recuerda que voces valiosas como las de Gracq se apagan: Geremek, Soljenitsyne y Fetjö, que a los que negaban otra verdad, esta horrible, les respondió también con datos indiscutibles. Sus contrarios abandonaron los ideales revolucionarios en casa y pasaron, frustrados, a deseárselos al Tercer Mundo. Ahora que éste despega, sus herederos niegan la noticia, esta buena, porque, si no, sólo quedan “vagos sueños y aventuras”). Ya no da tanto miedo que nos invadan, no como en los Treinta Gloriosos, cuando estaban bien encerrados en sus países. La macroencuesta de Manpower señala que hay un superávit de oferta laboral, más gente se mueve de sitio de la que los empleadores desean. Lo que da miedo es que nos ganen. Pero así el sistema: los mejores siempre ganan.
"Pero así es el sistema: los mejores siempre ganan". ¿Eso incluye a los más crueles? ¿Lo dices por ti, Gaspard? ¿Por mí? Desde la cordialidad, tengo que decirte que, a fuerza de decir payasadas, conseguirás ser lo que no eres. Tus estadísticas son ilusorias, porque las comparaciones no pueden ser absolutas sino relativas. Es decir, la tarta es cada vez más grande (la riqueza social total), pero la parte de la tarta que queda para los trabajadores, cada vez más pequeña. Por ejemplo, en 1998, el ingreso medio cotidiano de un suizo era superior al ingreso anual de un etíope. Esta diferencia, expresada en dólares corrientes, es del orden de 400 a 1. Veinte años antes era de 107 a 1. Hace dos siglos, de 5 a 1. Tomo los datos de “Les théories du développement” de Gérard Azoulay. Por supuesto, en 2008 las cosas son mucho peores (véase el Informe sobre el Desarrollo Humano de Naciones Unidas). Te lías, Gaspard.
Marxistas, el gusto por lo abstracto detectado por Durkheim (por ejemplo, en el personalismo de Mounier), de la persona por encima del individuo, el odio a la libertad individual, anacrónica o superficial según el grado de estupidez marxista (“en vez de la solución, los derechos individuales son para algunos el problema porque eternizan esa mentira de la lucha de clases, derechos del pasado que impiden la utopía revolucionaria del futuro)” ha muerto. Seguís con vuestras obsesiones, como el loco que conduce en sentido contrario y casi se mata con cualquiera de los 99 coches que vienen de frente. La Historia no os absolverá, aunque podéis decir aquello de que “nuestro cautiverio común ha terminado”. La trampa de las estadísticas relativas de riqueza y pobreza es bien conocida, y la táctica de desviación de la atención sobre el consumo, indicador de estado mucho más acertado que el ode ingresos, también. Por nombres, que no falten: Broda, Romalis, Krueger, Perri, Hawksworth, Xala i Martí, Wilson, Dragusanu. Cordialmente te digo lo que reconoció Claude Jamet: “El comunismo es un volcán extinguido, pero hay que seguir fingiendo que no es así. Mintamos, pero de manera heroica”. Azoulay no pasa de ser uno de esos pobres diablos detectados en el Informe sobre la Enseñanza Superior de la Economía en los Liceos, publicado por la Académie des sciences morales et politiques, compilado por Pierre-André Chiappori. Está colgado en Internet el capítulo dedicado por Martin Hellwig a la abstracción personalista, mentiras heroicas. Uno de los mejores en ese arte, Patrick Artus, lo practica con ahínco en “Globalisation, le pire est a venir”. P.S.: Ayer, hablando de liberales y progresistas franceses, se me olvidó mencionar el Centro Aron, dirigido por Rosanvallon, impulsor de La vie des idées
Gaspard: Como sé que tus ídolos son todos Raimundos, como Barre y Aron, grandes inquisidores de marxistas y otros descarriados que no existen pero incordian, aquí te envío un pequeño extracto de Le Monde Diplomatique (“Manière de voir” n°87 / Juin-Juillet 2006) en francés y en español (la traducción es mía para aquellos que no saben lenguas extranjeras como les pasa, por ejemplo, a los campesinos de Idaho): Apenas acabada la Segunda Guerra Mundial, el filósofo Raymond Aron se creía capaz de anunciar la edad de los imperios. Es difícil encontrar una previsión tan falsa. Los años 1950 y 1960 marcaron la caída de los imperios coloniales, especialmente del británico y el francés, a veces mediante luchas armadas, la mayor parte del tiempo como consecuencia de combates políticos y de negociaciones. Au lendemain de la seconde guerre mondiale, le philosophe Raymond Aron croyait pouvoir annoncer l’âge des empires. Rarement prévision se révéla aussi fausse. Les années 1950 et 1960 auront marqué la chute des empires coloniaux, notamment de l’Empire britannique et de l’Empire français, parfois sous le coup de luttes armées, plus souvent à l’issue de combats politiques et de négociations. Comprendo, estimado Gaspard, que sepas combinar la ternura con tus nietos y la mirada liberalista libertaria que te hace decir que en este sistema los mejores siempre ganan, pero no te sienta bien ese disfraz darwinista hacia los pobres de la tierra. Pobre Darwin, quién se lo iba a decir. Esto, Gaspard, no es Halloween, los monstruos son muy reales: las torturas, las humillaciones, el hambre, la explotación, los cayucos, la bofetada del neocapitalismo ruso... Así que deberías quitarte el disfraz, que estarás más cómodo. Estamos en la Edad de las Tinieblas y tú tienes la suerte de que te pille jubilado.
Thanks John, that´s more or less what I meant yesterday (it was one of those days when it feels like you have a black cloud over your head...wee bit better now). Me hago la misma pregunta que Miguel, "...Y si sabemos los nombres de estos recién nacidos estadounidenses, ¿por qué no sabremos el nombre del primer muerto en Irak (o del último). ¿Sería abogado – de 39 años – el muerto vietnamita número medio millón en la Guerra de Vietnam?..." Cuanta hipocresia!!! Según las estadísticas de Gaspard, en un par de décadas ni un pobre en el mundo, eso si, que el mundo siga tal y como lo conocemos es otro cantar. Porque para crecer infinitamente en un mundo de recursos finitos vamos a necesitar hacer verdaderos malabarismos. "..odio a la libertad individual.." ¿qué quieres decir con eso? somos animales sociales, necesitamos el uno del otro para salir adelante, lo demás es artificial e inviable.
Soy de un pais que, por 500 años se ha convertido en una historia de sucesso. Cuantos somos? No sé. Quiças seremos el cuarto pais del mundo, en numero de ciudadanos. Tan sencillamente es un pais que no existe. Hay habido uno de nosotros que ha dicho "Mi pais es mi lengua" y es por eso que color de piel, credo de religion, y manera de vivir no nos diferencia, pero nos une. Me llamo Antonio, y soy portugues.
Pero, por favor, Chapuza, si Aron lo que dijo era que la Historia era inescrutable y que los determinismos, sobre todo el positivista alemán (que él conocía bien por su paso por la Alemania de los 30, donde comprobó los horrores del nazismo antes de volver al 38 a París a participar en los coloquios Lippmann y partir a Londres para editar el periódico de la Francia Libre) que tomaba como base el marxismo eran una farsa, incluida la dichosa dialéctica y la “verdad absoluta” de Roy. Incluso criticó los aspectos más dogmáticos del capitalismo, como comprobarías si leyeras el artículo que te recomendé, bastante elocuente desde el mismo momento de leer el título: “Le fanatisme, la prudence et la foi”, en su Preuves, en el 56, poco antes del editorial de Esprit con el que Mounier rompía como si nada, después de haber dicho durante una década lo que había dicho, sobre los campos de concentración soviéticos. En cuanto a los Imperios, donde se equivocó fue al pronosticar que USA no se comportaría como imperio no porque no quisiera (que tampoco), sino porque no iba a poder hacerlo, en “République impériale. Les États-unis dans le monde”. Pero para compensarlo están encima de la mesa los vómitos intelectuales de Sartre, Mounier, Merleau-Ponty, Bourde y demás: “Montreuil es un extendidísimo campo de concentración”. Lo mismito que Kolyma y demás campos de exterminio estalinistas, donde casi murió Laco Holdos, que había sobrevivido a los nazis. ¿Dijo algo la “inenarrable madame de Beauvoir” (el otro día decía yo de Almudenas Grandes, parafraseando a Aron) algo sobre las mujeres victimizadas, Kavan, Bone, Langer, Kovaly, Kavan? Non, rien de rien!, y mejor olvidar, ¿verdad? Pues no se pone así como así fin al “cautiverio común”. Hablando de Aron, dijo Miguel que prefería estar equivocado con Sartre que acertado con Aron. Pues a Morin le decía Courtade: “Acerté al errar, pero vosotros errasteis al acertar”. Claro que no. La Edad Media que tanto obsesionó a los “no-conformistas” y sus nietos, y a la que querían volver “desenmascarando la farsa” de los derechos individuales (Sartre, de nuevo, si bien en el Odeón se sometió a una segunda humillante Revolución cultural, después del masoquismo con el PCF). Aquella época en la que “el animal social” que llevamos dentro valía para negar lo que somos, seres vivos con aspiraciones, las mismas que están sacando de la pobreza a tanta gente. Aunque moleste. Pero la realidad de los números humanos es la que es, sin lugar para la mentira heroica.
En el mentir no hay heroísmo, ni es mentira denunciar el mecanismo de explotación del capitalismo. Allá cada uno con su esperanza o su desesperanza. Los explotados no están ni con Sartre, ni con Aron. Unos en modo supervivencia y otros con la hipoteca que les atenaza, ninguno tiene tiempo ni ganas de escuchar a los intelectuales burgueses. Por otra parte, éstos son incapaces de adentrarse en las conciencias de los oprimidos. No es Karl Marx todo el que quiere.
I make them mine too. "En el mentir no hay heroísmo, ni es mentira denunciar el mecanismo de explotación del capitalismo. Allá cada uno con su esperanza o su desesperanza. Los explotados no están ni con Sartre, ni con Aron. Unos en modo supervivencia y otros con la hipoteca que les atenaza, ninguno tiene tiempo ni ganas de escuchar a los intelectuales burgueses. Por otra parte, éstos son incapaces de adentrarse en las conciencias de los oprimidos. No es Karl Marx todo el que quiere."

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